Entrevista: inversión del dinero de trabajadores en AFAP, jubilación y falta de opciones, Diálogo Social y más

Entrevista al gerente general de AFAP SURA, sobre la realidad del sistema jubilatorio tras el plebiscito, la expectativa con el Diálogo Social, las inversiones que realizan, la falta de opciones al momento de jubilarse con la renta vitalicia y más.

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Sebastián Peaguda, gerente general de AFAP SURA.
Foto: Estefanía Leal.

La situación de las AFAP tras haber pasado por el plebiscito que las puso en jaque, qué puede esperarse del Diálogo Social que inició el gobierno, qué cambios deberían habilitarse para que el régimen jubilatorio mixto (reparto por el Banco de Previsión Social y capitalización individual vía AFAP y renta vitalicia) mejore y qué impacto en la sostenibilidad tienen las inversiones que estas administradoras realizan del dinero de los trabajadores. De eso y más, habló el gerente general de AFAP SURA (una de las cuatro que conforman el sistema en Uruguay), Sebastián Peaguda en entrevista con El País.

Precisamente la administradora acaba de presentar el "Informe de contribución e impacto de las inversiones” elaborado por Consultoría en Sostenibilidad & Cambio Climático. Allí, se evalúa el portafolio de inversiones de AFAP SURA a abril de 2025 que era de $ 180.602 millones (US$ 4.470 millones aproxiamdamente), considerando el aporte a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y a las Áreas Programáticas Nacionales, definidas por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP). Según el estudio, 65% de las inversiones de AFAP SURA impacta en las Áreas Programáticas Nacionales y 54,5% en los ODS.

Lo que sigue es la entrevista que Peaguda mantuvo con El País.

-¿Cuál es la idea al hacer un informe que analiza la inversión de la AFAP en aspectos de sostenibilidad?

-Es dar un poquito más de claridad de qué hacemos, cómo lo hacemos, o qué tipo de impacto tiene en el portafolio. Habitualmente siempre contábamos desde el punto de vista del retorno (del portafolio): que la rentabilidad en tres años, en cinco años, es una forma de contar la historia y para mucha gente es la forma más tradicional. Pero poco a poco te vas dando cuenta de que hay otras inquietudes, otras necesidades, que te vayan acercando la información de lo que realmente se hace con el dinero. Hay, a veces, algunas historias de en qué invierten las AFAP y no necesariamente es lo que están haciendo hoy en día. Tenés un 20% que estás invirtiendo con distintos instrumentos, que tienen que ver con economía real o que está directamente vinculado a rutas, a educación, a muchas cosas que no siempre se cuentan como parte relevante del portafolio. Entonces, eso de que "solamente se compran papeles del Estado", claramente es algo que ya quedó un poco atrás, aunque es una parte fundamental del portafolio, porque estamos en Uruguay y es parte del ahorro de los trabajadores acá.

-¿Cuánto implica en la inversión del dinero de los trabajadores el tema regulatorio? Porque las AFAP no pueden invertir quizás todo lo que quieren en activos reales o en el exterior.

-La construcción del portafolio es un tema circunscripto a los límites regulatorios a los que estás expuesto. Incluso así vas viendo de qué maneras podés innovar dentro de ese perímetro y se han encontrado muchas formas, y las inversiones en el extranjero hay formas de hacerlas sin necesariamente incorporar los activos directamente en el portafolio. Si quiero comprar un fondo internacional, no podemos, pero seguramente sí podamos hacer alguna exposición de manera indirecta. Es un tema de la regulación en todos los países, los fondos de pensiones tienen como una pata muy fuerte de la regulación, que es una limitante. en cuanto a la libertad, pero está muy aceptado y es parte, en cualquier caso, de cualquier gestor que pone cuál es la combinación del riesgo de retorno. Entonces el portafolio uruguayo va a ser lo mismo. Y en ese sentido, lo hemos hecho históricamente, pero ha ido mutando. En algún momento (las AFAP) eran muy partícipes de los papeles del Estado Uruguayo y eso se fue disminuyendo a medida que se fueron encontrando otras soluciones: los fideicomisos y demás hizo que pudieran encontrar estructuras que terminaron siendo como viabilizadoras de proyectos productivos o el ferrocarril central por ejemplo.

