La economía uruguayase contrajo en el tercer trimestre, al caer 0,2% respecto al segundo trimestre de este año, con lo que interrumpió ocho trimestres seguidos de crecimiento desestacionalizado, según el Informe de Cuentas Nacionales del Banco Central (BCU), publicado ayer. En la comparación interanual —frente al tercer trimestre de 2024— el Producto Interno Bruto (PIB) creció 1,2% en julio-setiembre.
Desde el enfoque de la producción, el BCU destaca el crecimiento de las actividades de Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas y Salud, Educación, Actividades inmobiliarias y Otros servicios, parcialmente contrarrestado por la menor actividad de la Industria manufacturera (impactada por la parada de la refinería de Ancap, debido a la rotura de la boya petrolera de José Ignacio).
Desde el enfoque de la demanda, el Gasto de Consumo Final verificó un aumento, tanto por el mayor Gasto de Consumo Final de Hogares como por el Gasto de Consumo Final del Gobierno e Instituciones sin Fines de Lucro al Servicio de los Hogares.
En cambio, se produjo una caída de la Formación Bruta de Capital, explicada por una mayor desacumulación de existencias en el trimestre.
Por su parte, la demanda externa registró un crecimiento del 5,2% en el volumen físico de las exportaciones, mientras que las Importaciones aumentaron 3%. Esto resultó en un incremento de la demanda externa neta en términos de volumen físico respecto al mismo trimestre del año anterior.
Con estos datos, el PIB alcanzó a US$ 82.037 millones en los últimos 12 meses y la economía se aseguró un "piso" de crecimiento en el año de 1,6%, aún si no se expandiera en el último trimestre (efecto arrastre).
La mirada de economistas consultados
José Antonio Licandro, en diálogo con El País, comentó que los datos del BCU confirman la desaceleración de la actividad económica durante los tres primeros trimestres del año y que, en términos desestacionalizados, “venimos prácticamente estancados desde el primer trimestre, con una pequeña caída entre tercero versus el segundo, de 0,2%”.
De los componentes del gasto, Licandro destacó el bajo dinamismo de la inversión, que en su componente de formación bruta de capital fijo, creció apenas 1,3%, esto es, muy lejos de los valores que se necesitan para incrementar el ratio inversión/PIB, que es el objetivo del Ministerio de Economía (MEF).
“La desaceleración a nivel de sectores es generalizada, salvo algún sector particular sin mucha incidencia”, señaló el economista.
Por su parte, Aldo Lema, socio director de Vixion Consultores, observó en esa línea que el crecimiento se dio sobre todo en comercio, algunos servicios (financieros) y electricidad, gas y agua.
Lema coincidió al señalar —en su cuenta de X— que la economía uruguaya fue “de más a menos” en 2025 y que su crecimiento promedio del año se ubicaría en torno a 2%, es decir, por debajo de la estimación realizada por el gobierno en la ley de Presupuesto.
De su lado, la economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Deborah Eilender, analizó para El País que la industria estuvo afectada parcialmente por la parada de la refinería de Ancap y hubo menos obras de vialidad que en otros períodos, lo que incidió en la reducción en la construcción.
De todas formas, Eilender destacó que 2025 es un “año de normalización”, ya que no hubo picos de caída por la pandemia, ni de subidas por la finalización de la misma, al igual que con el fenómeno de la sequía, lo que caracterízó a años previos. “Lo que estamos viendo ahora es que, sin grandes impactos, la economía uruguaya crece por debajo del potencial”, calculó.
Por su parte, Sofía Harguindeguy, gerente de Consultoría Económica de Grant Thornton, hizo foco en que el desempeño del mencionado período estuvo por debajo de lo anticipado por analistas en la encuesta de expectativas del BCU, que en setiembre preveían una expansión interanual de 1,8% para el tercer trimestre, y aleja la posibilidad de alcanzar la proyección del MEF de 2,6% anual establecida en la ley de Presupuesto.
