Entre 2015 y 2018 los uruguayos comenzaron a familiarizarse con palabras como IPA, APA y otras más que deleitaban paladares amantes de la cerveza; es que el negocio de la cerveza artesanal comenzó a posicionarse como pionero entre bares y pubs de la noche uruguaya con pequeñas elaboradoras por todo el país.
Sin embargo, este crecimiento comenzó a desdibujarse con la llegada de la pandemia y culminó en el escenario actual de fuerte disminución en las ventas. El presidente de la Asociación de Microcervecerías Artesanales del Uruguay (AMAU) y director de la cervecería Bimba Brüder, Carlos Lamarca, sostuvo que previo al 2020, existían menos cervecerías, lo que explica su crecimiento masivo.
Según Lamarca, la demanda de cerveza artesanal comenzó a disminuir a partir del 2019 y con la pandemia cerraron varios emprendimientos familiares, lo que hizo que Bimba se mantuviera solo en el departamento de Paysandú.
Por su parte, el director de Mastra, Wilfredo Camacho, explicó a El País que el auge de las cervecerías se dio por la curiosidad que despertaba entre el público joven. En particular, indicó que se trataba de un público de entre 20 y 30 años que “no se pudo recuperar” luego de la pandemia.
Sin embargo, para el director de cervecería Volcánica, Luis Campelo, se trató de un periodo de inicio de las cervecerías en el que se empezó a conocer su trabajo ya que se trataba de algo nuevo en el país.
Camacho también indicó que previo al 2020, Mastra contaba con seis sucursales en todo el territorio nacional y agregó que la industria de la cerveza artesanal reunía el 10% de los puestos de trabajo de todo el sector.
En la actualidad y con motivo de los impactos de la pandemia, la cervecería cuenta con un único local comercial en Montevideo y redujo su personal casi un 50%.
Cerveza en Uruguay
La cerveza es la bebida con alcohol más elegida por los uruguayos, aunque durante los últimos años registró una disminución en su consumo, principalmente con motivo de la crisis hídrica registrada el año pasado.
Si bien la cerveza artesanal es producida en el país, los directores de las cervecerías coincidieron en que la importación de varios insumos encarecen el precio final.
Estas importaciones se concentran tanto para insumos secos (botellas, etiquetas y tapas) como para ingredientes (malta, lúpulo y levadura). Campelo señaló que los países de origen de estos componentes son Bélgica, Estados Unidos y Francia.

Por primera vez en la región, la empresa uruguaya Cabesas Bier cuenta con cervecería, destilería y maltería propia, por lo que la convierte en el principal proveedor de malta de cervezas artesanales en el país.
Su director, Rodrigo Rios, indicó a El País que la empresa exportaba su producto a Argentina pero con la devaluación de la moneda, en la actualidad solo cuenta con ventas hacia Brasil a través de free shop.
Respecto al negocio en Uruguay, Campelo y Rios coincidieron en que la producción de cerveza en el país está “monopolizada”, lo que genera aún más dificultades para posicionarse en comercios pequeños.
Por su parte, el presidente de AMAU agregó que el amplio dominio de cervezas industrializadas en Uruguay hace que algunos emprendedores piensen en exportar sus productos pero que esos proyectos se ven frustrados por los elevados costos de producción.
Además, Lamarca señaló que a nivel impositivo, la cerveza artesanal en el país paga un importante porcentaje de Impuesto Específico Interno (Imesi) debido a su alto costo en comparación a la cerveza industrial.
Por otra parte, el presidente de AMAU también destacó que la baja rentabilidad del negocio hizo que muchos emprendedores tuvieran que dedicarse a otras actividades para mantenerse.
Algunos desafíos
En la actualidad, el producto artesanal representa alrededor de un 2,5% de todo el consumo cervecero en el país (un promedio de 100 millones de litros anuales) según explicó el presidente de AMAU.
En ese sentido, el director de Mastra destacó que uno de los motivos de la baja en la demanda fue que el consumo se desvió hacia otro tipo de bebidas destiladas, lo que obligó a que muchos bares potenciaran el negocio a través de otros servicios de comida y entretenimiento además de nuevos modelos multimarca.
Campelo sostuvo que si bien durante los primeros años de la cerveza artesanal en Uruguay, la industria parecía ser un buen negocio, genera importantes dificultades para mantenerse en el tiempo. Además, agregó que el surgimiento de nuevas marcas y cierre de algunas cervecerías hizo que el negocio se mantuviera en niveles casi constantes.

Una de las problemáticas más destacadas por el director de Cabesas Bier, fue el nivel de contrabando de bebidas registradas en el norte del país provenientes del mercado brasileño.
Respecto a las bebidas importadas, el presidente de AMAU las consideró como una dificultad ya que tienen un alto nivel de distribución en todo el territorio y son bebidas más económicas que generan una importante competencia ante las cervezas artesanales.
Según explicó, durante los últimos cuatro años, el consumo de cervezas importadas en el país alcanzó el 18%. En ese sentido, destacó la importancia de la mano de obra de las cervezas artesanales, debido a que los procesos son menos mecanizados que la industrial.
Lamarca destacó los trabajos en conjunto con el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) para visibilizar la industria artesanal.
Nuevas propuestas
Dentro de las cervezas artesanales, las más demandadas son las IPA (con mayor amargor y graduación alcohólica) y las rubias tradicionales y livianas.
Sin embargo, con motivo de la necesidad por posicionar nuevos productos en el mercado, el director de Mastra mencionó el próximo lanzamiento de cervezas IPA y Lager aromatizadas con cannabis.
Según explicó, se trata de un producto único a nivel regional y uno de los principales objetivos es fortalecerlo en el mercado local para luego evaluar posibles exportaciones.
Consultado a propósito de propuestas con el objetivo de mantener el negocio, Ríos sostuvo que la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), se manifestó en contra de la producción de cerveza artesanal y que los logros obtenidos hasta ahora surgieron por parte de la posición de la industria.
Ríos señaló que se plantearon similitudes a nivel industrial y vinculadas a formas de trabajo entre las cervezas artesanales y la industria vitivinícola. En ese sentido, agregó que tampoco recibieron respuestas por parte de autoridades de gobierno ante sus reclamos.
De acuerdo a lo que explicó el presidente de AMAU, uno de los principales objetivos que se pretende abordar en el corto plazo es la generación de un marco laboral acorde al tamaño de las empresas cerveceras que discuta salarios y puestos de trabajo.
En ese sentido, Lamarca destacó que el año pasado AMAU logró una apertura de bandeja en el Consejo de Salarios, a partir del cual se reconoció la necesidad de un nuevo marco laboral.
En relación a los puestos de trabajo, AMAU registró unos 120 empleados reunidos entre las 36 empresas asociadas que están presentes en 11 departamentos de Uruguay.