Conocé el bar de la Peña de Marcelo Bielsa en Bilbao, un peculiar altar que cuenta con la contribución del DT

Enviada - San Sebastián
Gorro del Athletic, camiseta de Newell’s y la firma de Marcelo Bielsa en su piel, así se presenta el presidente de “La Peña de Marcelo Bielsa”, Aitor, cuando faltan cinco minutos para las tres de la tarde y una silla en la puerta del bar indica que está cerrado.

Es la sede del grupo de fanáticos y se ubica en un barrio que reúne unos 10.000 habitantes, curiosamente llamado La Peña. Está al otro lado de Bilbao si se toma San Mamés como referencia, pero solo lleva 20 minutos llegar hasta allí. El bar se llama Baserri y lo atienden Honorino Santxez y su esposa, María Jesús, dueños del bar y padres de Aitor.

Son 80 los socios que conforman esta locura acorde al homenajeado. Fue fundada en 2015 para “agradecerle un poco lo que había logrado con el Atleti”, confiesa Aitor, y explica en un cálido diálogo con Ovación: “Nosotros no habíamos visto (al club) ganar ningún título importante, él nos enseñó el camino para guiarnos en el fútbol, porque como jugó con su época yo no lo he visto nunca al Atlético”.

Foto: Sofía Berardi.

Lo dice alguien que estuvo mucho tiempo sin ir al estadio, solo porque el actual entrenador, Ernesto Valverde, no es de su agrado. No le gusta y lo explica con una interesante comparación: “Hay dos tipos de entrenadores: el DJ y el pinchadiscos. El DJ es el que mezcla su propia música llevándola a su terreno, haciendo sus mezclas... Y está el típico pinchadiscos, que te coge la canción original, acaba la canción, pone otra... Se acaba la canción, te pone otra. Bielsa es un DJ porque te crea su propio su propio sistema, su propia filosofía de juego, su modo de ser lo transforma al campo”.

Sin embargo, Aitor no quiere que Bielsa regrese a Bilbao, siente que “no se portaron bien con él”. El año pasado el Athletic eligió presidente, pero no votó a uno de los tres candidatos cuya campaña prometía regresar al rosarino al equipo. Iñaki Arechabaleta no ganó y Marcelo no regresó.

Mientras habla le da la espalda a una vitrina con regalos, entre ellos una camiseta que utilizó el técnico argentino, la gabarra (embarcación) característica que acompaña los triunfos del Athletic, una réplica del exestadio San Mamés, donde Bielsa dirigió los últimos partidos y otra del estadio de Newell's, apodado Marcelo Bielsa.

Aitor está contento de que Bielsa esté de vuelta en una ciudad que lo aclama. “Me da alegría porque Marcelo viene a jugar contra nuestro país. Sé que en cuanto le dijeron la posibilidad de jugar contra Euskal Herria, no lo dudó porque sabe lo que es para nosotros, el pueblo vasco”. Pero el sentimiento es agridulce, porque también está “decepcionado por la convocatoria que ha hecho la selección” y dice que “han sido unos cobardes dejando a jugadores que son de nivel fuera para que jueguen con España”.

Mientras su padre, que antes dijo que lo mejor que le regaló Bielsa fue la final contra el Atlético de Madrid por la Europa League, se prepara para cerrar el bar, Aitor asegura que el Athletic “es un sentimiento que nace en generación en generación, es un sentimiento”.

“Las dos o tres temporadas que estuvo aquí fueron la leche”, comentaba Iñigo en la previa al partido desde la Plaza Indautxu, a pocas cuadras del San Mamés, donde se congregaron muchos hinchas para un evento del partido nacionalista vasco y de la selección de Euskadi.

Foto: Sofía Berardi.

A su lado está Markel, a quien señalan como el que “más sabe de Marcelo Bielsa” de los participantes del evento. Dice que es “un poco ese maestro del fútbol que le dio otro enfoque al modo de jugar del Athletic Bilbao, hizo que su filosofía fuera parte del capital”.

Otros cuatro fanáticos recuerdan su caminata incesante por el banco de suplentes, otros su característica imagen sobre la conservadora. Destacan la manera en la que “vivía el fútbol” y que su pasaje por Bilbao fue “una fiesta”. A minutos de empezar el acto un hincha vasco comenta: “Aquí lo recordamos como el Loco Bielsa”.

Leire, que viste con la campera de la selección de un verde discreto se suma al reconocimiento: “Creo que tiene muy buenos recuerdos nuestros, porque al final le tuvimos mucho cariño, es una combinación (el equipo) con mucho carácter y él también lo tiene”.

Foto: Sofía Berardi.

Así se vivió la previa del partido entre País Vasco y Uruguay, que terminó con un 1-1 sin vencidos ni vencedores pero que contó con la emoción de los hinchas del Athletic, que disfrutaron de la vuelta del Loco a un lugar donde fue feliz y a un estadio que lo aplaudió cuando fue anunciado por los altos parlantes y que siguió de cerca cada una de sus ocurrencias, como cuando se enojó por la cantidad de cambios que hizo el entrenador del adversario.

Pasó la Celeste por País Vasco aunque continúa sin poder ganar contra esta selección que hacía tres años que no jugaba un partido oficial.