Sebastián Piñera (1949-2024)

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La semana pasada la noticia del fallecimiento del expresidente de Chile Sebastián Piñera en un trágico accidente fue un golpe duro para muchas personas en todo el mundo. Es que Piñera vivió su vida con tanta intensidad, desarrolló tantas tareas diferentes y alcanzó a tantas personas dentro y fuera de su país que las muestras de pésame se multiplicaron con naturalidad.

Todo lo que se propuso Sebastián Piñera en su vida lo alcanzó gracias a una prodigiosa inteligencia, una extraordinaria capacidad de trabajo y una feroz persistencia para alcanzar lo que quería. En una primera etapa esencialmente intelectual, completó un doctorado en la Universidad de Harvard donde también se desempeñó como profesor e investigador. En una segunda etapa se destacó como empresario en diversas áreas, siendo tan exitoso que logró convertirse en uno de los hombres más ricos de su país. En una tercera, y más conocida, etapa, se dedicó a la política, alcanzando la presidencia de su partido Renovación Nacional, una banca en el Senado y luego, en dos ocasiones la presidencia de la República.

Como intelectual, empresario y político Piñera alcanzó las cumbres de cada una de esas profesiones, algo casi inigualable por persona alguna en el globo. Como político le cupo un rol fundamental al encaminar a la derecha chilena hacia el triunfo electoral, algo que no lograba desde 1958. Desde su temprana militancia política como opositor a la reforma constitucional propuesta por la dictadura de Pinochet en 1988 pautó un camino hacia una derecha moderna, pragmática y vital que lideró con su estilo. La muerte lo alcanzó procurando una amplia alianza desde los Republicanos hasta la Democracia Cristiana (el partido de su padre) en una nueva etapa que ya no lo tendría como protagonista.

Desde siempre y más en los últimos años estuvo comprometido con la democracia en América Latina. Recientemente había sido uno de los impulsores del Grupo Libertad y Democracia que logró aglutinar con éxito a los liberales del continente. Por todo esto la muerte lo encuentra en un momento de plena actividad, cuando todavía tenía mucho por hacer, lo que es especialmente lamentable.

Las muestras de congoja, desde mandatarios y exmandatarios de todo el mundo hasta la gente que se agolpó en las calles para despedirlo, dan muestras de un reconocimiento extraordinariamente amplio. La guardia de honor y los discursos en su homenaje del presidente Gabriel Boric y los expresidentes Eduardo Frei y Michelle Bachelet pautan su entrada a la historia de Chile por la puerta grande. Con el reconocimiento del presidente Boric de que “Durante su Gobierno, las querellas y recriminaciones fueron en ocasiones más allá de lo justo y razonable” y de que “Fue un hombre que siempre puso a Chile por delante, que nunca se dejó llevar por el fanatismo o el rencor.” Debería cerrarse el capítulo que intentó ponerlo como el villano de una película que bien mirada lo muestra como un héroe que logró encaminar a su país hacia la paz luego del estallido social.

En lo personal, quiero recordar el enorme gesto que tuvo para conmigo y con el CED al aceptar ser el orador principal en nuestro evento de lanzamiento, hace ya casi ocho años, dándonos un espaldarazo que fue decisivo para lo que vino después. Su vida íntegra, sus ideas de libertad y su ejemplo como gobernante quedan con nosotros.

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