banco república
Álvaro García asumió la presidencia del ente, sustituyendo a Salvador Ferrer, en un acto multitudinario ayer.
La empresa Dibels S.R.L, propiedad del presidente de Peñarol, Juan Ignacio Ruglio, y su esposa debe $ 6 millones al Banco República, según el fallo judicial.
La convocatoria es para ocupar 20 lugares en TI a los que se podrían agregar otras vacantes que se generen por jubilaciones. La convocatoria está abierta hasta el 17 de octubre.
MERCADOS El dólar interbancario volvió a caer ayer luego de haber registrado el lunes el descenso más grande en más de un año. La divisa cayó 0,36% y cerró en un valor promedio de $ 42,811. Este valor es el mínimo en más de seis meses dado que el 17 de febrero de 2021 cotizaba en $ 42,804. Durante la jornada de ayer, la moneda estadounidense cotizó entre un valor de $ 42,78 y $42,9, para cerrar finalmente en $ 42,8. El valor de cierre implicó una caída de 0,35% respecto al anterior. En lo que va del mes de agosto, el dólar acumula una baja de 2,04% mientras que en el año aumenta 1,11%.
CASO PLUNA Juan Carlos López Mena. Foto: Pablo S. Fernández. Una resolución por mayoría de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) dio la razón al Banco República en el diferendo que mantenía con el empresario Juan Carlos López Mena, por la fallida subasta de aviones de la ex Pluna. Así, una historia que lleva casi nueve años parece llegar a su fin, ya que un fallo de la SCJ es una sentencia firme y no tiene posibilidades de ser recurrido. La historia se remonta a 2012, cuando el gobierno resolvió cerrar la aerolínea Pluna luego de millonarias pérdidas. Tras no encontrar interesados en la aerolínea, el gobierno de José Mujica procedió a rematar siete aeronaves CRJ 900 Bombardier de la exPluna Sociedad Anónima. Para ello, aprobó una ley que creó un fideicomiso al que fueron transferidas las aeronaves y que quedaba fuera del concurso de acreedores. El objetivo era: con el dinero obtenido por la subasta, se procediera a pagar un crédito al banco canadiense The Bank Of Nova Scotia con el que se habían comprado los aviones. El Estado había salido de garante de ese crédito que fue gestionado por Pluna S.A., cuyo 75% estaba en manos de la firma Leadgate liderada por el empresario argentino Matías Campiani. El remate de los aviones de Pluna se fijó para el 12 de setiembre de 2012, pero ante la falta de interesados fue postergado. El gobierno inició contactos con posibles interesados y uno de ellos fue Juan Carlos López Mena que acercó a la aerolínea española Cosmo. Para presentarse al renta, la aerolínea debía tener un aval de una institución financiera uruguaya y fue así que el propio López Mena lo gestionó ante el Banco República (BROU) y Cosmo fue el único oferente en el remate de los siete aviones el 1° de octubre de 2012. El único oferente individualizado como Antonio C. Sánchez, resultó ser en realidad Hernán Antonio Calvo Sánchez, quien había trabajado con López Mena en el fallido emprendimiento de Buquebus en España.