-Yendo al tema de sostenibilidad, ¿qué cree que puede valorar un trabajador que obviamente lo que busca es maximizar a futuro su jubilación?

-Hay desafíos como de mediano y de largo plazo. En la valoración del trabajador, ¿qué es lo que sirve más? El retorno. Y puede percibir que porque sea sostenible su retorno está siendo dejado de lado. Y ahí es como la gran discusión de este tipo de informes de transparencia. Uno no está dejando de ver el retorno, le está añadiendo una mirada de que la sostenibilidad en el fondo se transfiere como un riesgo de largo plazo. Yo cuando miro elementos de sostenibilidad, no estoy mirando solamente la eco-eficiencia o lo eco-amigable. Lo que estoy mirando es si hay elementos de riesgo climático, por ejemplo, o riesgo de regulaciones que se puedan llegar a venir en determinados sectores que pueden implicar que el retorno, que hoy en día se está viendo como bueno, puede estar amenazado a largo plazo por tener algunos componentes de esa inversión que van a ser afectados por las tendencias de largo plazo. Entonces, estoy mirando una combinación de riesgos que no se miraban tradicionalmente en el análisis financiero. Esa es la mirada de sostenibilidad. Tomemos, por ejemplo, el caso de agua, o el caso de industrias que son altamente consumidores de agua. Cuando vos estás mirando la industria desde el punto de vista de la sustentabilidad, estás incorporando el riesgo de que esa industria tenga un mayor regulación por su consumo de agua, entonces tomás eso en cuenta para ver si su rendimiento financiero va a poder compensar o si está haciendo las transformaciones necesarias. Tengo la mirada de sostenibilidad sobre esos sectores o aspectos. Cuando lo miramos decimos, ¿hay igual rentabilidad ¿Sí? Incorporamos una preferencia por aquellos que tienen mejores perfiles de elementos de sostenibilidad ambientales, de gobernanza. O sea, cuando vemos una estructura de gobernanza más sólida, a igual nivel de rentabilidad, nos da como un mejor nivel de preferencia. No es en dejar de dar retorno. Nosotros tenemos como un deber fiduciario para los clientes, que es ese. Y después en ese deber fiduciario también hay que entender que los clientes tampoco entienden muchas veces todos los elementos que son la complejidad de los instrumentos. Nuestra tarea es un poco contarles eso, y la forma de trabajo con sostenibilidad, te permite contar un poco mejor qué es lo que estás mirando de cada una de las inversiones. Cuando vos le decís a las personas que su ahorro previsional puede financiar la educación del país, conecta un poco mejor con su ahorro previsional, que es solamente un tema de largo plazo. Entonces es una forma de comunicar bastante efectiva, sobre todo en las nuevas generaciones, de decir en efecto cómo lo puedo ver material mi ahorro previsional. Cuando lo ven desde el punto de vista financiero solamente, pierden como un poco de conexión. Cuando pueden hacer como una mirada de impacto, hay una mirada más de apropiación de ese ahorro previsional, que es lo que nosotros buscamos al final del día. Es ahorro individual, es de la propiedad de la persona.

-Justamente el tema del ahorro individual estuvo un poco en tela de juicio con el plebiscito del año pasado. ¿Cómo cree que quedó parado el sistema después de haber pasado ese mojón que era el plebiscito, que era no menor, y que justamente tuvo una aprobación que no llegó al 40%?

