Buenísima expresión alemana para calificar a las ideas “brillantes”, inspiradas por el aguardiente (Schnaps).
Pues, en lo que va de este gobierno, estamos asistiendo a una verdadera sinfonía de schnapsidees: las hay vivaces, allegros, scherzos… en fin, de todo.
Vean, si no, algunos ejemplos:
1) Gastar más de 30 millones de dólares en darle al Instituto Nacional de Colonización una carísima estancia, supuestamente para fomentar la radicación de gente en el campo, (a contracorriente de las tendencias, tanto poblacionales como productivas), y a una industria que padece severas dificultades económicas y comerciales.
2) Prohibir la exportación de ganado en pie, supuestamente para solucionar problemas de la industria frigorífica - mayoritariamente en manos extranjeras - generados por causas totalmente ajenas a la provisión de materia prima.
3) Reducir la jornada laboral (pagando lo mismo - obvio). Cuando el país padece un problema, tan serio como crónico, de baja productividad y altísimos costos, (producto -entre otras cosas- de origen laboral) y el comercio mundial está pasando por uno de los momentos de mayores distorsiones e incertidumbres.
4) Cambiar aspectos básicos del régimen de seguridad social, como son la edad de jubilarse y las AFAP. Lo primero, a contramano de lo que ocurre en el mundo y ambas cosas en contra de lo resuelto por la ciudadanía.
5) No sólo continuar con un régimen de Consejo de Salarios rígido y estatista si no, además, imponiendo pautas salariales al barrer, sin considerar las distintas realidades económicas y comerciales que viven las empresas, por causas propias, de las diferentes ubicaciones geográficas, de los tamaños, las actividades y las coyunturas.
6) Inventar un nuevo ente estatal para uniformizar ideológicamente la formación de docentes y así confirmar la cultura dominante en nuestra educación, (igualitaria, teórica, enciclopedista y ajena a la realidad económica del país y de su juventud). Efectos que van más allá del ámbito público, afectando a todo el sistema educativo nacional.
7) Entorpecer el desarrollo de las universidades privadas, perseverando en la cultura de la desconfianza, la envidia y la reglamentación, macro y micro. Como si su existencia fuera una anomalía, que un día se escapó de la prisión y que, a falta de la posibilidad de extinguirlas, por lo menos hay que trancarlas y evitar que se desarrollen, en aras de una ideología que considera la educación como un derecho, si la presta el Estado, pero como un privilegio cuando es privada. Como si a las personas y a la sociedad toda no le llegaran los mismos beneficios en uno y otro caso, (sólo que en el segundo, con menor costo para el contribuyente).
8) Volver a meter al Banco Hipotecario en las tareas de construir y - peor aún - de subsidiar activamente, (anunciándonos que se vendrán recurrentes reclamos de refinanciaciones y perdonatuttis).
9) Prohijar el abuso sindical aprobando la afiliación sindical forzada y facilitándola - en el caso de la pesca - donándole al sindicato, que quiere prepotear a los trabajadores, una sede, para ello, en el portón de entrada al puerto. Contribuyendo así a poner una industria al borde de la quiebra.
10) Volver a la “demagogia del porcentaje”, tan utilizado cuando tocó dar manija para la educación pública. Ahora es para hacer demagogia con el tema de la pobreza infantil (y también para cobrar cuentas y patear canillas a la interna del gobierno), proponiendo el tan manido “1% a los más ricos”
11) Usar la Ley de presupuesto para terminar de liquidar el secreto bancario
El último movimiento (hasta hoy) de esta sinfonía - cuyo director no ha conseguido ubicar dónde está la batuta - es el fantástico invento de crear un “Banco Municipal”.
Es justo lo que el país NO PRECISA. A propósito, la (habilísima) estrategia del gobierno de comprarse la adhesión de los intendentes con aportes tributarios (grosos), va a traer complicaciones políticas (y mayores costos).
Alguien debería mocionar para que, en todos los documentos emanados del gobierno, se ponga uno de esos hexágonos que diga “exceso de voluntarismo”.