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EVENTO

¿Qué dice una de las principales gestoras de fondos de inversión del mundo sobre Uruguay?

Consultora ve oportunidades en la región, pero la mejora del crédito en este país es vista como “lenta”.

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Por Fabiana Culshaw
Los mercados emergentes están presentando oportunidades de inversión después de dos años complicados, según especialistas de la gestora de fondos Janus Henderson Group (con sede en Reino Unido), en el evento virtual “Perspectivas de Mercado 2023”.

Ese panorama alentador dependerá de las disparidades regionales y por sectores, y también de cómo los inversionistas jueguen sus cartas.

En ese contexto, habrá “grandes ganadores y grandes perdedores” este año. Asimismo se verán adquisiciones importantes en la región, según proyecciones del mencionado grupo.

Por supuesto que Uruguay, en tanto política y económicamente más estable que gran parte de América Latina, parece apetecible en el escenario regional, pero en realidad no lo es tanto como se podría suponer. “Para nosotros Uruguay es demasiado caro (...) no es que no apreciemos que es una de las mejores historias de América Latina desde el punto de vista estructural”, afirmó ante una pregunta de El País Thomas Haugaard, gerente de Cartera de Deuda en Mercados Emergentes del grupo.

Explicó así que pusieron foco en predecir el movimiento de los créditos para los próximos dos años y llegaron a la conclusión de que, “definitivamente”, la calidad del crédito está mejorando en Uruguay, pero sus ratios aún son altos. “El crédito está mejorando, pero lentamente”, afirmó.

Sobre Argentina, Haugaard destacó que enfrenta problemas macroeconómicos complicados, habló también de una “fuerte oposición política” con incidencia en la economía, y de las próximas elecciones presidenciales que agregan incertidumbre.

“Nos preguntamos si se repetirá la situación de 2015-2016 (...) ¿Quién va a dirigir Argentina?”, se preguntó haciéndose eco de las inquietudes de los mercados. Aun en ese marco, consideró que existe cierto optimismo porque el gobierno argentino está “finalmente” tomando medidas. “(Sergio) Massa está tratando de parar el sangrado”, afirmó el analista.

Lo cierto es que el tema de los incrementos de precios -un punto álgido en el vecino país en ese momento- no solo depende de la política económica doméstica sino de los mercados globales, advirtió el analista, no sin afirmar que aún es temprano ver la evolución de los indicadores de ese país.

En relación a América Latina en su conjunto, Ignacio de la Maza, responsable de Europa y Latam y moderador del evento, tomó la idea de que los mercados emergentes se moverán más a medida que la inflación decrezca, lo que está ocurriendo y quita presión.

El crédito podría mejorar para los mercados emergentes, además de ayudar por ejemplo a los bonos gubernamentales, entre otros instrumentos de inversión.

Inflación

“El big driver de los inversores es la inflación”, dijo Paul O’Connor, gerente de Cartera de multiactivos del grupo, al reconocer que 2022 fue un “año débil” para la inversión debido al impacto del covid-19 en las economías y precisamente por la alta inflación, que enfriaron el mercado de valores y los bonos.

El shock mundial de la inflación fue más largo de lo esperado y todavía se lucha contra el fenómeno. En América Latina también pesaron las altas demandas sociales durante la pandemia, y compañías que trataron de proteger sus activos en ese entorno complicado.

“Se dio una tormenta de diversos drivers que no se sabía cuánto tiempo iba a durar”, dijo Haugaard, en franca alusión a las decisiones de la Reserva Federal (Fed) para frenar la inflación.

Cabe señalar que el pasado miércoles la Fed aumentó 25 puntos básicos la tasa de interés, lo que situó el tipo de interés en 4,50%-4,75%. El banco central de EE.UU. aclaró que la inflación se ha suavizado, pero sigue siendo elevada.

Janus Henderson apunta que los mercados financieros emergentes deberán ajustarse en función de las nuevas necesidades, por ejemplo con políticas fiscales más restrictivas en ciertas economías, tasas de interés acordes u otras medidas propias de entornos volátiles. “Si no hay activos ni políticas de ajuste, habrá problemas en los mercados emergentes”, avisó Haugaard al referirse a terrenos difíciles para invertir. Sin embargo, hay países con que han mejorado la calidad del crédito y superado el temor de default.

Crecimiento

Para 2023 se proyecta crecimiento en ciertos mercados clave, en especial China (se prevé 5% de alza del PIB al cierre de 2023), luego de “años terribles” por su estricta política de cero covid.

Ahora China está mostrando resiliencia y sus indicadores están mejorando en forma acelerada; mercado accionario se muestra atractivo para 2023 y 2024. Es decir, luego de una política fuertemente restrictiva, la potencia asiática prioriza de nuevo su crecimiento, con todo lo que esto significa a escala mundial.

En EE.UU., en cambio, se proyecta posible recesión en el segundo semestre de este año, aunque las previsiones han mejorado últimamente, y el sector bancario estadounidense aparece estable.

Seth Meyer, gerente de Estrategia y Cartera de Renta Fija del grupo, mostró una visión retrospectiva de un mundo que se caracterizó por buscar grandes refinanciamientos en 2020 y 2021, y que luego entró en un período de “bajar el acelerador” en ese sentido. Actualmente las compañías no necesitan salir tanto a los mercados para refinanciarse, por lo que, en su opinión, este es un buen momento -en términos generales- para invertir y recibir retornos. En esa línea, O’Connor rescató el hecho de que el sector privado está en “buena forma”, y que los consumidores y los bancos “no están mal”, por lo que las expectativas de recesión se alejan en muchas latitudes y resurgen ciertos sectores. De todas formas, el gran reto será el lento dinamismo del crecimiento global, según alertan.

decisiones

Políticas activas para doblegar la inflación

Las últimas decisiones del Banco Central Europeo (BCE) y de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. reflejan, según los expertos, las divergencias de ambas instituciones en lo que interpretan como la recta final del endurecimiento de sus políticas monetarias para doblegar la inflación.

El BCE ejecutó ayer su quinta subida de tipos (medio punto) en seis meses hasta situarlos en el 3%, mientras que la Reserva Federal hizo lo mismo la víspera, pero optó por un incremento más suave, un cuarto de punto, hasta llevarlos a un rango de entre 4,5% y 4,75%, su nivel más alto desde septiembre de 2007 y la octava subida consecutiva.

El objetivo de ambos bancos centrales es el mismo: doblegar sus elevadas inflaciones hasta el 2%. En el caso de la eurozona, la inflación interanual se situó este enero en el 8,5%, según el dato adelantado, y en el de Estados Unidos, en el 6,5% al cierre del año.

Hay un “mensaje claro de que la restricción monetaria continúa, aunque quizás sea un poco menos duro que el anterior”, explicó en un comunicado Alfredo Jiménez, del Instituto Español de Analistas.

Sin embargo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, precisó durante su conferencia de prensa de ayer en Fráncfort, Alemania, que el Consejo de Gobierno de la institución tiene la intención de subir en marzo otro medio punto porcentual, a la vez que dejó entrever nuevos aumentos en los próximos meses.

El crecimiento económico europeo tiene a su favor el descenso de los precios del gas natural, el gasto público y el crecimiento de las exportaciones, además de estar beneficiándose de la reapertura económica de China.

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