@|Votan a una heladera si tiene los colores del FA.

Los cinturones de pobreza, que son fanáticos, votan a la izquierda. Los bohemios e idealistas, votan a la izquierda. Los miles de empleados públicos, ingresados y amparados por los gobiernos del FA, votan a la izquierda. Los muchos que viven de los favores y negocios del FA, votan a la izquierda.

Hay una cultura popular de una izquierda que ha desarrollado una imagen sencilla de bonanza dentro de un mundo imaginario, lleno de colores y música, con canciones de letras acusadoras a una supuesta oligarquía culpable de todos los males sociales, económicos y políticos que hacen de la izquierda el bálsamo que todo lo cura y da la solución que abre la puerta a ese mundo imaginario.

Si queremos ganar la Intendencia de Montevideo, debemos generar una oferta electoral con un menú que sea atractivo para las distintas opciones que nos presentan los sectores de la sociedad que hoy duermen en el sueño imaginario del populismo.

Y si votan hoy a la izquierda es porque los dejamos que así lo hagan. Este gobierno debe generar las acciones para educar estos sectores.
Nuestra oposición en Montevideo debe aggiornarse en una nueva imagen proactiva y con marcados perfiles sociales, económicos y políticos.

Ya tenemos la experiencia que nos da la oportunidad de salir del verticalismo de un partido político para trazar un corte horizontal que vincule los distintos integrantes de la Coalición, que sea la unidad creadora de las futuras acciones y oferta electoral triunfadora.

En nuestra visión, la realidad cambiante nos obliga a crear una estructura viva, activa e integradora de los viejos movimientos de la estructura de cada partido y los nuevos movimientos, que son la caja de resonancia de pensamientos e ideas que enriquecen.