Un ministro sin respuestas

Esta semana se registraron siete homicidios en menos de 48 horas. La cifra lo dice todo. Mientras escribo esta columna se desarrolla, por la escalada de asesinatos, una reunión entre el ministro del Interior, Carlos Negro con los jefes de Policía de Montevideo y Canelones y otras jerarquías.

Semanas atrás, aquí mismo, escribía sobre el regreso a la era Bonomi. Me refería entonces a la voladura de cajeros automáticos y atracos a sucursales bancarias que se registraron entre mayo y agosto.

Durante la campaña electoral, el Frente Amplio propuso una docena de medidas sobre la seguridad ciudadana. Denominó a las propuestas: Prioridades para gobernar Uruguay.

Entre esas prioridades se mencionaba: Desarrollar un Sistema Integral de Lucha Contra el Crimen Organizado y el Narcotráfico para reducir la capacidad operativa de los delincuentes. Intensificar el patrullaje del Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO) en los barrios. Aumentar el número de cámaras y dispositivos de videovigilancia, incluyendo tecnología de registros de matrículas y sistemas de identificación facial. Implementar el Plan Más Barrio para controlar el crimen organizado en el territorio y mejorar la infraestructura en los barrios.

Crear una Fuerza Especial de Tareas para la investigación criminal de alta dedicación. Incorporar 2.000 nuevos efectivos policiales durante el período 2025-2030. Fortalecer la atención en comisarías con estudiantes universitarios para la recepción de denuncias e información. Incorporar 2.000 dispositivos móviles de respuesta inmediata para casos de Violencia Basada en Género…

Una vez que el FA ganó las elecciones y asumió el Gobierno, nos enteramos que se elaboraría un “Plan Nacional de Seguridad y Convivencia” y hoy se dice que estará pronto en abril del año próximo.

Se sostiene que la luna de miel con cualquier gobierno que comienza, dura seis meses. Se supone que en dicho semestre la nueva administración sienta las bases y define su estrategia para el quinquenio que gobernará y pone rumbo hacia ese puerto. En días se cumplirán siete meses del inicio de la administración de Yamandú Orsi. En materia de seguridad ciudadana, nada de lo prometido se ha concretado.

Es evidente también, que hay un retroceso con respecto a los logros que sí se habían comenzado a alcanzar en el último tramo de la administración anterior.

La ausencia de la presencia policial en las calles y la reaparición de bandas que atracan comercios a plena luz del día y hasta locales en Shoppings, son repliegues muy evidentes. O episodios lamentables como el sucedido durante el partido clásico del 6 de julio, en el que resultó gravemente herido un policía.

Es evidente que no se debe politizar el problema de seguridad ciudadana, así como tampoco se pueden rehuir las responsabilidades.

El ministro del Interior, no da la cara, no responde a la prensa, y lo que es más importante aún que comparecer ante los periodistas, jamás se lo ve recorriendo los barrios donde los delincuentes se mueven con libertad e impunidad. Los vecinos claman por seguridad, pero para ellos, Negro, tampoco tiene respuestas.

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