@|El pasado viernes 18, quien firma como E.J.R. se pregunta cómo es posible que luego de los desaguisados cometidos por integrantes de los gobiernos frenteamplistas y que tantos cientos de millones de dólares de pérdida causaron al país (léase Gas Sayago, Pluna, Ancap, etc. así como el procesamiento de sus responsables) hayan ciudadanos que los sigan apoyando con sus votos o preferencias.

Pues yo tengo dos hipótesis ya sometidas a verificación, ambas interrelacionadas: 1) El desinterés en informarse al respecto. 2) La costumbre de apoyar a políticos de sus preferencias independientemente de la ausencia de racionalidad en el curso de sus acciones, es decir, actuar respecto de esos políticos como hinchas de fútbol.

Es entendible que aunque el equipo de fútbol de nuestros amores pierda diez partidos seguidos sus hinchas lo sigan apoyando. Esa es una conducta emocional atendible.

Pero cuando se trata de miles de millones de dólares que se pierden por ineptitud, capricho o "delirios de grandeza" de gente que jamás manejó un kiosco y a pesar de su falta de calificaciones se les puso a dilapidar el dinero de toda la sociedad, y aún así hay una parte de la población los ha seguido apoyando, es ahí donde adquieren certidumbre las hipótesis mencionadas.

Y a la vez, es entonces cuando muestra razón aquel aserto que reza que cuando en un país democrático gobierna gente con los déficit aludidos, es porque el pueblo se encuentra bien representado. De tal palo, tal astilla. Así estuvimos durante los tres períodos en los que gobernó el Frente Amplio.