De susto en susto

Esta semana y la anterior han sido de perplejidad y azoramiento ante la fiebre woke que, ya en grado de pandemia, ha eclosionado en ámbitos del Frente Amplio.

El último episodio parece chiste, si no fuese trágico. Desde algún sector minúsculo del Frente provino la propuesta de eliminar del texto de los códigos aquellas frases en que se alude buen padre de familia como paradigma de comportamiento ejemplar. Exigen que esa frase sea definitivamente eliminada por ser de un machismo flagrante.

Si uno se asombra por estos “progresos” que alguien que fue Diputado se anima a proponer, ya no le quedan restos para enfrentar lo que, desde ámbitos jerárquicos de la enseñanza, le acaban de plantear al Presidente Orsi: suprimir la jura de la bandera y la prohibición de entonar el tradicional “cual retazo de los cielos” porque incluye frases como “morir por mi bandera” que podrían corromper las mentes infantiles con una insinuación tanática.

El Presidente Yamandú Orsi, que atiende y contesta a todo el mundo con santa paciencia, les dijo: yo no tocaría nada, dejaría eso como está.

Como él es un hombre naturalmente pacífico no habrá tenido que hacer fuerza para guardarse los pensamientos que a otros nos brotan, como por ejemplo: ¿qué tendrá en la cabeza la gente que propone eso? ¿No se dan cuenta que, en último caso, es mejor que canten morir por mi bandera en vez de morir por Peñarol o matar por Nacional? ¿En qué país viven esos docentes?

Es ilustrativo, y a la vez doloroso, leer la columna del Dr. H. Gatto del lunes 8 donde recoge las recomendaciones de la asamblea ordinaria técnico docente (ATD) rechazando la reforma educativa del gobierno Lacalle Pou por “conservadora, inspirada en la necesidad de mano de obra barata” y argumentando que “la violencia estructural generada por el capitalismo incide sobre los centros educativos, adaptándolos a las necesidades de la economía mercantil en una suerte de colonización empresarial de la educación”. ¡Toda la película progre, vintage 1960, de un solo saque!

Siempre se ha subrayado que el Frente Amplio es un conglomerado político que abriga una gran heterogeneidad ideológica. No es eso lo peligroso. El Frente Amplio también es un conglomerado de visiones políticas, proyectos personales, lógicas de poder y estrategias de sobrevivencia, todo eso bajo la tutela (relativa) de un conductor común, el Presidente; hoy Orsi.

Así sucede que, un día, a alguno se le ocurre gravar al 1% de los más ricos, y a otro se le ocurre cerrar la exportación de ganado en pie y a un tercero abolir la jura de la bandera... y lo que nos puede deparar el mañana. Las posibilidades de frenar los disparates antes de que dañen son relativas: en el caso de la enseñanza han sido y son nulas (de ahí la decadencia constante de la educación).

Desde la primera presidencia de Vázquez para acá ha faltado en el Frente Amplio una cabeza con potestades y decisión de conducción; lo que hay son manejadores de equilibrios. Mientras eso no cambie nuestro país seguirá de susto en susto… y con una velita prendida a San Judas Tadeo, (patrono de los imposibles).

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar