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Construyendo memoria

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HEBERT GATTO

"Argentina 1985” es un reciente film que relata la lucha de dos fiscales, Julio Strassera y Luis Moreno Ocampo por hacer justicia en relación a los crímenes cometidos por la dictadura militar argentina.

Sin embargo el film, pese a su valentía, cae en una inexplicable omisión, en tanto no hace la menor mención a la labor de la Cinadep, cuyo informe final y las pruebas de los delitos cometidos por las Juntas, constituyeron el antecente necesarios de los mencionados procesos.

Cuando Raúl Alfonsín en diciembre de 1983 obtuvo en elecciones libres la presidencia de la Nación Argentina lo aguardaban desafíos en todos los frentes, desde el económico, tensado por la inflación y la impagable deuda pública hasta el enfrentamiento con las fuerzas armadas que se negaban de plano a cualquier revisión judicial de su desempeño durante la última dictadura. A regañadientes se aceptaba el cambio de gobierno, admitiendo que luego de Malvinas las FFAA carecían de respaldo para ese menester, pero se rehusaban a que cualquiera de sus integrantes pudiera ser encausado. No admitían siquiera que las juntas militares que habían gobernado fueran investigadas, aduciendo que condujeron un proceso de necesaria defensa frente a la insurgencia guerrillera del ERP o de Montoneros.

En este complejo panorama, con levantamientos de uno y otro lado, Alfonsín admitió la necesidad de procesar a los dirigentes, tanto del ejército como de la guerrilla, y aplicar a los restantes el eximente de “obediencia debida”. A tales efectos y con el fin documentar las desapariciones, homicidios y torturas se creó una comisión, la Conadep, (Comisión Nacional sobre la desaparición de personas), integrada por civiles de alto reconocimiento en su país, presidida por el afamado escritor Ernesto Sábato. La misma, sin el apoyo del peronismo, emitió su informe final el 20 de setiembre de 1984 consignando la desaparición de 8.961 personas, como resultado de una terrorífica y sistematizada represión estatal. El documento cuenta con un prólogo elaborado por Sábato. A la vista de lo cual Alfonsín aceptó al fin la intervención de la Cámara Federal (fuero civil) para juzgar los delitos de la dirigencia militar y sin equiparar ambas estrategias, también reafirmó la responsabilidad penal de los jefes guerrilleros.

Publicado como libro, el “Nunca más” gozó de una firme popularidad y abrió paso, aportando antecedentes, a los juicios a los mandos castrenses de 1985. No obstante en 2006, insólitamente, el peronista Néstor Kirchner le agregó un nuevo prólogo, alegando que el de Sábato acogía la teoría de “los dos demonios” en tanto culpabilizaba a la guerrilla e igualaba su desempeño con la represión estatal. Una afirmación que la lectura del informe descarta. Con este agregado, a la desfiguración de la verdad histórica, Kirchner sumó la imposición de sentido por parte del Estado, absolviendo a los guerrilleros. Tal como si el Estado pudiera corregir a su gusto documentos históricos. Una grave omisión en que recae la película que no menciona a la Conadep y su informe como antecedente ineludible de los juicios a las Juntas militares. Resta decir que en el 2016 Macri promovió una nueva edición del Nunca Más, únicamente con el prólogo de Sábato, restableciendo el original.

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