-Fue como el punto de discusión más profundo que tuvo el Uruguay desde la creación del sistema, porque de alguna manera se dijo: "seguimos adelante con la capitalización individual o no". Si bien había habido varios actores que habían sido críticos sistemáticamente, nunca lo habían llevado a un nivel como de plebiscito. Ya creo que la propiedad de las cuentas individuales está salvaguardada porque ha pasado por un proceso civil de votación que debería respetarse. Después te va a quedar siempre la idea, de cómo hacemos mejoras en el sistema y en el Diálogo Social seguramente encuentres que no vas a hacer un revisionismo de la propiedad individual, vas a hacer cambios que tengan que ver con mejoras de sistemas que puedan llegar a ser interpretadas. Yo espero que haya cambios con respecto al proceso de inversión. Otros esperarán que haya cambios con respecto a otras variables, pero nunca el ahorro individual sea puesto de vuelta a consideración como si es o no una forma de financiar el retiro de las personas.

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Sebastián Peaguda, gerente general de AFAP SURA.
Foto: Estefanía Leal.

-¿Qué expectativas tienen para el Diálogo Social?

-Creo que el Diálogo Social y la Comisión de Expertos (en la reforma jubilatoria de 2023) son procesos similares en lo que de alguna manera intentan construir, que intentan construir como una serie de ingredientes que tienen que ser considerados en la reforma, como decir voy a recabar información suficientemente rica y vas a levantar inputs de diferentes lugares con diferentes lógicas, porque uno cuando pregunta, pregunta con determinado sesgo y ese sesgo se verá en la información que va a recabar. Eso es lógico. Pero, en el Diálogo Social creo que lo más importante que uno puede ver, es que hay una ambición muy lógica y que me parece correcta, de que la discusión de seguridad social sea más allá de lo que tenga que ver con jubilaciones, que fue gran parte del compromiso y que debería ser honrado. Si toda la discusión en la anterior reforma, que fue en 2023, fue que era solamente ajustada a jubilaciones, esta otra propuesta de nueva revisión del sistema de seguridad social debería ser más amplia que solamente la parte previsional. O sea, está el tema de primera infancia, que creo que siempre es un tema que debe ser considerado cuando uno dice, ¿qué cantidad de recursos estoy asignando a diferentes partes de la población? Era claro cuando uno discutía el tema de seguridad social, es decir, me gustaría tener muchos más recursos, pero toda vez que le busco solventar mejor las necesidades a los adultos mayores, estoy poniendo en tela de juicio si ya están bien abastecidas las necesidades de las infancias. Entonces, creo que esta conversación tiene que tener esas dos patas claramente, por lo menos resueltas. La seguridad social tiene que ver con la época de trabajo y la época de la percepción de una jubilación, tiene que ver con la infancia y tiene que ver con la salud, porque estamos hablando de seguridad social como un eje más grande, que fue lo que se propuso. Y tiene que ver con una interpretación clara de lo que hace el trabajo del futuro. Porque cada vez más estamos mirando que el trabajo del futuro tiene menos que ver con el trabajo del siglo XIX, que fue el que, de alguna manera, hizo la estructura que tiene el sistema previsional. Es decir, yo tengo una empresa, a esa empresa puedo ir, presentarme, supervisarla con el BPS y ver qué trabajadores, en qué condiciones están y desde el punto de vista laboral puedo generar un sistema previsional. Pero, las lógicas de trabajo te empiezan a cambiar. Los trabajadores ya no necesariamente tienen que estar en una planta industrial como estaban en su momento, sino que pueden estar en una relación freelance, pueden estar trabajando para el extranjero, pueden estar trabajando en remoto un montón de tiempo. ¿Cómo vas a hacer para incorporar esas formas de trabajo que son distintas y que no son necesariamente con las empresas que vos podés ir a observar? Entonces, la expectativa que tenemos con el Diálogo Social es que enfrente una discusión tal como fue la comprometida, que fuera amplia en cuanto a esa seguridad social desde el punto de vista de las jubilaciones, de la salud, de las infancias y lo que tiene que ver también con el futuro del trabajo.

