Para Uruguay "cada vez es más difícil pasar bajo el radar”, dijo ayer el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, en relación a la política internacional del país de pasar desapercibido en las guerras comerciales para no verse afectado. El ministro es partidario de que Uruguay se mantenga “amigo de todos” y que intente “pasar bajo del radar” en medio de los conflictos geopolíticos actuales, aunque reconoció que el mundo ha cambiado y que esa estrategia tiene más limitantes que en el pasado, dado que el mundo está más polarizado y las sociedades y potencias quieren saber “de qué lado se está”. Además, en diálogo con El País Oddone destacó la aprobación del Presupuesto ya que “ninguno" de los ajustes que tuvo "modifica lo que el gobierno quería impulsar, y, en muchos casos, han sido mejoras".
Haciendo un análisis sobre el escenario internacional —con los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump, el proteccionismo, cuestionamientos al libre comercio, entre otros factores— Oddone planteó que Uruguay debe “manejarse con pragmatismo, pertenecer más a los mercados globales, estar en la mayor cantidad de ‘clubes’ posibles, teniendo claro que nuestros principales socios comerciales son Estados Unidos y China, y hacer mejoras domésticas para estar más preparados para un entorno de incertidumbre y complicado”, enumeró.
Estas palabras fueron parte del encuentro “El comercio en tiempos de aranceles”, en el auditorio de la sede de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina en Montevideo, en el marco de una serie de talleres organizado por este organismo junto al Instituto de Investigación sobre Desarrollo, Crecimiento y Economía (Ridge, por la sigla en inglés). Oddone compartió el panel con Fernando Arce, economista especialista superior del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y con Fernando Parro, profesor de Economía en la Universidad de Rochester (Nueva York).
Los expertos coincidieron en que: se han dado cambios fundamentales en la geopolítica internacional en los últimos años que impactan a todos los países, el proteccionismo de alguna forma azuzado por la administración Trump no será transitorio, y la decisión de la suba de aranceles por parte de EE.UU. no tiene ninguna justificación económica, sino política.
“Este es un momento desafiante desde el punto de visto económico-político y nos interpela desde la profesión, porque fuimos formados en una tradición en la cual el consenso es que la libre movilidad de capitales, de personas y de bienes contribuye a óptimos asignativos, y eso es cuestionado en este momento”, afirmó Oddone.
El ministro señaló que, bajo esos postulados, hubo mejoras en la calidad de vida en Occidente, pero también mayores niveles de desigualdad social. Y el creciente desencanto de las clases medias y la desconfianza con esas ideas, terminó generando una ruptura del mundo multilateral y creando un terreno fértil para liderazgos restrictivos.
Paseándose por el escenario de la Unión Europea, de EE.UU (que ha vuelto su mirada a América Latina) y de China (que ha buscado aun más mercados en el exterior, a partir de la suba de aranceles de Trump), Oddone hilvanó y relacionó conceptos y los resumió en una frase: "la lógica de los gobiernos será muy diferente en los próximos años”.
El ministro se retrotrajo a la crisis financiera de 2008, a la que tildó de “no adecuadamente evaluada”, dado que cree fue parte de la ruptura de las sociedades en muchas ideas fundamentales vinculadas con la riqueza, y los impuestos.
“Todo eso llevó a la revitalización de la mega agenda de la OCDE, de moverse más hacia principios tributarios que están radicados a escala global y no a escala doméstica, y por lo tanto la idea de diseminar impuestos a escala global, ya sea a las rentas empresariales, o al patrimonio de las personas”, afirmó.
Presupuesto aprobado, secreto bancario y calificación de Uruguay
“Muy conforme", dijo Oddone en diálogo con El País, a un día de haberse aprobado la ley de Presupuesto, mencionó el secreto bancario y los primeros desafíos de ahora en más.
“El Presupuesto tuvo el contenido que nosotros habíamos puesto sobre la mesa. Estoy muy conforme, porque hasta donde me han explicado, es el Presupuesto con mayor nivel de apoyo que ha habido desde el año 1985 a la fecha, lo cual habla muy bien del sistema político y de su capacidad de negociación a nivel parlamentario para haber sacado esto adelante”.
Y prosiguió: “Ahora empiezan los desafíos, porque es un Presupuesto corto por ahora, pero que debería permitirnos focalizarnos en las prioridades que el gobierno estableció, que son infancia, adolescencia, seguridad y salud”.
