El día que Marcelo Bielsa, próximo DT de Uruguay, derrotó al maestro Tabárez en una final dramática e histórica

Marcelo Bielsa, próximo DT de Uruguay, le ganó una final a Óscar Tabárez hace más de tres décadas, cuando el entrenador rosarino recién empezaba su carrera y el maestro no soñaba con regresar a la selección uruguaya tras la mala experiencia del Mundial de Italia 90.

La definición, que se dio en julio de 1991, se dio solo por penales, terminó de lanzar a la fama a Bielsa como técnico de Newell’s Old Boys y representó un duro golpe para Boca Juniors, entonces el club de Tabárez, pero no afectó su continuidad, al punto que tuvo su revancha un año más tarde.

Tabárez había sido contratado por Boca en el verano de 1991, luego que cesara su vínculo con la AUF. Casi sin refuerzos (el único que llegó fue el uruguayo Julio Morales, campeón uruguayo con Bella Vista unos meses antes, quien se lesionó a los cinco minutos de su primer partido), el maestro supo potenciar la dupla Diego Latorre-Gabriel Batistuta. Así, Boca hizo una gran campaña y se coronó campeón invicto del Torneo Apertura 1991, con 12 victorias y seis empates, 32 goles a favor y seis en contra. Era el primer título Xeneize desde 1981, cuando tenía como estrella a Diego Maradona.

Foto: archivo El País.

Aquella temporada 90-91 el fútbol argentino estrenó el formato de un doble certamen anual, con los torneos Apertura y Clausura, una modalidad imitada tres años después en Uruguay. Además, se adaptó al calendario europeo, iniciando la temporada en agosto y finalizándola en junio del año siguiente. Y se dispuso una final entre los ganadores de los torneos cortos para determinar el campeón argentino 1990-1991.

El Apertura 1990 quedó en manos de Newell’s, tras un mano a mano con River Plate, entonces dirigido por Daniel Passarella. El técnico rojinegro era Bielsa, un hombre del club como se suele decir. Había sido futbolista, aunque con fugaz pasaje; luego entrenó a las inferiores del club y finalmente fue designado para la primera división en julio de ese mismo año 90. Con un equipo joven, integrado por futbolistas de la cantera donde él mismo había trabajado, aseguró su lugar en la definición de la temporada, que se disputó inmediatamente después de finalizado el Clausura.

Esa final, sin embargo, coincidía con la disputa de la Copa América de Chile. El técnico de la selección argentina, Alfio Basile, había convocado a dos boquenses (Latorre y Batistuta) y dos de la Lepra (Gamboa y Franco), ante lo cual la AFA habilitó que los dos finalistas se reforzaran con jugadores ajenos al club para reemplazarlos.

Tabárez optó por los delanteros Gerardo Reinoso, un argentino que actuaba en Chile, y el brasileño Gaúcho, de Flamengo. Bielsa prefirió no traer ningún futbolista.

Hubo una tabla anual 1990-1991, en la cual Boca le sacó tres puntos a Newell’s tras los 38 partidos del calendario, pero solo con interés estadístico: no contaba con ventaja deportiva alguna.

Foto: El Gráfico.

La primera final se jugó el sábado 6 de julio de 1991 en Rosario y Newell’s se impuso 1 a 0, con gol del defensa Eduardo Berizzo. La revancha fue el martes 9, en La Bombonera, y Boca ganó por idéntico marcador, con gol de Reinoso. Como estaban iguales, se disputaron 30 minutos suplementarios, sin cambios en el resultado. Fue un encuentro dramático, bajo una intensa lluvia que llenó de barro la cancha. Y recién se definió en los penales, donde los rojinegros se quedaron con el título convirtiendo tres contra uno solo de los auriazules. El arquero Norberto Scoponi fue el héroe al atajar dos penales.

Fue la única vez que se jugaron finales para definir al campeón argentino de la temporada. ¿Habrá sido por la derrota de Boca? A partir de entonces, la AFA volvió al esquema de dos campeones por temporada, que se había estrenado en 1967 con los viejos campeonatos Metropolitano y Nacional. River ganó el Apertura 1991-1992, el Newell’s de Bielsa ratificó su poderío al conquistar el Clausura de esa temporada y finalmente el Boca de Tabárez pudo gritar campeón en el Apertura 1992-1993. Ya sin Latorre-Batistuta, transferidos al fútbol europeo, pero con otras figuras. Bielsa, en tanto, dejó el club rosarino a mediados de 1992 para dirigir al Atlas de México.