-¿Ven con preocupación que pase algo parecido a lo que se dio en el proceso de reforma del 2023? En el sentido que fue si uno mira el origen, estaba pensada para fortalecer mucho más el pilar de ahorro individual, incluso permitiendo a la AFAP hacer inversiones en el exterior, con ciertos parámetros, y después la lógica parlamentaria terminó en que en realidad va menos aporte todavía para la AFAP que lo que iba antes de la reforma y la parte de inversiones se eliminó. ¿Temen que pase algo de eso?

-Creo que la palabra no es temer. Daría por descontado que es un tema que arranca con determinados ímpetus y va adaptándose a medida que la conversación se torna un poco menos técnica y más política. Y ahí es como lo que hemos visto en todos los procesos, donde se originan un montón de elementos, de preocupaciones, y se van matizando en el sistema político para buscar los consensos necesarios como para tener una aprobación. Si uno mira la recomendación de la Comisión de Expertos, si uno mira el anteproyecto con el que fue el presidente (Luis Lacalle Pou) a presentar lo que iba a proponer, después lo que termina llegando el Parlamento, en toda esa sucesión hay cambios, no solamente de la lógica, sino de cuáles son los ímpetus. En algunos casos era muy ambicioso, como el elemento que tenía que ver con hipotecas revertidas. Esto es otro espacio. Y yo no digo que eso no debería haber estado, porque potencialmente era rico. Pero a veces se busca acuerdos, y con los acuerdos a veces simplificar tiene mucho sentido. El compromiso es que no sea simple, es que sea heterogéneo, entonces va a ser algo que necesariamente va a tener muchos cambios, porque en su ordenación va a tener muchas ambiciones.

-Con lo que mencionabas antes de pensar más en el futuro del trabajo y esta lógica que hay hoy, y si se cree va a haber más en el futuro, que ya no es un trabajador en una misma empresa durante cierto tiempo, sino que de repente va teniendo diferentes trabajos, trabaja de forma remota. ¿Las AFAP tiene un rol más grande para jugar que el que están jugando actualmente con este esquema?

-Sí, creo que hay un gran componente que debería hacer las personas mucho más cercanas a ese concepto de que parte de su ahorro va a financiar su retiro y que descansar una parte de su ingreso futuro en el Estado se va a ver sucesivamente adecuado a las restricciones financieras. Las AFAP tienen elementos como para poder traer un tema de planificación financiera para las personas que efectivamente puedan hacerlo. Hay personas que tienen ingresos que necesariamente deberían empezar a adecuarse en ahorro para su jubilación, pero no saben hoy en día cómo hacer una equivalencia entre el ahorro previsional que tienen y su jubilación futura. Y cuando uno le muestra cuál es esa equivalencia, le hace un cálculo jubilatorio y le muestra "este ahorro que estamos proyectando para vos, implica este tipo de jubilación", y enseguida se cuestiona si hay posibilidades para él de ampliar un poco el ahorro que está haciendo para poder tener una mejor jubilación. Casos que no son nada extraños, que los vimos toda la vida, personas que trataron de tener un ahorro e invertir en un apartamento para poder tener una renta al momento de jubilarse. Estás hablando de una inversión en un solo activo, en un apartamento o en un bien inmobiliario. Sin embargo, en las AFAP vos tenés un portafolio diversificado, gestionado, tiene un montón de elementos que en el mercado financiero es difícil de acceder a esas opciones de inversión. Si el sistema de inversión de las AFAP evoluciona y logra gestionar como el ahorro previsional con un poco más de visibilidad al cliente, es lógico que las personas vuelquen un poco más de ahorro, en vez de otras opciones financieras, en lo que es el sistema que está más custodiado del sistema financiero. Porque va a tener de alguna manera la capacidad de generar una propiedad más clara de cuál va a ser su prestación jubilatoria.

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Sebastián Peaguda, gerente general de AFAP.
Foto: Estefanía Leal.

-Muchas veces se las cuestiona a las AFAP y se dice: "cobran comisiones altas" o "ganan mucho dinero" o "invierten mucho en papeles del Estado y tienen una rentabilidad fácil".