Consultado sobre los cambios que se hicieron al proyecto, Oddone afirmó que “ninguno de esos ajustes modifica lo que el gobierno quería impulsar, y, en muchos casos, han sido mejoras, así que los vemos bien. Salvo el caso del secreto bancario, que es un tema que debemos seguir discutiendo, el Poder Ejecutivo logró acordar soluciones racionales”.
Cuando el ministro habló de que algunos cambios significaron “mejoras”, se refería fundamentalmente a que, en materia tributaria, hubo críticas y recomendaciones que el MEF tomó para hacer que el tema del IRPF a los incrementos patrimoniales por activos en el exterior estuviera más ajustado, según aclaró. En materia de atención a la educación, se planteó redistribución de recursos, que “van orientados a lugares donde el Parlamento quería poner énfasis”, dijo. Y en temas de salud también consideró que hubo avances en lo que se aprobó.
Respecto al reclamo de las zonas francas, que consideran que se verán afectadas por el Impuesto Mínimo Complementario Doméstico (IMCD), el ministro tranquilizó al señalar: “Vamos a ir a un régimen de mantenimiento de las zonas francas, aun con el Impuesto Mínimo Global rigiendo”.
El ministro también confirmó que el Ministerio de Economía y Finanzas está trabajando en la mejora de indicadores, con el objetivo de que Uruguay llegue al nivel de “A” en la calificación de deuda. Actualmente el país tiene la nota inmediata anterior en dos de las principales agencias de riesgo: BBB+ para Standard & Poor's y Baa1 para Moody’s.
“Bancos de inversión nos han dicho que Uruguay tiene oportunidades para poder aspirar a eso (calificación A-/A3) y, por lo tanto, estamos empezando a trabajar con una agenda para levantar o atacar aquellos temas que restringen ese acceso”, afirmó, recordando que esto es competencia de la Unidad de Gestión de Deuda del MEF, la cual está dirigida por Herman Kamil.
“La aspiración sería (lograrlo) en este período de gobierno. Si las condiciones internacionales no generan gran cambio, podríamos aspirar a hacerlo”, concluyó.
Acuerdo Mercosur-UE en puertas
Sobre el acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE), Oddone cree que es posible, propiciado por condiciones geopolíticas que cambiaron y que llevan a que la UE necesite más de este tipo de alianzas.
Por otro lado, evaluó que “Uruguay tendrá un socio con una mirada globalizada (Brasil) y otro con mirada hacia EE.UU. (Argentina)”.
Oddone volvió a enfatizar que si el acuerdo Mercosur-UE no llegara a prosperar, el Mercosur quedaría muy debilitado, con cada uno de sus miembros “haciendo lo que puede”. Recordó que el 17% del empleo industrial de Uruguay depende del Mercosur, por eso el país no puede ignorar su pertenencia al bloque.
Por otra parte, vio con muy buenos ojos los avances de Uruguay en relación al Acuerdo Transpacífico y advirtió que probablemente haya cierto estrés con Argentina (en la medida en que se está negociando por fuera del Mercosur, pero el país vecino también lo hace).
Finalmente, Oddone hizo referencia a que Uruguay tiene chances de ingresar como miembro pleno de la OCDE. “No lo estamos pidiendo, pero estamos viendo qué regulaciones modificar para ser miembros de la OCDE, por si algún día se quiere eso”, concluyó.
Qué hacer en un mundo con aranceles altos
Fernando Arce, economista especialista superior del BID, repasó el pasaje en el mundo de la valoración del multilaterialismo a propuestas proteccionistas y suba de aranceles, que transgreden las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Sostuvo que los países pueden protegerse insistiendo en la política de integración regional y mundial, que trae beneficios, y con la profundización comercial con mercados que den ciertas certezas, como la Unión Europea, o China en este momento.
De su lado, Fernando Parro, profesor de Economía en la Universidad de Rochester, analizó los impactos de los aranceles en las distintas economías. Entre los asuntos que mencionó, destacó las altas presiones en las cuentas de capital que sufren muchos países de la región, como impacto de las altas tasas de financiamiento internacional, y cómo ésto constituye un riesgo importante a mediano plazo.
Señaló que actualmente los países de América Latina deben pagar el equivalente al 3,1% del PIB regional y que si las tasas no hubieran subido como lo hicieron en los últimos años, estarían pagando 1,7%, según estudios.
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