“Para alcanzar ese crecimiento, la economía debería expandirse un 3,5% interanual en el cuarto trimestre, algo que parece poco probable considerando los indicadores adelantados”, señaló a El País.
Finalmente, Luciano Magnífico, gerente de Asesoramiento Económico de Exante, también hizo un balance similar a los analistas ya citados, y destacó, entre diversos factores, que todos los componentes de la demanda agregada mostraron subas interanuales en el tercer trimestre, destacándose el incremento de más de 5% a nivel de las exportaciones, por mayores colocaciones de soja, carne, arroz y energía eléctrica. “A su vez, el consumo privado volvió a crecer en el orden del 2% interanual, en línea con lo que había sido su desempeño durante el primer semestre”, comentó.
Proyecciones de economistas
La mayoría de los analistas consultados proyectaron que, seguramente, la economía crecerá por debajo de lo previsto en el Presupuesto, considerando que el escenario internacional seguirá siendo complejo y no modificará sustancialmente las bajas generalizadas de los precios internacionales (salvo carne) y del dólar.
Licandro fue más lejos al plantear que “la política voluntarista en materia salarial que impulsa aumentos reales poco consistentes con el panorama de crecimiento, así como medidas antiempleo (anuncios previos de despidos, reducción de la jornada laboral en caso de no tenerse en cuenta la productividad, etcétera), pueden empujar a más desaceleración de la actividad, el empleo e inversión en los próximos dos años”.
Lema apuntó que, si bien el PIB desestacionalizado se contrajo en el tercer trimestre, es muy poco probable que anticipe una “recesión técnica” (dos trimestres de caída), ya que, a su entender, se podría dar una leve recuperación en el último cuarto del año.
De su lado, Marcelo Sibille, gerente senior de Servicios de Asesoramiento de KPMG, declaró a El País: “El dato del tercer trimestre estuvo por debajo de nuestra expectativa. Estos datos nos llevarán a ajustar a la baja la proyección de crecimiento de 2025 y también de 2026. En todo caso, significa una nueva confirmación del gran talón de Aquiles que padece la economía uruguaya, que es el bajo crecimiento económico”.
“De seguir por esta senda, existe el riesgo de que, más temprano que tarde, los buenos indicadores de empleo que se vieron durante el año comiencen a verse afectados”, advirtió.
Eilender afirmó que “todo parece indicar que vamos a estar por debajo del 2,6% que estima el Ministerio de Economía para este año”. A su entender, la economía está atravesando “enfriamiento”. Su proyección es un crecimiento cercano al 2% para 2025.
A entender de Grant Thronton, el crecimiento del 2025 estará más alineado a las expectativas de analistas, según las encuestas del BCU, que apuntan a un crecimiento del 2,3%.
En cuanto a Exante, Magnífico señaló que, en la medida en que estos datos del BCU no marcaron mayores sorpresas, siguen trabajando con una proyección de crecimiento del PIB del orden del 2% para el promedio de este año.
Datos desagregados del BCU
Desde la producción, el BCU destaca los desempeños positivos de los sectores Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas, Salud, Educación, Actividades inmobiliarias y Otros servicios y Servicios financieros.
Por su parte, la Industria manufacturera, la Construcción y el sector Agropecuario, Pesca y Minería incidieron negativamente en el resultado. El valor agregado de las actividades Agropecuario, Pesca y Minería del tercer trimestre de 2025 registró una caída interanual de 0,2% respecto a igual trimestre del año anterior.
Al interior de la actividad, hubo contracción del valor agregado silvícola, debido a una menor producción de rolos de madera para la industria de celulosa y menores exportaciones.
Las Industrias Manufactureras tuvieron una caída interanual del valor agregado de 2,1%, asociado al desempeño negativo de la actividad de refinación de petróleo, la cual permaneció paralizada durante la mitad del período, a causa de la avería de la boya petrolera de José Ignacio, fundamentó el BCU.