-Hay muchos elementos de la pregunta que no se sostienen, que realmente uno puede demostrar que las AFAP básicamente no cobran comisiones excesivas por los servicios que prestan. Cuando uno lo mira, es realmente un porcentaje muy parecido al 0,3% de los activos que administran. ¿Cuánto administran? US$ 25.000 millones. Bueno, ¿cuánto es lo que se cobra por esa administración? Es un valor inferior a lo que se cobra, por ejemplo, en una economía desarrollada como es Estados Unidos. Entonces, ¿contra qué lo estoy comparando como para decir que esto tiene un costo elevado? Y cuando uno mira las ganancias de las AFAP, mira el sistema financiero, mira la banca, los resultados que tiene y se pregunta: ¿por qué se asigna habitualmente como una mirada de resultados exultantes a las AFAP cuando claramente están por debajo del 10% de lo que podría ser el resultado de la banca? No creo que esté por ahí el tema.

Creo que el sistema de inversiones que hay, ha privilegiado mucho que la persona no pueda hacer un retiro del capital, sino que lo preserve en su mayor capacidad hasta el momento de su retiro. Pero, eso conspira un poco contra la persona que es joven, que está enfrentando, por ejemplo, la maduración de su núcleo familiar, que tiene hijos y demás, que puede tener capacidad de ahorro, que lo inmovilice hasta los 65 años. Es una decisión muy dura que tiene que tomar el núcleo familiar, inmovilizar el dinero de manera absoluta. Entonces si uno le dice, hay opciones de liquidez, creo que ahí es donde el sistema le da una gran posibilidad a la persona de alocar parte de su capital y decir: "esto es para mi retiro, pero si sucediera algo importante con mis hijos, yo puedo acceder a ese capital". Hoy en día no existe eso, nosotros lo hemos puesto como parte de las recomendaciones. El sistema de ahorro voluntario que tienen las AFAP todavía es muy rígido. Tiene que encontrar un poco más de flexibilidad para que las personas se sientan más cómodas. ¿Por qué? Más cómodas con la liquidez que tienen. ¿Qué proceso de ahorro está más regulado que las AFAP? Cuando uno mira las rentabilidades que entrega y mira el costo que genera, dice, pero esto es súper atractivo, pero no lo puedo usar porque es ilíquido. Ahí es donde hay un montón de potencialidad de desarrollo. Hasta que no podamos encontrar que el producto haga sentido a la persona, es muy difícil de tratar de transmitirle la pertinencia que tiene. Nosotros creemos que es un desarrollo que se ha hecho en los países más importantes de Latinoamérica, que tienen un sistema de ahorro voluntario que es un poco más flexible para que la persona vuelque dinero con la expectativa de dejarlo para su retiro, pero si percibe que la contingencia de la vida lo va a llevar a que está resignando de esa capacidad de hacerse de ese dinero para afrontarla, no lo va a inmovilizar.

-Eso es facilitarle en el ahorro voluntario mecanismos de retiro temprano, antes de la jubilación, pero ¿también hacer esos aportes voluntarios de forma más sencilla? Porque ese tema es complejo.

