Ante el fin de la bonanza económica que marcó los últimos 10 años, los países de la región deberán dar prioridad a los ajustes fiscales y a la ejecución de medidas para mitigar los efectos de fuerte iliquidez y de pérdida de acceso a los mercados internacionales de capital, en un escenario diferente al de la crisis de 2008.
Estos fueron algunos de los conceptos principales desarrollados ayer por el exviceministro de Finanzas de Argentina, Pablo Guidotti, el execonomista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo, Guillermo Calvo, la exministra de política económica de Costa Rica, Laura Alfaro, la presidenta del Comité Latinoamericano de Asuntos Financiero, Liliana Rojas Suárez y la profesora de la Universidad de Harvard, Carmen Reinhart, durante la conferencia organizada por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) en Kibón Avanza.
Consultada respecto a cómo cree que los gobiernos reaccionaran al nuevo contexto y a la necesidad de un ajuste, Reinhart subrayó su preocupación ante el hecho que pueda confundirse el escenario actual con el de 2008. "En 2008 fue una crisis en Estados Unidos y en los avanzados que pegó muy duro pero fue muy rápida. Esto no es el escenario donde estamos ahora", aseguró. La economista sostuvo que si bien los países no deben largarse a hacer ajustes "que no puedan ser sostenibles ni viables políticamente" ante shocks adversos que prometen ser "persistentes", esa posibilidad se debe pensar "muy seriamente" para prevenir una crisis.
"Los tiempos malos no se van a evitar. Creo que estamos saliendo de los mejores (años) y entrando a algo no tan bueno. Eso no debe significar crisis. Es un momento de mucha cautela y de tratar este escenario como un escenario que marca un cambio", añadió la experta.
En una línea similar, Rojas Suárez sostuvo que las políticas que se apliquen "van a ser más contracíclicas" asumiendo que es un fenómeno temporal. "Creo que van a reaccionar como si fuera otra vez un shock como el de 2008 del cual rápidamente se recuperaron".
En este sentido, remarcó que una de las razones por la cual muchos países están basados en bajar las tasas de interés responde a que "no se ha estandarizado que efectivamente la bonanza se terminó".
Por su parte, el economista Calvo sostuvo que es necesario que tanto los políticos como el pueblo apoyen este tipo de ajustes, pero remarcó que en la región "hay una cultura muy floja" al respecto, si se le compara con los países anglosajones.
"No puedo ser optimista con la región. Si uno lo ve desde los años 80, el déficit fiscal ha sido bastante alto, excepto durante los primeros períodos de la bonanza. Da la impresión de que la región ahorra cuando le pasan cosas que no esperaba. Los gobiernos en general hacen lo mínimo posible y están buscando posiblemente maximizar otra variable", aseguró.
Por su parte, Guidotti consideró que en la medida en que haya un acceso fluido al crédito no cree que los países de la región realicen "ajustes importantes", aunque hay ejemplos como el de Brasil donde la restricción al financiamiento parece mucho más cercana que para otros.
Para el economista, el principal desafío de la región pasa por aumentar la productividad con una integración mayor de los países del Mercosur al comercio internacional.
En este sentido, Alfaro marcó como su principal preocupación que se llegó al final de una década y "no fuimos más productivos".
Riesgos por Brasil, Rusia y el dólar.
Los economistas coincidieron en que han aparecido nuevas fuentes de potencial riesgo de contagio en los mercados emergentes. "Posiblemente el caso más visible es el de Rusia y el potencial de que terminen en episodio de default como en 1998", señalaron en una declaración. Por otra parte, a nivel regional, consideran que la crisis política y una probable rebaja en la calificación de riesgo de Brasil por debajo del grado de inversión es otro riesgo potencial. "Cuando el boom termina se destapan todas las ollas y Brasil parece que tiene las siete plagas que empezaron en el partido contra Alemania", afirmó la economista Alfaro. Otros riesgos relevantes para la región son la apreciación abrupta del dólar y el "apretón monetario" de Estados Unidos, aunque se cree que la suba de tasas será lenta.
Expertos advierten que situación es diferente a crisis 2008