Redacción El País
La empresa Fenedur que producía adhesivos y selladores como "La gotita", Voligoma, Poxilina, Fastix en el departamento de Canelones, anunció el cierre de su fábrica, como había adelantado El País. Ahora, se conocieron los detalles de las razones detrás del cierre de la fábrica y la relocalización de la producción en Argentina, donde cuenta con entre 700 y 800 trabajadores.
Adesur es una empresa importadora de adhesivos en Uruguay, que desde 1978 se encarga del negocio de productos Poxipol y luego introdujo el resto de las marcas a su portafolio. Además de distribuir, la empresa se encarga de fabricar la línea de adhesivos Novopren.
En Argentina, las marcas "La gotita", Poxipol y Poxilina son fabricadas por Akapol S.A, y a partir del año 2000 Fenedur adquirió el dominio para producirlas de forma independiente desde su planta en Uruguay.
Según indicaron fuentes de Adesur a El País, a pesar de que la fábrica en Argentina también tiene “capacidad ociosa”, la planta es de mayor porte en comparación a la de Canelones que afecta a unos 40 empleados. Directivos de Adesur aseguraron que los trabajadores recibirán la liquidación correspondiente además de “algún incentivo extra” que se establecerá en función de cada caso.
Por otra parte, la firma aseguró que continuará importando los productos de las marcas desde Argentina y señaló que los costos de importación “no mueven la aguja” ya que se trata de los fletes.
Fenedur se dedica al desarrollo y comercialización de pegamentos, selladores y adhesivos con exportaciones a 18 mercados, como Brasil, Bulgaria, Chile, Costa Rica, Israel, Italia, Paraguay, Polonia, Rusia y España.
Según un comunicado del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ), los trabajadores recibieron la notificación por parte de la empresa durante la mañana del martes 16 de setiembre, en la que aseguró que "cerrará definitivamente su planta de producción" ubicada en ruta 5. "Nuestro gremio se encuentra en estado de alerta y estará analizando acciones a tomar en función del desarrollo de los hechos futuros", advirtió el sindicato químico.
Por su parte, la Confederación de Sindicatos Industriales (CSI) señaló: “Nuestra confederación informa que se encuentra en estado de alerta y continuamos reclamando medidas inmediatas, urgentes y concretas de los actores involucrados para revertir una realidad extremadamente grave" y agregó que "no es ajeno al diagnóstico denunciado fuertemente por la CSI a nivel general en varias oportunidades”.