Pasó más un año desde que se declaró la pandemia. Casi trece meses en los cuales se ha visto de todo: países arrasados, sistemas de salud desbordados, cifras de muertos desoladoras.
El domingo pasado, en entrevista con El País, el Ministro de Defensa Javier García dijo algo que impactó a este columnista. No por nuevo, pues ya lo había dicho antes su par de la Cartera del Interior, Jorge Larrañaga, consultado por el mismo tema. Pero sí por preocupante.
Hay cosas que uno sabe que no pueden fallar.
En una etapa temprana de la evolución, los antepasados del Hombre confeccionaban herramientas básicas valiéndose de huesos y piedras. Con ellas cazaban y cortaban la carne de sus presas.
Santiago García no está haciendo goles en el Cielo.
Cualquiera sabe que la noticia no es que un perro muerda a un hombre sino que un hombre muerda un perro.
El senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, declaró que desde la oposición “alentaron muchas veces movilizaciones, reuniones, marchas que pueden haber estado en el origen de esta disparada de los contagios; hay varias posiciones al respecto, pero es una de las posibilidades”.
En televisión y redes sociales abundan los videos donde personajes enojados, generalmente representando sujetos aspiracionales, le hablan al año 2020 como si se tratase de una entidad cruel que desplazó de una patada al inofensivo 2019 para sembrar el mal en la Tierra.
Hace un tiempo, un empresario cuestionó a este columnista por una nota publicada en un portal de deportes. Adjudicaba su enojo a que el texto exponía información falsa sobre los productos que él comercializa.