-Si uno quiere hacer ahorro voluntario, si bien la reforma mejoró algunos aspectos, todavía sigue siendo medio engorroso. Todavía es una oferta de un producto que no está a la altura. Si yo lo quiero hacer esto simple, debería dejar de tener la decisión todos los meses si voy a volcar dinero ahí. Debería ser automático. Debería ser: "mirá, yo estoy dispuesto a poner un peso todos los meses acá" Y no tengo que estar todos los meses tomando esta decisión. En todos los estudios de economía del comportamiento, lo que se aboga es a que todo sea una decisión de una vez y que pueda optar por salirse de esa decisión, pero no que todos los meses tenga que tomar una decisión proactiva de estar poniendo dinero, sino que sea un poco al revés. Cuando se hizo la incorporación en la última reforma de que los dos puntos de IVA (devueltos en cada compra con tarjeta de débito o dinero electrónico) puedan ir al ahorro previsional, empezó siendo una idea muy alineada a la mejor práctica internacional, de decir: de esta parte que la persona hoy en día lo está recibiendo en un beneficio de consumo, es importante que vaya al ahorro previsional. Pero si va al ahorro previsional, que lo haga por defecto, que vaya directamente, no que tenga que tomar la decisión de que vaya al ahorro previsional. Porque el consumo le gana el ahorro en la economía todos los días. Hay un componente que todos sabemos que hay que ahorrar, pero todos privilegiamos el consumo. Hoy en día todavía eso no quedó regulado, pero las personas cuando esto quede regulado van a tener que optar que vaya al ahorro individual cuando debería ser por defecto.

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Sebastián Peaguda, gerente general de AFAP SURA.
Foto: Estefanía Leal.

-Con respecto a lo que comentaba de las posibilidades de retiro antes de la jubilación, la reforma previó la posibilidad de retirar el 9% del fondo acumulado en la AFAP antes de contratar la renta vitalicia. ¿Qué tan usado ha sido eso?

-Ha sido uno de los componentes que la reforma ha traído a nivel operativo con mucho flujo en todo el sistema. En SURA, las personas que tienen largas trayectorias de trabajo y que cumplen con las causales y aún así deciden seguir trabajando, han consultado y en muchos casos están haciendo el retiro del 9% que tienen en su ahorro previsional. Ha conectado un montón eso con la expectativa de las personas de materializar ese ahorro en proyectos más de corto plazo. A veces uno dice: "me quiero retirar, pero estos primeros años de retiro tengo algunas cuantas cosas que quiero hacer" y hace esa extracción del 9%. Ha sido bastante utilizado. De la misma manera que las personas que están en el extranjero ya varios años y no tienen proyectos de volver a Uruguay, han estado solicitando el reintegro de su saldo de ahorro provisional en gran medida. Eso igual no impacta tanto lo que es el monto de activos que manejan las AFAP, es un porcentaje chico, pero cuando uno lo mira son varios cientos de millones de dólares.

-¿Tienen más o menos la cifra estimada?

-No tenemos la cifra entre todo el sistema porque no tenemos un proceso de consolidación de cifras, pero uno podría decir que son varios cientos de millones de dólares que han salido de esa manera. pero tiene sentido porque estamos hablando de US$ 25.000 millones administrados. Creo que logra materializar para esas personas y a través de ellas al resto, de que ese dinero existe y de que es de esas personas, que tienen la capacidad de tomar decisiones sobre ese dinero, que a veces no ha sido tan claro para todos. Como que se torna en algo inmaterial, como no es líquido para sacar o para usar, no sé si me siento propietario de eso.

-¿Les faltan hoy a las AFAP proyectos productivos para invertir más en economía real o están ya en un límite?

-Te diría que siguen llegando proyectos y se siguen evaluando porque hay expectativa que haya buenos retornos en varios de los proyectos que hay. Lo que sí es verdad es que hoy el dinero, por las tasas de interés que hay, tiene un valor distinto que hace cinco o 10 años atrás, donde las tasas eran típicamente cero. Entonces ya los proyectos de inversión compiten contra otros costos de oportunidad de comprar un treasury o de comprar otro instrumento de inversión más tradicional, más del mundo financiero. Entonces ese es un elemento a considerar. pero no es que dejen de llegar proyectos y que se dejen de valorar. Las últimas emisiones tienen en cuenta en el financiamiento a las AFAP. Lo que uno empieza a ver es maduración del sistema, porque el sistema ya empieza a tener personas que se retiran y el año que viene cumple 30 años, entonces típicamente ya una persona puede haber entrado y haber llegado a una causal jubilatoria con 30 años de trabajo, enteramente con un sistema de capitalización. Entonces esas personas se van a empezar a retirar, y en los próximos, capaz que cinco o 10 años, el sistema, si bien va a seguir administrando más activos, va a empezar a entrar en una meseta de crecimiento, porque la población de Uruguay no crece, entonces ese proceso de acumulación, para muchas personas, se va a haber terminado, y va a salir del proceso de acumulación en una AFAP, y va a entrar en un proceso de cobro de renta vitalicia. Esos activos financieros igualmente van a estar en la aseguradora, porque salen del proceso de la AFAP, pero entran en una aseguradora y la aseguradora igualmente tiene que tener un proceso de inversión. Ese es un elemento fundamental a entender, que el proceso de desacumulación en Uruguay a través de las rentas vitalicias ha quedado un poco inadecuado. Es el mismo proceso de renta vitalicia que en el año 1996 y capaz que en el año 1996 se dijo: "esto lo podemos ver dentro de unos años, más adelante, en base a la experiencia que vayamos teniendo". Y ya estamos a 30 años y no ha cambiado el producto para las jubilaciones y estamos un poco viendo ahí falta de competencia.

