Los numerosos intentos de la izquierda de minimizar el triunfo de Lacalle Pou en el balotaje son una señal política muy grave.
Los removedores episodios de la primavera chilena dejan algunas lecciones para el escenario político y social que se nos abrirá el año próximo.
El favoritismo de Lacalle Pou-Argimón es más pronunciado hoy que a fines de octubre. Con la alternancia en puerta, ¿qué características de largo plazo quedaron fijadas para este nuevo tiempo político?
La campaña al balotaje muestra dos talantes muy distintos.
Envié a un amigo blanco un mensaje que me parecía resumía bien la noche electoral del domingo: hay Patria. Me respondió, corrigiéndome con razón: hay Patria, para todos.
El espíritu tribal sobre el cual tan bien ironizó Julio Herrera y Reissig en el “Tratado de la imbecilidad del país” hace más de un siglo, se mantiene vigoroso.
Hay dos grandes movimientos de opinión y procesos de decisión que se opondrán en esta semana previa a las elecciones.
Bien dice el Eclesiastés que hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol. A tres semanas de las elecciones, hay que entender bien qué momento político vivimos.
En campaña electoral se explican realidades, se exponen sueños, se narran caminos para emprender el futuro.