Casupá

El miércoles fui a Casupá. Hacía unos 15 años que no iba. Allí nací, fui a la escuela y al liceo; en el 59 vine a estudiar a Montevideo. En el 63 con cuatro amigos fundamos en Casupá un quincenario (Impulso). En Casupá están enterrados mis padres.

Me lo tenía prometido. Con Sandor Díaz, amigos de siempre, programamos un viaje para el 7 de marzo del 2020; lo postergamos para el 14: y se declaró la pandemia. Habíamos convenido comidas con unos catorce amigos. Hoy, de aquellos, quedan unos cuatro; como decía Barry, ahora se muere gente que antes nunca se moría.

Tenía que decidirme; no sea que con el proyecto de Ortuño lo tape el agua y no lo vea más.

Fui por el día: muy poca gente para prosear del pasado. Sumamos en Casupá a Yiliam Tejera, amiga de la niñez, gran directora del Liceo por años.

Quería ver la casa que hicieron mis padres y, a pocos metros, la casa en que nací; están impecables. Ver la plaza, con foto del Obelisco, y la Iglesia: la Parroquia María Auxiliadora en la que tomé la comunión en 1950. Y la Escuela de Casupá; me atendió muy gentil su Directora. ¡Qué joven!; la Sra. María Elena la directora que nos recibió cuando fuimos con mamá aquel 15 de marzo de 1949, parecía más grande. Fui a mi primer salón, para mí estaba igualito y como que se me nubló la vista. Lo mismo me pasó en aquel entonces cuando vi alejarse a mamá, y yo, de la mano de mi primera maestra, la Sra. Hilda López, quedé allí, solito. Sabía escribir mi nombre en mayúsculas -DANILO- y con la D al revés, lo único. Allí me enseñaron a leer y a escribir; se los debo todo.

Luego a comer una “milanesa Don Braulio”, en el restaurante que fue de Braulio Fachelli, padre de un compañero de clase. Si habré comido de esas milanesas: eran famosas. Una nieta regentea el negocio, heredó la mano.

A fines de los 60 yo trabajaba en la sección de política y gobierno de La Mañana, una noche me llamó el Dr. Justino Carrere Sapriza.

-Qué dice Senador.

-Mi querido amigo Arbilla, sabe que hoy estuve en su pueblo de paso, paré para comer una estupenda milanesa en lo de Fachelli. Y sabe quiénes estaban en otra mesa, Washington Beltrán y Titito y Mario Heber.

-Qué éxito las milanesas.

-No será que iban para Cerro Colorado a hacerle alguna propuesta al Dr. Gallinal para judear a Wilson.

Fue el título del diario.

Casupá ha crecido y lo ha hecho bien. Prolijo y lindo.

Les cuento algo más: sucedió también en la redacción de La Mañana. Había venido de visita el Dr. Cyro Giambruno, gran caudillo riverista. Todos lo festejaban. No sé por qué alguno se refirió al “canario de Casupá”. Yo tecleando. Don Cyro se acercó y me preguntó: ¿Ud. es de Casupá?, lo que le confirmé con la cabeza. Entonces alzó algo la voz y recitó: “En el mundo hay tres lugares: París, Londres y Casupá”. Algunos rieron y los paró: “he sido embajador en Europa y soy de Fray Marcos, el pueblo rival y sé lo que digo: los días más felices de mi juventud los pasé en Casupá, ¡qué carnavales!, ¡qué bailes!, y la milonga (y se extendió un poco en detalles). “Cuando yo era joven, Casupá brillaba”.

PD. Estos apuntes quizás sirvan a mi bisnieto, para que sepa “de dónde” por si se lo lleva el agua. Ponga cuidado ministro, estúdielo bien, por favor.

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