-Está solo el Banco de Seguros del Estado.

-Y eso claramente es el mejor indicador de que algo está faltando. No debería haber un solo oferente, porque algo no está del todo funcionando como para que haya una mejor participación de privados. Que el sector sea un poquito más competitivo debería ser parte de que el producto mejore su diseño.

-¿Han tenido ya contacto con el ministro de Economía y Finanzas para plantear estas y otras ideas?

-No, no hemos tenido un contacto con el Ministerio de Economía, Si bien siempre tenemos mucho contacto con la Unidad de Deuda, con diferentes actores, hemos podido comentar varias de nuestras ideas en la OPP y demás, pero no creo que sea un tema de acceso. Creo que todas las autoridades por lo general escuchan de buena gana los comentarios que tenemos para hacer. Vamos a atravesar el Diálogo Social y ahí van a entrar varias cosas en la discusión y ahí van a haber tanto las inquietudes nuestras, como las inquietudes de otras organizaciones. Nosotros vemos desde SURA con inquietud el proceso de desacumulación, que ha llevado a que solamente el Banco de Seguros esté participando en ese proceso. El tema del proceso de inversión ha ido incorporando un fondo primero, dos fondos, tres fondos, pero cuando uno mira la composición de los fondos, le falta esa exposición al resto del mundo. Es todavía muy marginal y es necesaria. Uruguay, por suerte, ha entrado en un proceso de maduración que lo vemos hoy en día con inflación baja para lo que es la historia reciente de Uruguay. Y eso, evidentemente, hace que el retorno en el cual uno pone el portafolio también empiece a tener desafíos para dejarle al afiliado un mayor retorno y una mayor expectativa de jubilación. Entonces, creo que todas esas cosas tienen que ser parte de las mejoras que se tienen que incorporar al sistema. El sistema los resultados que tiene que alcanzar son las mejores jubilaciones posibles, para eso tiene que tener la mayor rentabilidad posible. Habitualmente la discusión del costo ha dominado mucho y ha entorpecido entender que los fondos previsionales crecen muchísimo más por la rentabilidad que por la diferencia de comisión que puede llegar a haber en un actor o en otro. Eso ha sido en parte inhibidor de que el sistema esté poniendo el portafolio a las mejores prácticas internacionales.

-¿Y eso ya lo han planteado dentro del Diálogo Social o todavía no ha llegado el momento?

-No, el Diálogo Social todavía no ha tenido la audiencia con los diferentes actores del sistema. El Diálogo Social tiene una agenda bastante cargada de muchas audiencias. y nosotros sobre finales de octubre, principios de noviembre, vemos en la agenda que van a estar los principales actores representativos de los sistemas de capitalización individual o los sistemas de reparto como las cajas paraestatales, el BPS recién va a estar yendo sobre el principio de noviembre. Creo que todavía se está haciendo como una recopilación un poco más de la sociedad civil y luego de los actores directamente involucrados.

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