Redacción El País
El ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone pasó ayer un mensaje al empresariado en Uruguay y también al sistema político (incluido al gobierno): "el tiempo para jugar en un escenario suavemente ondulado y de inercia lenta terminó. Tenemos que hacer las cosas más rápido". Lo hizo en referencia al "cambio de época" que vive el mundo en materia geopolítica, pero también porque Uruguay -a diferencia del pasado- ya no puede incrementar su competitividad por la vía del dólar y debe enfocarse en mejorar la eficiencia en el sector no transable de la economía (aquel que no comercia con el exterior) y la administración pública. El ministro participó ayer de un "Almuerzo Coloquio" en el hotel Radisson, en el que fue entrevistado por el presidente de la Cámara Española Oficial de Comercio, Industria y Navegación del Uruguay (que organizó el evento), Alberto Charro, ante la presencia de empresarios, del embajador de España en Uruguay, Javier Salido Ortiz y del embajador de Estados Unidos en el país, Lou Rinaldi.
Con un Producto Interno Bruto (PIB) "creciendo al 1%" promedio por año como en la última década, "tenemos un problema", porque "nuestra matriz de protección social no se sostiene" y eso "es una bomba de tiempo", graficó Oddone.
También se refirió a la situación geopolítica con las medidas comerciales que ha tomado Estados Unidos y, particularmente habló del "acercamiento de Argentina con Estados Unidos" que puede tomar más impulso en 2026, lo que "va a tensionar el Mercosur y probablemente tengamos que tomar decisiones".
Uruguay "tiene que tener la economía lo más abierta al mundo posible", pero también mantener "un equilibrio delicado" en el escenario actual, planteó el ministro. Recordó que el principal socio comercial en bienes del país es China, el principal socio comercial en servicios de valor agregado es Estados Unidos, el principal inversor es la Unión Europea (UE), y con la región se comercian bienes que no se venden a otros países.
Por eso hay que "volar bajo el radar, abrir todos los mercados posibles, pero con mucha precaución. Porque las reglas de comercio (internacional) están siendo establecidas más por geopolítica que por razones económicas", añadió.
Si Argentina profundiza su vínculo con Estados Unidos al punto de llegar a un acuerdo comercial, "puede ser un parteaguas para el Mercosur", lanzó el ministro.
"El Mercosur por muchas razones no va a ser ágil y flexible", pero si se logra aprobar el acuerdo con la Unión Europea -que "es muy beneficioso para Uruguay", dijo- "vamos a tener un Mercosur potente", expresó. "Sin acuerdo con Unión Europea y con un avance de Estados Unidos con Argentina, vamos a tener un Mercosur tensionado", añadió.
Oddone dijo que "en los próximos siete meses van a ocurrir cosas, como no han ocurrido en los últimos 20 años" en el bloque regional.
Luego, al hablar con la prensa tras el evento, el ministro señaló que "si no prospera" el acuerdo con la UE, "el escenario de cohesión del Mercosur puede ser otro, sobre todo en el mundo que estamos viviendo" y por eso "el 2026 es un año desafiante, pero soy optimista".
"El escenario de acercamiento de Argentina con EE.UU. es un hecho que va a ser algo con acuerdo UE-Mercosur y algo diferente sin acuerdo UE-Mercosur. Son escenarios diferentes que va a haber que gestionar".
"Nulo margen de maniobra para que el tipo de cambio sea la variable" de mejor de la competitividad
Para que Uruguay sea más competitivo, Oddone cree que hay "enormes oportunidades de mejora" en "los niveles de eficiencia del sector no transable y el sector público, que hace 20 o 30 años no eran tan urgentes porque se resolvían vía cambiaria".
"Tengo nulo margen de maniobra para que el tipo de cambio sea la variable para mejorar la competitividad" debido a la baja inflación que hay que mantener, "entonces la eficiencia es clave", aseguró.
En ese sentido, el ministro recordó una "regulación medieval" que el proyecto de ley de Presupuesto pretendía empezar a corregir, que era la de eliminar la intervención obligatoria de lo despachantes de aduana en exportaciones por hasta US$ 15.000 y en importaciones que no superen los US$ 10.000. "Hemos pretendido y fracasado con total éxito en la eliminación de la intervención preceptiva de los despachantes de aduana, una regulación que es insólita", espetó.
Además, mencionó que trabajan en "eliminar regulación redundante que favorecen regímenes de distribución exclusiva" en ciertas áreas como en la salud.
Charro le preguntó al ministro sobre qué "bloqueos" del Estado son los más relevantes a la hora de invertir y afirmó que hay "cierta inercia" en el funcionamiento estatal que hace que "no sea pro-inversión".
