Como tantas cosas en el Uruguay, no solo poseemos un arroyo Seco o un Penal de Libertad. También hemos autorizado al legislador a darle la llave del gallinero al zorro para cuidar nuestras batarazas. Eso es la Jutep. O mejor dicho en eso mismo se convirtió el día que la voracidad voluntarista le quiso dar rango de servicio descentralizado por ley a una oficina del MEC que se encargaba de recopilar y documentar declaraciones juradas de bienes de políticos.
Como angelitos entregamos el principio de separación de poderes a algún Rasputín ajedrecista que entre 2014 y 2016 tercerizo la justicia penal a un servicio descentralizado y dejamos encapsular la ética en otro, como es la Jutep.
En 2 años violando la Constitución institucionalizaron el monitoreo de la impunidad. Pero fue recién en 2021 cuando el miembro político del FA y militante del PCU fue invitado a renunciar “por honesto”, y ese mismo día debimos haber decretado la defunción de la Jutep.
Nos dormimos. Recuerdo que el PCU le pidió la renuncia al director Jorge Castro porque osó acompañar con su firma un informe que denunciaba reparos a compras irregulares durante la construcción del Antel Arena. Ese día debería recordarse como la fecha del ultimo resquicio de la Dignidad del Servidor Público.
El pecado original, hay que ubicarlo en las cabriolas que algún Rasputín de turno ha encontrado para eludir los controles parlamentarios al Ejecutivo ampliando la cantidad de órganos públicos descentralizados.
En el caso Álvaro Danza la Jutep quedo al desnudo mostrando todo tipo de violaciones a la legalidad y la ética. Sucedió de todo. Se filtro informe de su sala de abogados y eso expuso aun mas a un directorio que se aparto de manera abusiva del mismo al fallar a favor del “Héroe del pluriempleo” Dr. A. Danza.
Con el agravante de tener una Presidenta que es profesional del Derecho, quien no solo se burló del texto constitucional (art. 200) sino que además desobedeció la propia normativa interna que ella misma redactó para seguir protocolos internos de transparencia.
La 2° interpelación a cargo del Dr. Abdala al Ministro de Educación y Cultura expuso con claridad este abuso de poder.
Si para algo sirvió dicha interpelación es simplemente para dejar en claro que urge eliminar ya la Jutep. Borrarlo ya del disco duro de la institucionalidad y hasta asegurarse que no quede resquicio alguno ni en la papelera de reciclaje.
Nunca mas políticos controlando políticos.
¿Quieres transparencia? O ¿quieres mostrarle al mundo que tu sistema político reposa en la ética?
Bien... que lo controle el Poder Judicial. Nunca órganos políticos.
Los totalitarismos en los países no siempre arriban al poder con un golpe de Estado. Ahora te lo van diluyendo en cuenta gotas en 1 infusión “de falsa legalidad”, y cuando despiertas te enfrentas a un enorme tablero de ajedrez con un jugador rival que te fue comiendo las piezas mientras tu dormías la siesta del “buenismo”.
Con tu reina en la mano sueña con gritarte “Dios movió al jugador y este te comió la pieza. Jaque mate”.
No deberíamos permitirlo.