Fue una semana atípica para un mes de enero, sobre todo éste que se nos vino encima, donde el calor, su secuela de incendios y la apocalíptica sequía parecían monopolizar todas las informaciones. La reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Buenos Aires, con el regreso de Lula a la presidencia del Brasil, su visita a Uruguay y su reunión con el presidente Lacalle Pou; su charla con el expresidente Mujica, para luego cerrar con la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, generó una impresionante agenda informativa.

Veamos:

1) La presencia del presidente Lacalle Pou no pasó desapercibida en la reunión de la Celac. Todo lo contrario, fue excelente y marcó la agenda. Ratificó los valores de la democracia, la defensa de los derechos humanos, la institucionalidad republicana y el libre comercio como mecanismo para alcanzar la prosperidad y puso el énfasis en una verdadera y efectiva integración regional -desde México a Tierra de Fuego- más allá de las distintas ideologías que pudieran tener los gobiernos de la región.

Pero, lo nuevo y “revolucionario“ fue plantear un mercado común de los 33 países que integran la Celac, y dejar de ser un “club de amigos ideológicos”.

“En algún momento -expresó Lacalle Pou- ninguno de nosotros va a estar acá, y no sabemos quién nos va a suceder. No sabemos cuál va a ser su ideología. Sí sé, y hablo en nombre de Uruguay, que venga quien venga va a representar los intereses nacionales y va a venir aquí a apoyar a este foro. Mal hacemos en ponerle un tinte ideológico a la Celac. Yo he escuchado discursos que comparto, discursos que comparto la mitad y discursos que no comparto casi nada. Pero aun así, sin compartirlos, entiendo que nuestras naciones se tienen que vincular, y por eso, cuidado con la tentación ideológica en los foros internacionales, porque lo que sucede es que cuando cambie la ideología de un lado o cambie para otro, los foros se desvanecen”.

2) La reunión con Lula. Hubo coincidencia y acuerdos en temas fronterizos, como la hidrovía de la Laguna Merín y de Los Patos, el dragado del canal, el puente binacional de Río Branco y la posibilidad de que el aeropuerto de Rivera sea binacional, entre otros. Pero también, lógicamente, estuvo el de los acuerdos internacionales y, concretamente, el Mercosur y las gestiones uruguayas por un Tratado con China.

Lula destaco que “los reclamos del presidente Lacalle Pou (TLC con China) son más que justos. Primero, porque el papel de un presidente es defender los intereses de su país, de su economía y de su pueblo. Y por eso es importante abrirse lo más posible al mundo de los negocios”.

En la declaración conjunta de ambos presidentes estuvo la modernización del Mercosur y la intención uruguaya de negociar un tratado con China. Sobre el Mercosur, Lula destacó la necesidad de fortalecerlo. Y para ello es “ urgente” que se concrete el acuerdo con la Unión Europea, un tema que reconoció que ya se discutía en el año 2003 cuando inició su primer mandato “y aún se discute”.

“Vamos a intensificar las discusiones con la Unión Europea y vamos a firmar ese acuerdo, para que podamos discutir un posible acuerdo entre China y el Mercosur y creo que es posible”.

El problema es el que el mismo Lula lo dijo: que hace más de 20 años que se está negociando y muy poco se ha adelantado. Ocurre que en la UE hay un grupo de países que no están de acuerdo con la firma del Tratado. En mayo de 2021, Francia reiteró que no firmará el acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur si no se modifica para dar garantías sobre la protección de la Amazonia, el respeto de las normas agroalimentarias y fitosanitarias europeas y la lucha contra el cambio climático. Subrayó que su país “no transigirá“ y que “no está sola” dentro de la UE en su oposición a a la firma con el Mercosur, sino que hay otros países que comparten su visión, como Bélgica, Países Bajos y Austria.

¿Esperaremos 20 años más para ver si se logra el acuerdo?

3) Por último, Lula visitó a la intendenta Cosse. No se habló del Antel Arena. Cosse entregó al presidente Lula el premio “Mas verde”, y luego saludaron desde el balcón al público que se había reunido con banderas y carteles frenteistas. “Se transformó más en un acto político que en un reconocimiento”, sintetizó molesto el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, que había compartido con Mujica la reunión con Lula.

En definitiva, esta semana que pasó dejó claramente dos hechos muy positivos: la intervención del presidente Lacalle en la Celac donde marcó una clarísima línea de pensamiento democrático y de integración regional y una excelente relación con el Brasil, la gran potencia sudamericana, basada en intereses mutuos que pueden repercutir muy favorablemente en las relaciones comerciales e, incluso, de infraestructura que beneficiarán al país.