EFECTO DEL CORONAVIRUS

Terminó la temporada de verano. Se sabía que iba a ser inusual por la pandemia. A eso se le sumó que, en diciembre de 2020, creció el número de casos diarios y el gobierno decidió volver a cerrar las fronteras.

El sector hotelero dependía del turismo interno. Y, previo a que iniciara la temporada, había “mucha incertidumbre” en cómo se iba a comportar, dijo a El País el presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay (ARHU), Francisco Rodríguez.

¿Qué pasó finalmente? El “temor” por el COVID por la suba de casos afectó lo que podría haber sido una movilidad “más importante” de los uruguayos. El turismo local fue “un poco superior a la media” de 2019, pero tenían la “esperanza de que los guarismos” fueran otros.

Sin embargo, aclaró que el sector sol y playa depende más del extranjero que del uruguayo. Por ejemplo, en Punta del Este “más del 70% o casi 80%” de los turistas vienen del exterior.

Veamos qué pasó en Rocha. En enero, el promedio de ocupación semanal mensual fue 41%. En febrero, entre el 22 y 27 la ocupación promedio en los días hábiles fue 35% y el fin de semana 51%. Los datos pertenecen al Monitor de actividad turística de la Cámara uruguaya de Turismo (Camtur).

En Piriápolis, en enero, la ocupación hotelera promedio fue de 24% entre semana y 63% el fin de semana. Luego, en febrero, entre el 22 y 27 la ocupación fue 28,47% en los días hábiles, mientras que 68,33% el fin de semana “con una media de estadía de 1,82 días”.

En Punta del Este, la facturación mensual en enero fue de 20,5% con respecto a enero del 2020, según la Camtur. En febrero, los hoteles que pertenecen al Centro de Hoteles de Punta del Este facturaron un 32% en relación al mismo mes de 2019, informó a El País su asesor Héctor Araújo. Aclaró que el cálculo se hace sobre los establecimientos que abrieron y no se tienen en cuenta los que cerraron de manera temporal.

Fernando Toranza, gerente de Uy Proa Sur Hotel (La Paloma, Rocha), dijo que la temporada “fue peor” de lo que esperaba, tanto en ocupación como en ingresos de la empresa. En cuanto a Carnaval, comentó que fue una “buena semana”, pero “no hace la diferencia” en el mes o la temporada.

En Punta del Este (Maldonado), en el Hotel 2122 Art Design febrero los “sorprendió un poco”, según indicó a El País Marcos Russomanno, jefe de recepción. Tuvieron casi el mismo nivel de facturación que en enero. Cree que la gente “se animó a salir un poco más”. Además, en la semana de Carnaval llegaron al 100% de la ocupación y, cuando terminó, bajó al 80%, lo que considera un “buen número”.

En Atlántida (Canelones), Guillermo Marichal, propietario de Hotel Argentina, contó que la facturación durante la temporada fue un 70% menor en relación al mismo periodo de 2020. “Hubo que bajar los precios” y disminuyó el consumo en todos los servicios extra como, por ejemplo, la cafetería, el frigobar y el garaje, comentó.

El clima en la semana de Carnaval generó un impacto negativo, expresó Rodríguez. Contó que había “muchas reservas” pero que entre el martes y jueves de la semana previa empezaron a caer de “forma estrepitosa”. En algunos lugares esperaban un nivel de ocupación superior al 50%, pero finalmente no alcanzó el 25% o 30%. En este feriado hubo hoteles que “decidieron cerrar” ya que no tenían la cantidad de “reservas necesarias”.

Marichal, que también es directivo de la Asociación Turística de Canelones, contó que en los “últimos meses” cerraron dos hoteles de manera definitiva en la Costa de Oro. Previo a la temporada, durante 2020, lo mismo sucedió con otros dos hoteles.

En Punta del Este, en enero cerraron nueve de los 72 hoteles que pertenecen al Centro de Hoteles de Punta del Este, según informó a El País Araújo. Uno de ellos fue un cierre definitivo mientras que los otros bajaron las persianas de manera temporal. En febrero cerraron otros nueve más.

Araújo señaló que la situación es “muy difícil” y “crítica”. Por la naturaleza del negocio en Punta del Este, recién esperan una reactivación a partir de octubre. El asesor comentó que en verano “siempre se hace un colchón” en términos de facturación para sobrellevar el resto del año. “Ahora no hay colchón ni sábanas”, agregó. Pidieron una reunión con el intendente de Maldonado, Enrique Antía, y el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado.

Parte de la esperanza para la reactivación del sector está puesta en la mejora de la situación sanitaria. “Seguimos en la situación de ‘quedate en casa’. Hablar de turismo cuando lo que más se solicita es quedarse en casa, es contradictorio”, dijo Rodríguez.

¿Qué va a pasar este año? Las mediadas “se tienen que tomar con una visión sobre la semana” y observando “lo que ocurre alrededor”, comentó Rodríguez. Además, afirmó que siempre consideraron que se reactivará el sector tres meses después de que se abran las fronteras. Hasta que no llegue ese momento “es muy difícil hacer planes”.