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¿Qué va a pasar en los próximos dos años con la economía, la inflación y el tipo de cambio real según el Banco Central?

El Central divulgó su informe de Política Monetaria correspondiente al último trimestre de 2023. Los datos del Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre se conocerán a mediados de marzo.

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Banco Central del Uruguay
Banco Central: prevé que la economía crezca al 4% anual en los próximos 24 meses.
Foto: Estefania Leal

Redacción El País
La economía uruguaya tendrá un crecimiento promedio anual de 4% en los próximos 24 meses, tras tener una expansión “levemente positiva” en 2023, que recogió “el impacto de la sequía, el cierre de la refinería, el deterioro de la balanza turística y la finalización de las obras de UPM II y su puesta en marcha”.

Así lo señaló el Banco Central (BCU) en su Informe de Política Monetaria del cuarto trimestre divulgado ayer.

Los datos del Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre se conocerán a mediados de marzo.

Para 2024 y 2025, el PIB se expande en torno al 4% promedio anual, “en el resto del horizonte de política monetaria” (que son 24 meses).

Sin embargo, el BCU matizó que ese escenario “está enmarcado en un alto nivel de incertidumbre, asociado en gran medida, al desempeño en la región, que sigue mostrando desequilibrios macroeconómicos persistentes, junto a la evolución incierta del ajuste macroeconómico que iniciará el gobierno argentino entrante”.

El informe apuntó que desde el “punto de vista de los componentes de la demanda, el cierre de 2023 marcaría un crecimiento muy leve, impulsado por el consumo privado, el influjo de la recuperación de la masa salarial, mientras que inciden a la baja las exportaciones netas como consecuencia de la sequía, la inversión privada y el ajuste del gasto público”.

“El consumo se mantendría como principal motor del crecimiento en el horizonte de proyección, junto a la recuperación de las exportaciones netas en 2024, mientras que en 2025 se destaca el aporte positivo de la inversión privada y en menor medida del gasto público, según proyecciones presentadas en la última rendición de cuentas”, añadió.

Según el Central, “el mayor dinamismo en 2024 estaría explicado por un contexto internacional menos desfavorable, en la medida que se esperan condiciones financieras menos restrictivas ante los recortes esperados de la tasa de interés de referencia, una política monetaria doméstica menos restrictiva, que a su vez afecta en parte al aumento del tipo de cambio, y el efecto de la puesta en producción de UPM, dado que empezó a funcionar a mediados de 2023 (shock de oferta)”.

“Posteriormente, en 2025 se acentúan los efectos expansivos del impulso monetario doméstico y especialmente desde las variables internacionales, ya que a la tasa internacional en niveles más bajos se agrega la mayor inflación externa, que implica una ganancia de precios relativos para la economía doméstica. Por otra parte, los shocks financieros (paridad de tasas) y de demanda interna revertirían su impacto y contribuirían negativamente en la evolución del PIB”, añadió.

Inflación

Respecto a la inflación, el BCU señaló que la senda proyectada “se corrigió a la baja respecto a la proyección anterior y permanece dentro del rango meta (de entre 3% y 6%) durante todo el horizonte de política monetaria (24 meses), en un escenario donde la política monetaria se mantiene en fase contractiva/neutral y las expectativas reaccionan favorablemente”.

Además, indicó que a diciembre de 2025 “la proyección puntual de inflación se ubica en 5,3%, dentro del rango meta de 3%-6%, siendo inferior a la del informe anterior” (que era del 5,7%).

“Cabe destacar que la política monetaria iría diluyendo progresivamente su impulso contractivo, yendo hacia la neutralidad en la medida que la inflación se mantiene dentro del rango meta”, agregó.

La “permanencia de la inflación en niveles cercanos al centro del rango meta se logra en parte por las acciones de política del Banco Central, que mantiene en los 24 meses una política monetaria en línea con su objetivo inflacionario. Esto a su vez redunda progresivamente en menores expectativas de inflación, las que van incidiendo progresivamente en el proceso de formación de precios, salarios y márgenes empresariales”, explicó el informe.

Tipo de cambio real

Respecto al debate público sobre que el “dólar está bajo en Uruguay”, el BCU divulgó su evaluación sobre la brecha entre el tipo de cambio real y el que surge de los fundamentos.

La misma muestra que el tipo de cambio real está 13% por debajo del que indican los fundamentos.

En cuanto a la estimación, el BCU dijo que “la brecha del tipo de cambio real parte de un valor de 15% y se va corrigiendo progresivamente en el horizonte de proyección. En tal sentido, hacia el final del horizonte de política monetaria (diciembre de 2025), el tipo de cambio real se encontraría unos 4 puntos porcentuales por debajo de su nivel de fundamentos, recortando buena parte del desvío inicial”.

Por otra parte, el otro indicador de competitividad, el Indicador de Excedente Bruto Unitario (IEBU), que mide la rentabilidad de la industria exportadora y que está disponible con mayor rezago, “ajusta al alza en los últimos tres meses, aumentando 1,3% en el promedio del trimestre móvil a octubre respecto al trimestre móvil anterior”, explicó el informe.

“En la comparación interanual, este indicador se ubica 11,9% por debajo de lo observado un año atrás, como resultado de un descenso en los precios de exportación que no pudo ser compensado por el descenso de los costos unitarios”, agregó.

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