Redacción El País
El gobierno negocia con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) un préstamo cuyo costo esté asociado a metas ambientales, en una línea similar a la que aprobó recientemente el Banco Mundial (BM) para el país.
El préstamo que negocia el gobierno con el BID está atado a metas de eficiencia energética, dijo el director de la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas, Herman Kamil, a la agencia Bloomberg.
A mediados de noviembre pasado, el BM aprobó un préstamo para Uruguay por US$ 350 millones, que contempla la posibilidad de reducir la tasa de interés que paga el país, si logra una disminución verificable en la intensidad de las emisiones de gas metano del sector ganadero.
Se busca una reducción de al menos el 33% en la intensidad de las emisiones de metano por unidad de producto, entre 2028 y 2032, y de al menos del 36%, entre 2033 y 2037. Si Uruguay logra esas reducciones, podría tener una reducción de hasta US$ 12,5 millones en sus pagos de intereses.
El país también reabrió en noviembre pasado un bono denominado en dólares indexado a indicadores de cambio climático (conocido como “bono verde”), con el que obtuvo US$ 700 millones. En 2022 había sido la emisión original, en la que obtuvo US$ 1.500 millones. Ese título de deuda está atado a dos indicadores climáticos: disminución de gases de efecto invernadero y mantenimiento de área de bosques nativos.
Si Uruguay incumple con esos objetivos, el pago de intereses aumentará, mientras que si los sobrecumple, bajará.
Kamil dijo a Bloomberg que un instrumento que solo contemple la opción de pagar menos intereses atado al cumplimiento de metas de sustentabilidad (como el del BM o el que negocia con el BID), “puede proveer más confort a los hacedores de política” que un instrumento que contempla la opción de subir la tasa de interés, si se falla en el cumplimiento de metas.
“Dejamos las bases para que Uruguay sea un emisor o tomador de préstamos financieros sostenibles de forma regular”, y que ello ocurra dependerá de las prioridades de política de las futuras administraciones”, señaló.
Kamil dijo que el gobierno considera emitir un bono global en pesos o en Unidades Indexadas a la inflación, por un lado, y volver a reabrir el “bono verde” o emitir un bono samurái en yenes como opciones en moneda extranjera.