LA CLAVE
La polémica en torno a la acción de amparo que frenó la vacunación de niños, tuvo algo positivo. Logró que figuras políticas y sociales de todo el espectro, desde el Partido Comunista hasta (casi) todo Cabildo Abierto, desde el Sindicato Médico al secretario de Presidencia, Alvaro Delgado, coincidieran y estuvieran en la misma línea. Esto, que parece raro, debería ser la norma cuando se trata del interés colectivo. Y deja en evidencia la proporción ínfima de quienes defienden este disparate.