El fin de la luna de miel

Un informe publicado el pasado domingo por El País, sobre los hoteles del Centro de Montevideo, mostró sin ambages la triste y patética situación del barrio que supo ser el corazón de la ciudad.

Durante la pandemia el proceso de cierre de hoteles se aceleró. Entre ellos: el Lancaster, el Balmoral, el Lafayette, el Embajador, el Sheraton, etc. Algunos se han reconvertido en oficinas o residenciales, otros simplemente cerraron. Los turistas hace mucho tiempo que descartaron al Centro para hospedarse, es más desechan Montevideo porque -nos duela o no- es una ciudad decadente y sin atractivos. Los visitantes que por negocios o trabajo llegan a la capital, ni por asomo van por el Centro.

“La presencia de personas en situación de calle, los campamentos improvisados, la suciedad en las calles, todo eso genera una imagen deprimente. Hay turistas que directamente deciden no hospedarse en el Centro porque se sienten incómodos”, sostuvo Francisco Rodríguez, dirigente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay (AHRU).

El proceso de decadencia del Centro de Montevideo data de hace más de una década. No es una novedad. Aunque nunca se vio tan abandonado y degradado como en los últimos diez años, cuando las dos últimas administraciones del Frente Amplio, la de Daniel Martínez y la de Carolina Cosse, le dieron la espalda, bueno se la dieron a toda la ciudad y se concentraron en hacer sus carreras electorales con los recursos de los montevideanos. ¿Se acuerdan cuando Martínez intentó cobrar un impuesto a los turistas que pasaran más de una noche en Montevideo? El golpe de gracia a los comercios y también a los vecinos se lo dio Carolina Cosse con su ciclovía en 18 de Julio.

Caminar por el Centro de día es comprobar cómo edificios de muy buena arquitectura se encuentran vandalizados. Si se hace de noche, además de peligroso, se puede apreciar las cortinas de todos, todos los comercios pintarrajeados.

Una muestra elocuente, es la antigua sede del Jockey Club. Un soberbio edificio en 18 y Andes, cuyo frente se encuentra arruinado. Hace unos años se había anunciado que el grupo portugués Pestana lo había adquirido para hacer de él un hotel de lujo.

Hoy el Centro vive, también, una caída estrepitosa de los valores de los apartamentos. En edificios de notable arquitectura, se ofrecen a la venta viviendas de gran calidad a la mitad de precio de edificaciones similares en los barrios costeros. En estos días, se vieron imágenes del cateo que realiza la Intendencia en 18 de julio. Quieren saber si es posible hacer un túnel para un futuro corredor de ómnibus.

Está bueno tener proyectos ambiciosos o sueños grandes, pero en una ciudad que sigue siendo un gran basural, suena a sarcasmo.

En estos días la Intendencia ha salido a multa a los vehículos mal estacionados. Se sabe, hay que recaudar para pagar las festicholas de la ingeniera Cosse. Lo cierto es que las multas a mansalva comenzaron hace más de tres semanas, y se hacen en operativos comando en Pocitos y Punta Carretas. Allí están los cajetillas.

Bergara, no se dio cuenta que su luna de miel está en los descuentos. Pierde la oportunidad de demostrar que él sí va a trabajar por Montevideo.