@|Los ciudadanos uruguayos que deseamos el bien y el progreso del país cada vez nos vemos más preocupados por la actitud desestabilizadora de los diferentes sindicatos, liderados por la agrupación “madre” - el “PIT-CNT” - y con apoyo de políticos de la oposición.

No es aceptable que los sindicalistas se crean con más derechos que cualquiera de los demás habitantes del país y sin ninguna obligación ni responsabilidad. La analogía del “palo en la rueda” es insuficiente para reflejar lo que está ocurriendo. En la práctica, se está procurando “detener los motores de la economía”, lo cual es mucho más grave. Al mismo tiempo, se continúa con el “latiguillo” permanente de “la lucha de clases” como motivador del accionar de los grupos más radicales.

Los sindicatos dejaron de tener un rol de defensa de los derechos de los trabajadores en los ámbitos específicos en los que estos desarrollan su actividad, para pretender ser protagonistas de la conducción del país, cuando no son electos por el conjunto de los uruguayos (y, ni siquiera, por la mayoría de los trabajadores a quienes dicen representar).

Como indicaba el Dr. Nelson Larrañaga Zeni en su publicación titulada “El derecho de huelga y sus límites” (disponible en la “web” - www.islssl.org/wp-content/uploads/2013/03/Uruguay-Zeni.pdf):

-"La aplicación sin límites de las medidas sindicales que estudiamos en este trabajo, reclama el urgente dictado de reglas sobre el ejercicio del derecho de huelga y otras medidas de conflicto, así como sobre los mecanismos de prevención y solución de los conflictos”.

- “El objetivo de estas reglas es redefinir las condiciones del uso del derecho de huelga, para salvar su sustancia frente a las degeneraciones de un conflicto corporativo e irresponsable”.

Sin duda que es imprescindible avanzar por este camino en el Uruguay de hoy.