Agustín Anello, hombre de fe: la religión, el deporte que lo vicia y las claves de un Boston River competitivo

El delantero de 23 años, nacido en Miami y con raíces argentinas, combina pádel y Biblia con goles y sueños de selección. Una anécdota con Leo Messi y el gesto de Jadson Viera que potenció al Sastre.

Agustín Anello, una de las figuras de Boston River en la Liga AUF Uruguaya.
Agustín Anello, una de las figuras de Boston River en la Liga AUF Uruguaya.
Foto: Boston River

"Me estoy viciando con el pádel, me acabo de subir al auto, estaba jugando con amigos”, comentó Agustín Anello (23), que encontró en ese deporte una forma de desconectar del fútbol, al igual que con el camino de fe que inició hace dos años, en un momento en el que sintió que había “rozado” el fondo. Nacido en Miami, de padres cordobeses, criado entre España y Bélgica, el atacante de Boston River suma experiencias que parecen de un veterano: debut profesional en el Lommel del grupo City, paso por Croacia y Países Bajos, presente en el fútbol uruguayo y hasta una convocatoria a la selección de Estados Unidos.

“En España se le da mucho énfasis a la salida con pelota, en Países Bajos también. Es un punto que trabajé mucho en mi vida. En Croacia fue distinto, me tocó compartir vestuario con jugadores como Nikola Kalinic y además ganamos la Copa. Experimenté lo que es un equipo grande de un país”.

Su desembarco en Uruguay se dio después de una situación incómoda en Países Bajos: “Iba a salir cedido, se cayó en el último día y tenía que volver al Sparta, pero no quería. Mis representantes me hablaron de Boston, del estilo de juego, del proyecto y me convenció. Era un paso diferente en mi carrera, pero la verdad es que lo estoy disfrutando”, confesó.

La adaptación no fue sencilla. “Al principio me costó bastante, sobre todo por los contextos. A veces toca jugar sin mucha gente, con canchas que están en el estado que están. Es un fútbol difícil, rudo, te tenés que hacer fuerte en muchas situaciones que a veces no cobran, pero es una experiencia más y me ayuda a crecer como jugador”.

Pese a la renovación casi completa del plantel, Boston mantuvo su competitividad. “No hay misterio. Es cómo se trabaja y la profesionalidad que hay para las circunstancias del club. Eso hace que estemos bien física y mentalmente y tengamos una idea clara de juego”, explicó. En esa línea destacó una actitud de su entrenador, Jadson Viera, que mantuvo su palabra de seguir en el Sastre pese al interés de Nacional. “Es muy importante tener una persona a cargo que conocemos, sabe lo que quiere de nosotros y lo que nos exige cada día. Es muy bueno sacando el máximo potencial de cada jugador”.

Jadson Viera, entrenador de Boston River, durante el partido ante Guaraní por Copa Sudamericana.
Jadson Viera, entrenador de Boston River, durante el partido ante Guaraní por Copa Sudamericana.
Foto: Dante Fernández | AFP

Con un golazo ante Ñublense, Agustín fue clave para meterse en la Copa Sudamericana y el fútbol lo premió en Avellaneda ante Independiente. “Desde el sorteo lo viví con mi familia. Fue un momento hermoso porque era la primera vez que mis abuelos, mis tíos y mis primos podían ir a la cancha a verme”. El pasado fin de semana también se dio un gusto personal: dos de derecha y uno de zurda en 31 minutos para su primer hat-trick.

A nivel internacional ya defendió a Estados Unidos en la Sub-23 y no esconde su ambición. “Siempre vestir la camiseta de la selección es un privilegio. Tengo entre ceja y ceja poder volver en algún momento”. En lo inmediato, su objetivo es simple: “Cercano, cercano, Liverpool este fin de semana, un partido realmente difícil y ayudar al Boston a pelear este Clausura. Sería hermoso para todo el mundo”.

Fuera de la cancha, encontró refugio en dos pasiones: el pádel y la fe. “Me estoy viciando con el pádel últimamente. Después suelo leer la Biblia. Entregué mi vida al Señor hace dos años y eso me hace desconectar, estar fuerte de cabeza y de espíritu. En el fútbol hay momentos duros y eso me levanta el ánimo y me mantiene firme”, confesó

Ese cambio llegó tras una etapa complicada. “Tuve un momento bajo, no que toqué fondo, pero lo rocé. Ahí me estaba esperando el Señor. Investigué sobre religiones, leí el Corán, la Biblia, Buda… y me di cuenta que la verdad y el camino es Jesús de Nazaret. Ahí decidí entregar mi vida al Señor y desde entonces ha sido un crecimiento espiritual”.

En su memoria también guarda una anécdota especial: haber compartido una publicidad con Lionel Messi cuando era un niño y estaba en la cantera del Espanyol. “Tenía 12 o 13 años y Messi estaba en el mejor momento del Barça, no lo podía creer, no me salían las palabras. Él estuvo cinco minutos y yo todo el día, pero me pude sacar una foto con él. Fue hermoso verlo en persona”.

A los 23 años, con raíces argentinas, formación europea y presente en Uruguay, Anello se define por la resiliencia y sueña en grande, pero disfruta del presente con mucha fe: Boston River y la chance de pelear el Clausura.

Agustín Anello festeja un gol con Boston River en la Liga AUF Uruguaya.
Agustín Anello festeja un gol con Boston River en la Liga AUF Uruguaya.
Foto: Boston River

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