Confieso que ayer de mañana temprano, sentí una alegría inmensa, al abrir los portales de noticias y enterarme que María Corina Machado, es la nuevo Premio Nobel de la Paz.
Sí, María Corina, como la llamamos con familiaridad quienes seguimos con atención lo que sucede en Venezuela. La ingeniera industrial que el pasado 7 de octubre cumplió 57 años y, desde hace más de una década, se convirtió en la líder de la oposición por el coraje con que combate a la tiranía venezolana y promueve la democratización de su país. Perseguida por el chavismo, desde que se plantó en la Asamblea Nacional ante el mismísimo Hugo Chávez y le exigió respuestas a la situación del país. “Llevamos 8 horas escuchándolo, presidente”, dijo y agregó: “Le pido respuestas para la Venezuela decente, la que respeta la propiedad privada y no quiere abrazar al comunismo” …
El Premio Nobel de la Paz 2025 se otorga a “una valiente y comprometida defensora de la paz, a una mujer que mantiene viva la llama de la democracia en medio de una creciente oscuridad”, anunció el presidente del Comité Noruego del Nobel.
Minutos antes, el director del Instituto Nobel noruego, Kristian Berg Harpviken, le comunicó, a Machado la obtención del galardón. Harpviken, visiblemente emocionado, habló por teléfono con una conmovida María Corina que sorprendida y con voz entrecortada por las lágrimas expresó: “No tengo palabras. Me siento honrada, abrumada y muy agradecida en nombre del pueblo de Venezuela (…) Estamos trabajando muy duro para lograrlo (la libertad y la democracia), estoy segura que ganaremos”.
Es sabido que Machado vive oculta en algún lugar de Venezuela, protegiéndose de la dictadura de Nicolás Maduro. Una dictadura que no solo viola escandalosamente todos los Derechos Humanos, sino que ha expulsado a más de 5 millones de venezolanos de su propio país, cuya economía fue arrasada por el régimen populista. Solo en Uruguay, según el censo de 2023, residen 16 mil venezolanos.
María Corina Machado, fue reconocida con un galardón que en el pasado reciente lo recibieron, entre otros, Amnistía Internacional (1977) la Madre Teresa de Calcuta (1979), Adolfo Pérez Esquivel (1980), Desmond Tutu (1984), Lech Walesa (1982), Mijaíl Gorbachov (1990), Rigoberta Menchu (1992), Nelson Mandela (1993), Jimmy Carter (2002) y Barak Obama (2009).
La elección no cayó muy bien en Washington, donde el presidente Donald Trump había manifestado públicamente su deseo de recibir el Nobel de la Paz. El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, consideró que el Comité, al otorgar el reconocimiento a Machado en lugar del presidente norteamericano, adoptó una decisión que puso “la política por encima de la paz”. Y agregó: “el presidente Trump seguirá alcanzando acuerdos de paz, poniendo fin a guerras y salvando vidas”.
Maduro decretó el comienzo de la Navidad en Venezuela a partir del 1° de octubre y nueve días después le llegó el regalo. Seguramente no fue lo que había pedido y menos lo que esperaba, pero es un presente que todo el mundo democrático celebra. Sin dudas hoy la Democracia está más cerca en Venezuela. ¿Será mucho pedir que llegue para el 6 de enero?