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China y Uruguay se acercan

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Aunque con unos 3 millones y medio de habitantes, el presidente de Uruguay fue recibido personalmente por el primer mandatario de la populosa (1.400 millones) y milenaria China, Xi Jinping. La filmación de la ceremonia mientras caminaban por la alfombra roja, enmarcados dentro de la perfecta marcialidad del país asiático, no dejó a nadie indiferente. Lacalle Pou se puede decir que ya nos ha acostumbrado a verle en compañía de los número uno de las grandes potencias del mundo. Hace muy pocos días se le pudo contemplar en la muy deferente compañía del presidente de Estados Unidos.

A pesar de las enormes diferencias de tamaño, población y cultura, es posible que si hay voluntad e intereses compartidos, se salven distancias. Con la salvedad en este caso de que el presidente Xi habla fluidamente el inglés para beneplácito de Lacalle, dados sus años como estudiante en USA. En cuya nación suele haber corrientemente alrededor de 2 millones de chinos estudiando. Más allá de que las solemnidades estén firmemente establecidas y cualquier intercambio de tipo oficial deba ser hecho en el idioma de cada nación. En pos de un acercamiento positivo, el Uruguay se abocó desde que entablara relaciones diplomáticas en 1988 a acrecentar las posibilidades de intercambio y así lo demuestra el aumento casi aritmético del mismo, a partir de aquella fecha.

Pero es mucho el camino por recorrer y grande el panorama que se abre si la ambición expuesta una y otra vez por nuestro presidente desde que asumiera, muy específicamente en la primera reunión del Mercosur donde se encontró con la intempestiva reacción del presidente argentino Alberto Fernández, llegara a cristalizar. Dificultades no faltan y lamentablemente el triunfo de Lula abrió un nuevo frente negativo, más el enlentecimiento de parte de los chinos, los cuales han hecho saber que su preferencia es acordar con el bloque “in totum” y con los estudios de factibilidad efectuados. Pero la consigna de este gobierno se mantiene clara: no bajar los brazos. Y ahora de pronto parece abrirse otro horizonte tras la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada. No es disparatada por lo tanto, la esperanza de un soplo de cambio. El presidente electo argentino a lo largo de su campaña no ha dejado de proclamarse defensor de la apertura y la libertad de comercio. El tiempo dirá.

En su primera conferencia de prensa una vez terminado el viaje, el presidente Lacalle afirmó que si tuviera que sintetizar la visita lo haría con una frase de Xi, que manifestó que debía “acelerarse” la Asociación de Libre Comercio. Si entramos en los vericuetos de la semántica, no está de más aclarar que la diferencia entre Acuerdo de Libre Comercio y Asociación de Libre Comercio responde a los hábitos lingüísticos de cada estado. En el lenguaje chino se suele hablar de Asociación en lugar del otro término y las recientes palabras utilizadas de Asociación Estratégica Integral que ha dado lugar a interpretaciones varias, en realidad subrayan la amistad, más o menos sólida entre las naciones.

Si pensamos en lo de “que lo mejor es enemigo de lo bueno”, la estrategia de apuntar a la conveniencia de acuerdos bilaterales menos ambiciosos pero fructíferos, con la idea de lograr beneficios económicos tangibles en el corto plazo parece muy acertada. Y es lo que se ha hecho. En la página web de Presidencia de la República se resaltó que algunos de ellos podrían aumentar las exportaciones agropecuarias en 750 millones de dólares. China, que era nuestro primer socio comercial antes de la pandemia, hoy es el segundo.

Han sido 24 los acuerdos, todos valorados positivamente por el presidente Lacalle suscriptos luego de una ardua labor conjunta por parte del Estado y del sector privado. Cuya comitiva en esta ocasión estuvo compuesta por 45 representantes de los medios de producción, agropecuaria sobre todo.

También hay uno sobre asistencia jurídica mutua en asuntos penales, otro sobre educación que extiende el plazo de 20 a 25 años el cupo anual de becas completas para estudiantes uruguayos. Se reducen plazos burocráticos en la exportación. El protocolo de carne bovina elevará los ingresos totales de U$$ 21 millones a U$$ 50 millones, hay reducción del período de cuarentena para el ganado, algo que se buscaba hace 5 años. Y a la vez, actualización de protocolos de carne bovina y caprina.

Lacalle ha remarcado: “Tenemos una fortísima vocación de ser el ingreso al Cono Sur. Bendecidos como estamos por buenos puertos, la capacidad de los nuestros, para especializarse en transporte y logística y la calidad de nuestra producción”.

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