Otras actividades que incidieron negativamente, aunque en menor magnitud, fueron la producción de pasta de celulosa y la fabricación de vehículos automotores.
La actividad de Energía eléctrica, Gas y Agua presentó un aumento de 2,2%, explicado principalmente por mayores exportaciones de energía hacia Argentina, dijo el BCU.
La Construcción registró una contracción interanual de 3,1% respecto al tercer trimestre del año anterior, por menor inversión en construcciones, como obras de vialidad y líneas de energía eléctrica, que no logra ser compensada por el mayor dinamismo en la construcción de edificios.
Las actividades de Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas presentaron un incremento de 5,4% respecto al tercer trimestre de 2024.
Hubo mayor comercialización de granos de soja, combustibles importados y mayores ventas de bienes de consumo importados, principalmente carne, productos farmacéuticos y textiles.
El sector de Transporte y almacenamiento, Información y Comunicaciones registró un aumento de valor agregado de 0,4% respecto al mismo período del año anterior.
En los Servicios financieros se registró un crecimiento del 3% del valor agregado, principalmente por la expansión del mercado de intermediación financiera en moneda nacional.
Enfoque del gasto
Desde el enfoque del gasto se observa una expansión de la demanda interna, en comparación con el mismo trimestre de 2024. Esto se relaciona a la mejora en el Gasto de Consumo Final. En el sector externo se dio un incremento del volumen de las exportaciones que fue superior al de las importaciones por lo que hubo una mayor demanda externa neta en volumen físico.
En relación al Gasto de consumo final se incrementó en un 1,9%. Se destaca un aumento interanual del Gasto de Consumo Final de los Hogares (2,1%), con la incidencia positiva del gasto en bienes de consumo importados (prendas de vestir, vehículos y otros bienes durables) y en servicios de actividades recreativas y de restaurantes, lo que fue sólo parcialmente contrarrestado por la reducción del gasto de turismo en el exterior. También se dio un incremento interanual del valor agregado del Gasto de Consumo Final del Gobierno e ISFLSH (1,4%) vinculado al mayor gasto en servicios de salud pública.
La Formación Bruta de Capital cayó 8,9% en su comparación interanual, impulsado por la mayor desacumulación de existencias, que corresponde a granos exportados en el trimestre (provenientes de la zafra de cultivos de verano 2024/2025 con rendimientos superiores a la anterior). En relación a la Formación Bruta de Capital Fijo, en esta oportunidad aumentó 1,3% lo que puede ser atribuido a una mayor inversión en maquinaria y equipo importados, lo que fue parcialmente contrarrestado por la caída en otras construcciones.
Las exportaciones de bienes y servicios crecieron 5,2% en relación a igual trimestre de 2024. Esto se justifica principalmente por un incremento de las colocaciones soja, carne y arroz y en menor medida de energía eléctrica, más allá de las menores ventas externas de trigo y vehículos. Sin embargo, se dio una contracción en los servicios exportados por una caída de los servicios auxiliares de transporte y servicios de gestión, parcialmente compensada por el aumento de los servicios de tecnologías de la información. Se constató una disminución interanual del turismo receptivo, asociado un menor ingreso de turistas al país.
Las importaciones de bienes y servicios aumentaron un 3,0%. Los bienes de consumo aumentan debido a mayores importaciones de productos farmacéuticos, prendas de vestir, carne y automóviles. Hubo un crecimiento de las importaciones de bienes para uso intermedio, sobre todo de compras de suministros industriales elaborados. Asimismo, se dio un aumento en las importaciones de combustibles y una disminución (en menor magnitud) en las compras de petróleo, probablemente debido a la avería de la boya petrolera de Ancap. Por otra parte, en relación a los bienes de capital se dio un aumento de las importaciones en particular en las compras de maquinaria y equipamiento industrial. Aún continúa la contracción del turismo emisivo, vinculado con una menor salida de turistas hacia Argentina.