Jorge A. Bosch | Montevideo
@|¿Apostando al futuro?

Mucho han hablado, últimamente, los sectores progresistas sobre los indicadores de la triste realidad de la pobreza infantil. Sin embargo, en una actitud incomprensible resuelven ignorar cualquier propuesta de solución en tal sentido, y por el contrario se opta por privilegiar a quienes ya cumplimos con nuestro aporte a la sociedad. Es cierto que muchos tenemos jubilaciones o pensiones bajas y que sería muy deseable que las mismas se incrementaran, pero también es evidente que ya cumplidos los 60 o 65 años poco podemos aportar al entramado económico y social como jubilados. Mientras tanto dejamos totalmente de lado a los niños, aunque expresando frases altisonantes sobre sus derechos pero totalmente vacías de contenido en la realidad práctica.

Ya que se pretende que la Constitución se transforme en un cambalache discepoliano y tenga de todo como en botica; ¿no sería mejor incluir algo concreto sobre ayudas a la infancia depauperada, en lugar de privilegiar a quienes ya cumplimos nuestro ciclo?

Sin embargo, se sigue con una mirada demagógica y cortoplacista, los niños no votan... los jubilados sí.