Près apuesta a la valorización de Palermo y Barrio Sur, y refuerza su presencia en la zona costera

La zona costera de Palermo y Barrio Sur se convirtió en un polo inmobiliario muy atractivo en Montevideo. Su cercanía a la Rambla, la presencia de un parque verde que funciona como transición al mar y un equilibrio urbano que se mantiene por la propia zonificación explican buena parte del fenómeno. Para la empresa especializada en el desarrollo y asesoramiento en proyectos inmobiliarios Situ, este proceso tiene respaldo en los datos y en la experiencia. “La evolución histórica de precios muestra una revalorización anual en dólares superior al 6,7%, rindiendo mejor a largo plazo que barrios tradicionales como Pocitos. Hoy el mercado valida la zona: los valores de venta ya superan a los de barrios vecinos como Cordón”, resumió Mateo Fernández, director de Situ.

Con el lanzamiento de Près Barrios Amorín, su quinto edificio en la zona, Situ consolida una visión sostenida a lo largo de varios años. La decisión de concentrar sus desarrollos aquí no es casual, ya que la empresa considera que se trata de un punto singular en Montevideo por su equilibrio entre renovación y vida barrial. “Son barrios que han sumado nuevas propuestas sin perder esa tranquilidad local”, explicó Fernández.

El diferencial del producto Près surge de la necesidad de recuperar cualidades espaciales que parecían haber desaparecido de la vivienda nueva. Ventilación cruzada, luz natural real y espacios intermedios son parte de esa búsqueda. “Nuestros edificios tienen pasarelas, patios y balcones que funcionan como una verdadera extensión de la vivienda”, afirmó el ejecutivo.

La desarrolladora trabaja con estudios de arquitectura referentes como Adamo-Faiden de Argentina, Giusto Van Campenhout de Bélgica y Plan Común de Francia, con el objetivo de transgredir la lógica estándar del mercado. A la vez, sostiene un enfoque constructivo que prioriza materiales nobles, hormigón y mampostería: “Evitar soluciones que desconocemos cómo van a soportar el paso del tiempo es clave. La solidez constructiva impacta directamente en la vida diaria del usuario y en la rentabilidad del inversor”, agregó.

Ubicado en Barrios Amorín y Maldonado, el nuevo desarrollo sintetiza aprendizajes y refuerza la identidad de la marca. El proyecto incluye unidades de uno y dos dormitorios, pensadas para máxima eficiencia, y suma una pieza diferencial: una exclusiva vivienda de tres dormitorios con un gran patio privado. “Es literalmente una casa con la seguridad de un edificio”, destacó el director de Situ.

El diseño mantiene los grandes ventanales con DVH, la construcción tradicional y el cuidado por las circulaciones intermedias. La empresa afirma que este proyecto representa “una propuesta más pulida y madura”, que incorpora la experiencia recopilada en los lanzamientos previos.

Para Situ, la consolidación de la apuesta en Palermo y Barrio Sur no solo es una estrategia comercial, sino una forma de relacionarse con la ciudad. La desarrolladora considera que el diseño, la comunidad y la dirección de obra rigurosa son factores que impactan en la experiencia residencial y en la vida del barrio.

Foto: Maxime Delvaux, fotógrafo belga especializado en arquitectura

“Aprendimos que estamos haciendo un producto que debe durar 100 años. No existen atajos. Es preferible tomarse el tiempo necesario para garantizar la ejecución que entregar con fallas que estropeen la primera experiencia”, reflexionó el director de Situ.

Mirando hacia adelante, la empresa adelantó que continuará profundizando su presencia en la zona, pero también reveló que ya trabaja en proyectos en otras áreas de la ciudad. “Nuestro know-how es un activo valioso. No solo estamos desarrollando proyectos propios, también estamos asesorando a otros desarrolladores para potenciar sus propuestas. Vamos a seguir explorando nuevas escalas y productos, pero siempre con la misma lógica: intervenir para crear valor real y perdurable”, concluyó Fernández.