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¿Por qué se volvió a postergar parte de la reforma del mercado de combustibles?

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Estación de servicio. Foto: Fernando Ponzetto.
Nota en estación de servicio por paro en el suministro de combustibles, ND 20161117, foto Fernando Ponzetto, surtidores
Archivo El País

INFORME

La Ursea explicó por qué pidió más plazo para elaborar nueva regulación.

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La búsqueda de mayoreficiencia y competencia entre los actores privados del mercado de combustibles, es uno de los principales objetivos que se trazó el Poder Ejecutivo a finales de 2020. Para cumplir con ese compromiso, el Ejecutivo, a través del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), encomendó a la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) que avance en una nueva regulación de la distribución secundaria de combustibles, que involucra a fleteros, estaciones de servicio y distribuidoras.

Las nuevas reglas -a través de las cuales se buscan lograr más eficiencia, menos regulación y más competencia-, formarán parte de la segunda etapa de la reforma global del mercado de combustibles y si bien se preveía que la regulación se comenzaría a aplicar en enero de este año -aunque de forma gradual-, la Ursea ya pidió dos prórrogas al Poder Ejecutivo.

No obstante, el ministro de Industria, Omar Paganini afirmó días atrás ante la comisión de Hacienda del Senado, que pese a la prórroga adicional solicitada por Ursea “va a haber avances en este bimestre” en lo que refiere al negocio de las estaciones de servicio, fleteros y distribuidoras.

El tema ha generado controversia entre los diferentes actores del sector y ha provocado el rechazo principalmente de los estacioneros. Desde la Unión de Vendedores de Nafta (Unvenu) entienden que el sistema de distribución de combustibles actual “funciona bien”, que “no hay margen” para bajar los precios al público y que “se debe tener una visión sistémica” al cambiar las reglas de juego de dicho mercado dado que hoy las fuerzas “están equilibradas”.

Los motivos de la Ursea

El requerimiento del Poder Ejecutivo a la Ursea exhortaba a que el organismo aprobara la nueva regulación antes del 1° de julio. Sin embargo, a fines de agosto la Ursea aprobó una resolución en la que “recomendó aplazar la fecha prevista”.

Entre los motivos para pedir más plazo, el organismo señaló que “el clima que ha generado la proyectada nueva regulación les preocupa” a los actores que participan de la distribución secundaria de combustibles. Por lo que la Ursea “debe considerar los diversos modelos que contemplen la complejidad de las estrategias en un entorno asimétrico”.

El organismo argumentó que “además durante ese lapso, surgieron y hoy aún están presentes, dificultades en el mercado internacional de los combustibles, los que están en un proceso de desglobalización como consecuencia directa del quiebre del equilibrio geopolítico tras el conflicto bélico en Europa del Este, con países que compiten por obtener y garantizar el suministro energético”.

De acuerdo con Ursea, esa coyuntura llevó a “una mayor inestabilidad en los precios” de los energéticos, “lo que, entre otras causas, no ha permitido a esta Unidad Reguladora cumplir dentro del plazo dispuesto para aprobar la normativa definitiva”.

Por esos motivos, desde el regulador indicaron que se han visto obligados a “analizar la pertinencia de aprobar, en este momento, una nueva regulación de la distribución” del mercado de combustibles, por tanto sugirió que “parece apropiado aplazar la consideración y aprobación de una nueva regulación, hasta tanto los mercados internacionales se estabilicen”.

Asimismo, la Ursea entiende “oportuno no generar movimientos a nivel local, en virtud de que los cambios en las condiciones en las que los agentes participan en este mercado podrían agregar otro factor a la inestabilidad del sector”.

En el mes de mayo el diario El Observador había publicado un borrador del proyecto en manos de Ursea, el cual establecía algunos cambios como por ejemplo la eliminación de las restricciones de distancia entre las estaciones de servicio así como la posibilidad de que los grandes consumidores pudieran comprar los combustibles directamente desde la planta de despacho sin acudir a distribuidoras ni estaciones.

Además, está sobre la mesa posibilidad de que las distribuidoras asuman los costos de los fletes, así como también generar las condiciones para que distribuidoras y estaciones puedan ofrecer promociones comerciales y generar mayor competencia en los precios.

La visión de Unvenu

La gremial que nuclea a los estacioneros expresó su rechazo a la regulación. En el marco de la 59ª edición de la Conferencia Latinoamericana de Empresarios del Combustible (Claec) -realizada este miércoles-, su presidente, Daniel Añón afirmó a El País que Unvenu está “peleando” por seguir como hasta ahora.

“Pedimos seguir como estamos, no queremos nada nuevo”, afirmó.

En la misma línea, el gerente general de Unvenu, Federico De Castro explicó a El País que la gremial busca mantener sin cambios el sistema de distribución de combustibles porque “es eficiente”.

En relación a una posible regulación, el gerente advirtió que “es muy complejo hacer modificaciones” porque “cuando tocás una cosa en un sistema, se mueven otras y se puede generar un desbarajuste que provoque problemas de cobertura y de precios”.

“Una regulación mal hecha impacta directamente en el bolsillo de todos los consumidores”, dijo De Castro. “Es difícil regular y hacerlo bien, Ursea se dio cuenta y por eso está pidiendo prórrogas”, indicó.

“No sé en qué hay que competir”

Para el presidente de Unvenu, “no hay margen” para que las estaciones de servicio puedan bajar sus precios al público debido al “aumento de costos”, entre los que resaltó principalmente la comisión que cobran los emisores de tarjetas de crédito y débito. “Hoy es un socio que se lleva más que las propias estaciones de servicio”, reclamó. En este sentido, Añón indicó que “se habla mucho de que hay que competir más pero no sé en qué hay que competir” porque bajar los precios “es imposible con los costos actuales”. En este sentido, advirtió que “si se quiere hacer un mercado desregulado, hay que tener reglas claras: que las distribuidoras compitan con las distribuidoras, las estaciones con las estaciones y los fleteros con los fleteros”.

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