Desde el comienzo de este gobierno, la izquierda ha buscado instalar un falso relato sobre el fin de las políticas sociales. Casi como una muletilla, dirigentes políticos y sindicales repiten en cada aparición pública esta falsa premisa.

Al analizar lo realizado en estos 19 meses de gestión, es imposible no hacer referencia a la pandemia. Frente a la incertidumbre del enemigo desconocido, el gobierno con el liderazgo de su presidente, marcaron un rumbo claro y firme. A pesar del griterío de algunas tribunas, Uruguay supo mantener un sano equilibrio entre las restricciones y la apertura de la economía.

En lo sanitario, el país respondió rápidamente fortaleciendo sus herramientas de testeo y seguimiento epidemiológico, así como fortaleciendo el sistema de salud con un aumento sostenido de las camas y recursos en cuidados intensivos, que permitieron afrontar el momento crítico de la pandemia con los recursos adecuados. En paralelo, Uruguay se coló entre los grandes, y pudo abastecerse con vacunas de calidad y en cantidad suficiente para lograr una de las mayores tasas de inmunización en el mundo.

En lo social, el Estado en su conjunto, a partir de la coordinación del Poder Ejecutivo con los Gobiernos Departamentales, implementó una serie de acciones para hacer frente al impacto del cierre de actividades y restricciones sanitarias.

Asistencia alimentaria, directa a través del cupón canasta TuApp, comedores y canastas de alimentos, e indirecta mediante el apoyo a ollas populares; apoyos al sector empresarial y trabajadores con la implementación del seguro de desempleo parcial; asistencia a las Pymes a través de la ANDE; implementación del programa Oportunidad Laboral en conjunto con las Intendencias; apoyos económicos a sectores más vulnerables a partir del refuerzo de prestaciones; entre otras, han sido algunas de las iniciativas implementadas por el gobierno para hacer frente a este escenario.

A esto, se suman los refuerzos focalizados en la primera infancia que se concretarán a pleno en el 2022, con una inversión en torno a los 50 millones de dólares. La apuesta del gobierno tiene el objetivo de atender un problema estructural que se ha visto agudizado por la pandemia.

Pero más allá de lo coyuntural, el Poder Ejecutivo ha avanzado con sus compromisos electorales con la aprobación de la LUC y la implementación de numerosas transformaciones en todas las carteras. Entre los hitos de estos meses, se destaca la aprobación de la ley de promoción del empleo en personas jóvenes, mayores de 45 años y personas con discapacidad (Ley Nº 19.973), y el nuevo marco propuesto para las Asignaciones Familiares Plan de Equidad del Mides, eliminando en el 2022 los límites de ingreso formal para quienes la reciben.

Sin lugar a dudas, el nuevo gobierno propuso modificaciones programáticas que responden a la decisión que tomó la gente en el 2019 definiendo un nuevo rumbo político. Lo que es absolutamente falso, es que el Estado se esté retirando del territorio o disminuyendo su alcance.

Luego de un año de pandemia cargado de incertidumbres, se avecina un escenario de mayores certezas. Cortar de raíz los falsos relatos, esos que buscan aumentar o generar una grieta, es necesario. Transitemos el debate con la honestidad intelectual que todos los uruguayos nos merecemos.