Oddone respondió que para ello se crea la Dirección Nacional de Incentivo a la Inversión en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), con el cometido de ser un "interlocutor ágil, para acelerar procesos en toda la administración pública".
De cualquier manera, "este es un país de velocidad lenta, basta vernos jugar al fútbol para saber que no somos dinámicos", acotó.
La contracara de eso es que Uruguay es "un país garantista", dijo Oddone. "Parte, no todo, pero una parte, de nuestro problema de velocidad es es que somos un país garantista y eso nos diferencia del resto de la región", aseveró.
"El empresario se puede quejar de que es un país lento, pero difícilmente lo haga de que haya un acto arbitrario de la administración", añadió.
"Hay burocracia, pero parte de ella es para garantizar que no se favorece o perjudica a alguien en particular. Eso hace que la arbitrariedad esté bastante blindada", insistió.
La inversión, el factor clave
Una de las claves para aumentar el ritmo de crecimiento de la economía uruguaya es la inversión. En ese sentido, Oddone dijo que este año "la inversión pública está en piloto automático", ya que en el primer año de un gobierno se ejecuta lo previsto en el gobierno anterior, y "la inversión privada está en niveles similares al año pasado del 16% del PIB".
"Ahora que el (proyecto de ley de) Presupuesto está encausado -al haberse aprobado en Diputados- estoy concentrado en el tema inversión. Despejada la incertidumbre fiscal, estoy concentrado en convencer al sector privado de invertir", añadió.
También se refirió a la reciente emisión de deuda que concretó Uruguay con dos bonos (uno en pesos y otro en dólares) por el equivalente a US$ 1.850 millones e indicó que la tasa de interés del bono global en pesos a 10 años (teniendo en cuenta la tasa de un bono similar en Unidades Indexadas a la inflación), "asume una inflación esperada de 4,7%", lo que "luce muy consistente" con la meta del Banco Central de 4,5%.
A su juicio, esto revela que el plan fiscal es creíble para los mercados. "Eso no es mérito del equipo económico que lidero, es confianza en Uruguay", agregó.
"Estamos contentos políticamente porque es el primer gobierno desde 1985 que no tiene mayorías propias y el 80% de la Cámara de Diputados votó el Presupuesto en general" por lo que "políticamente hay una visión de que es discutible, pero es razonable" y "los mercados creen que esa estrategia es plausible", sentenció Oddone.
Situación fiscal frágil y "gasto público congelado" en términos del PIB
El ministro volvió a hablar de que hay una "restricción fiscal importante, un poco mayor a la que nos imaginábamos" antes de entrar al gobierno y que "la situación fiscal es frágil, aunque no grave". Volvió a plantear que habrá una "convergencia fiscal" en el período para llevar el déficit del gobierno central-Banco de Previsión Social (BPS) del 4,1% del PIB en que se estima terminará este año al 2,6% del PIB a fin de 2029. Recordó que eso se hará por el lado de los ingresos, con la implementación en Uruguay del Impuesto Mínimo Global a aquellas empresas multinacionales que facturan más de 750 millones de euros al año (y que ya abonan este tributo en otro país) y una mejora en la eficiencia recaudatoria, ya que en el período anterior hubo un "relajamiento de la fiscalización de los organismos de contralor, lo que probablemente estuvo explicado por la pandemia".
En cuanto al gasto, Oddone dijo que habrá un "congelamiento, en términos del PIB, del gasto público en cinco años, algo que no ha ocurrido en los últimos 10 años" y particularmente "el mandato para reducir el gasto lo tenía el gobierno anterior, pero no lo pudo cumplir por la razón que fuere".
Consultado sobre si tiene un plan de contingencia, en caso que la reducción del déficit fiscal no se de cómo espera el MEF, Oddone respondió que sí, pero que no va a decir cuál es. "Un piloto de avión no te va a decir (al subir al avión) cuál es el plan de contingencia si se le apagan los cuatro motores, pero lo tiene", ejemplificó.
Para el ministro, la discusión sobre estos temas y la flexibilización del secreto bancario que se dio en la comisión de Hacienda integrada con Presupuesto de Diputados, cuando él y su equipo comparecieron, fue de "buen nivel". "Es un muy buen momento para que a pesar de lo que muchas veces nos creemos, remarcar que en Uruguay hay una buena discusión política, con argumentos de calidad" y "hay que cuidarlo", afirmó.
Además resaltó el "clima de convivencia" en el país que en buena parte es "por demérito de lo que pasa en el exterior", pero "Uruguay es diferente y nos tenemos que acostumbrar a vender eso: hay tolerancia, administración de disensos".
"Vendemos recursos naturales, convivencia, logística y capital humano" como factores para atraer inversiones, insistió.
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