El gobierno resolvió mantener los precios de los combustibles, según anunció el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) en un comunicado emitido en el mediodía de ayer. Allí explicó que “la decisión se adoptó luego de que la referencia internacional establecida a través del Precio de Paridad de Importación (PPI) mostrara evoluciones disímiles en los principales combustibles, motivadas por el fin del invierno boreal y anuncios de recortes de los países productores que motivaron fluctuaciones bruscas en las cotizaciones”.
Sin embargo, el informe de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) de PPI no era público a esa hora y recién se divulgó después del comunicado del MIEM.
No es el primer mes que esto sucede, si bien en el inicio del nuevo esquema (que toma al PPI como referencia para fijar el precio de los combustibles), el informe de Ursea se conocía antes de la decisión del Poder Ejecutivo.
Un usuario de Twitter (José Matonte) dejó esto en evidencia y dijo que es “imposible lograr transparencia en el mercado” si el MIEM comunica antes que se publique el informe de la Ursea. A ese tweet, reaccionaron exjerarcas y el presidente de la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA).
El exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Conrado Hughes señaló al respecto: “¡el vergonzoso monopolio de Ancap sigue metiendo la cola en el mercado de los combustibles!”.
El exintendente de Regulación Financiera del Banco Central, José Antonio Licandro apuntó que “la Ursea con este comportamiento de darle información primero al MIEM antes que al mercado (los ciudadanos, digamos) muestra que no es una agencia independiente, como debería ser. Qué lejos estamos de tener buenos reguladores en beneficio de los consumidores”.
El presidente de ACA, Alfredo Lago dijo que lo sucedido “no es para nada extraño. La Ursea es una simple herramienta que le brinda comodidad y confort al monopolio de Ancap”. Y agregó: “una pena la decisión de no bajar el precio del gasoil” lo que habría sido una señal para la cosecha de soja golpeada por la sequía.