Con carpeta: Aguada dominó a un desorientado Nacional en la tercera final y dio vuelta la serie 2-1

Restaban poco menos de tres minutos en el reloj y Aguada, que nunca estuvo abajo en el tanteador pero le costó cerrar el partido, ganaba por ocho puntos que dado el trámite no parecían suficientes. Menos cuando en una jugada aislada Jamil Wilson, determinante tanto en defensa como en ataque durante todo el juego, se dobló solo el tobillo derecho y salió de la cancha rengueando.

La posesión siguió siendo del rojiverde y un minuto después el americano le pidió a Germán Cortizas para volver a entrar, en una pierna. Se hizo cargo de la ofensiva y, con la marca encima, puso la daga: doble de media distancia para sacar 10 y que los fanáticos aguateros pudieran por fin empezar a saborear la victoria.

La alegría fue completa cuando dos minutos después, arriba por ocho, el Pepo Vidal mostrara una obra más de su interminable repertorio: penetró por el centro y, entre un montón de manos tricolores, se inventó una bandeja y sacó la falta. La pelota bailó durante dos vueltas al aro antes de entrar y “La Brava Muchachada” explotó. Y después completó la jugada de 2+1 desde la línea de libres.

A pesar de que la incertidumbre se extendió hasta el final, fue un partidazo de Aguada que pudo dar vuelta la serie, ante un rival que sin un juego tan vistoso pero con mucho empuje, lo peleó hasta el final.

Foto: Ignacio Sánchez.

Nacional extrañó a James Feldeine, que se dejó ver en el banco de suplentes para brindarle apoyo moral a sus compañeros. Pero Mike Smith aprobó con buena nota en su re-estreno con la camiseta tricolor: 18 puntos con 53% de acierto, el que más anotó de su equipo.

Entre los bolsos, es para destacar el partido del panameño Ernesto Oglivie, que cuando los puntos no aparecían fue quien atropelló bajo el poste para mantener al tricolor en partido. Terminó con 16 puntos y 58% de acierto. También Patricio Prieto, que más allá de su notable desgaste metió tres triples importantes cuando la pelota quemaba.

El que esta vez no pudo brillar fue Gastón Semiglia con apenas 10 puntos con 26% de acierto (1/9 triples), ni tampoco el brasileño Maozinha, que aunque saca ventaja con su físico y levantó a la tribuna con dos volcadas (una en cada aro), aportó apenas seis puntos y fue dominado por Wilson y Frank Hassell en las dos áreas.

Foto: Ignacio Sánchez.

En general, desde el principio, Aguada fue superior, manejó el ritmo, pero no pudo reflejarlo en el marcador sino hasta el final. Un dato peculiar de la noche fue el partidazo de Donald Sims, pero en otro rol. Metió 10 puntos en el primer cuarto, cuatro en el segundo y solamente dos en toda la segunda mitad. No metió ningún triple de los dos que intentó. Pero terminó con un 50% de acierto, nueve rebotes y cuatro asistencias. Y, en el lenguaje futbolero, arrastró marcas para que sus compañeros encontraran los espacios en la defensa de Nacional.

La gran figura fue Wilson, de enorme desgaste y una clase bárbara que supo demostrar cuando el equipo lo necesitó. También Vidal y Hassell, los otros dos goleadores del aguatero, y Juan Santiso y Fede Pereiras con su habitual aporte defensivo y puntos del perímetro que pesaron.

El otro dato que marca cómo Aguada dominó la pelota, es que Nacional se cargó de faltas personales: 23 contra 15. Fue el partido menos puntos de Nacional (73) en toda la temporada, teniendo en cuenta tanto Liga Uruguaya como Sudamericana.