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La ignominia de la Regasificadora

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Coincidencias de la vida. 

El mismo día (jueves 20) que la justicia condenó al expresidente de Ancap, Raúl Sendic, por los delitos de abuso de funciones y peculado, la consultora internacional Price WaterhouseCoopers hizo llegar su informe final de auditoría sobre Gas Sayago (Regasificadora) al Directorio de UTE, que la había encargado el 30 de julio del año pasado a instancias del director blanco Felipe Algorta.

Ancap (800 millones de dólares) y Gas Sayago (más de 200 millones de dólares) fueron los grandes protagonistas -pero no los únicos- de los mayores escándalos en las últimas administraciones frenteamplistas, que significaron un tremendo agujero negro en la economía del país. Mil millones de dólares en total.

La diferencia está en que el tema Ancap se encuentra en las etapas finales de la Justicia, mientras que Gas Sayago aún no ha despegado, pese a los informes de una comisión investigadora de la Cámara de Diputados que funcionó la pasada legislatura. Ahora con la intervención de la consultora (que trabajó 10 meses e hizo un informe de 500 páginas), seguramente habrá un aceleramiento, porque lo que se ha conocido de la Regasificadora hasta ahora, ya es un espanto.

El ideólogo de la Regasificadora fue un nefasto “genio” frenteamplista llamado Ramón Méndez que, sin muchas dificultades, le “vendió el buzón” al entonces presidente José Mujica.

-La inversión alcanzaba los 1.125 millones de dólares y UTE (79%) y Ancap (21%) -las dos empresas públicas más poderosas del país- se constituyeron en “fiadores ilimitados, lisos y llanos” de la obra y el Estado otorgó una “garantía soberana” en caso de que se incumpliera “cualquiera de las obligaciones garantizadas”, firmada por el presidente Mujica.

-Se había solicitado a la empresa naviera japonesa MOL la construcción del buque tanque más grande del mundo (¡sí señor!), de 345 metros de largo por 55 metros de ancho, con una capacidad de almacenamiento de 263.000 metros cúbicos, que sería arrendado por Uruguay.

-La demanda de gas uruguaya comprendería el 10% de la producción, en tanto el 90% restante se exportaría a Argentina, por un mínimo de 10 años. Con esas previsiones, Argentina financiaría la obra. Pero nunca Argentina firmó documento alguno porque -entre otras cosas- tiene enormes reservas de gas natural, que no solo le permiten autoabastecerse sino que también le permiten vender, (como por ejemplo a Uruguay que es lo que hace). Además, tiene dos regasificadoras instaladas y si precisa más, no parece que en la época kirchnerista se “perdiera” esa posibilidad de inversión y explotación propias con las debidas “ganancias”.

Cuando se observa el escandaloso despilfarro de dineros públicos que hicieron los gobiernos frenteamplistas y el silencio cómplice del Pit-Cnt, rechina muy fuerte cuando hoy hablan, reclaman y exigen en medio de la pandemia.

-El resultado obtenido se estima en una pérdida que oscila en los 200 millo-nes de dólares, 700 obreros de la construcción pasados a seguro de paro y más de 300 empresas nacionales, de distinto porte y de los rubros más variados resultaron afectadas.

Más allá del informe final de la auditoría, trascendieron algunos números que manejó el director de UTE por Cabildo, Enrique Pées Boz, sobre esta empresa en liquidación. A grandes rasgos:

-Se llevan invertidos US$ 25 millones en infraestructura para escollera y muelle. A eso hay que agregarle US$ 8 millones (por lo menos) para el retiro de los 71 pilotes de la bahía que saltaron a la fama cuando el entonces candidato presidencial Daniel Martínez visitó el barrio Santa Catalina y sufrió el bullying de Jorge Zabalza.

Cada uno de los pilotes tiene 50 metros de largo y 40 centímetros de diámetro y están enterrados en el fondo marino a 30 metros de profundidad

-Se gastaron US$ 40 millones en un gasoducto que nunca llevará gas y otros US$ 50 millones en el dragado de un canal inservible.

-Existen litigios y procesos judiciales por encima de los US$ 90 millones.

-Muchos gastos menores, pero que pintan el desapego frenteamplista por el dinero de los contribuyentes: gerente general con sueldo de US$ 16 mil; “gimnasia laboral” por US$ 20 mil; almuerzos y cenas por US$ 200.000, mientras que el rubro viajes anduvo por los US$ 100 mil. Obviamente que todo esto es a grandes rasgos y falta mucho más que se conocerá cuando se divulgue la auditoría.

¿Cuántas familias carenciadas podrían recibir un respiro digno en esta época de pandemia o cuántas viviendas podrían financiarse en este país de asentamientos irregulares? Con todo este dinero quemado, seguramente no habría paro del Pit-Cnt el próximo 17 de junio porque sus proclamas y consignas carecerían de fundamento. Pero no es así; y como se trata de temas cuya responsabilidad es de gobiernos camaradas, nada reclaman ni dicen. Todos son conocidos.

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