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Capitanes sin brazalete: el paso a paso de la evolución de Fabián Noguera y Diego Polenta en Nacional

Ambos futbolistas se consolidaron como la pareja titular de zagueros centrales en el equipo de Álvaro Gutiérrez.

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Diego Polenta y Gastón Pereiro en Nacional vs. Independiente Medellín.
Diego Polenta celebra el gol del 1-0 de Gastón Pereiro a Independiente Medellín.
Foto: Juan Manuel Ramos.

Por Diego Domínguez
Se lo preguntaron aquella misma tarde que desembarcó en Uruguay. Apenas se había puesto la camiseta de Nacional, Fabián Noguera fue consultado por la cantidad de goles que tenía hasta ese momento en su carrera (23), una cantidad llamativa para ser zaguero: “Me siento responsable de ganar todas las pelotas por arriba” fue su mensaje.

Exactamente 100 después de sus dichos se podría decir que el argentino cumplió. Le costó, sí. Tuvo errores infantiles en la pretemporada. También imprecisiones en el arranque del Apertura. Pero hoy es un caballito de batalla de la defensa y un arma fuerte que tiene el entrenador Álvaro Gutiérrez para ganar en las dos áreas.

Con sus 1.93 metros de altura, Noguera se impone simplemente por su porte físico. Incomoda, pecha, va, viene, por momentos es torpe, pero termina siendo una amenaza -lleva dos goles en 17 partidos-cada vez que se asoma una pelota parada cerca del área rival.

En Nacional lo saben más que nadie: hace un año lo tuvieron que enfrentar y por poco quien hoy es uno de los capitanes sin brazalete de la zaga no les amargó la noche en la última jugada del partido contra Estudiantes de la Plata, apareciendo por el segundo palo.

Noguera definiendo frente a Rochet.
Noguera definiendo frente a Rochet.
FOTO: Estefanía Leal.

El de hoy es un Noguera diferente al que llegó a Uruguay allá por principios de enero. La sonrisa se le había desdibujado parcialmente, pero las buenas vibras volvieron a contagiarlo a tal punto que instantes después de la victoria de ayer (2-1) contra Independiente Medellín se mostró activo en sus redes sociales, compartiendo videos e imágenes de su gol agónico de media vuelta a los 95 minutos.

Ayer, no solo se vistió de héroe y le dio al equipo un merecido triunfo -el primero contra un club colombiano en el Gran Parque Central- sino que también se calzó la capa de hombre récord al convertirse en el jugador que marcó el gol más tardío de Nacional en la historia de la Copa Libertadores. El dueño de esa marca era Matías Zunino, con 94 minutos y 12 segundos, de acuerdo al relevamiento que realiza periódicamente el analista de datos español Míster Chip.

La evolución de la pareja en la defensa

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Foto: Juan Manuel Ramos.

A Noguera le faltaba compañía. Le faltaba afilarse en las salidas. Le faltaban goles. Curiosamente consiguió todo eso tras la partida de Ricardo Zielinski, su mentor y el hombre que lo convenció de probar suerte en el fútbol uruguayo después de un último y exitoso año en Estudiantes. Y, además, encontró un compañero.

Su socio natural, que también cumplió en su actuación por Copa Libertadores, es Diego Polenta, otro de los líderes del plantel que no lleva la cinta de capitán.

Si bien estuvo al margen varias semanas por lesión (desgarro), es el indicado en la cabeza de Gutiérrez para ocupar el perfil zurdo en la pareja de centrales. El DT ya había dado pistas sobre su preferencia el pasado viernes, en el partido por el Apertura frente a Fénix,cuando decidió que ingresara en el segundo tiempo para darle 31 minutos de fútbol.

Juntos, el Patrón y el argentino de 29 años suman siete partidos jugando como dupla con la camiseta de Nacional. En ese tiempo, el equipo convirtió un total de ocho goles (dos de ellos marcados por Noguera) y recibió apenas cinco.

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