EFE
La asociación de víctimas de pederastia en la Iglesia católica de Portugal “Corazón Silenciado” prepara una iniciativa ciudadana para exigir responsabilidades al Estado por los abusos sufridos, ya que, alegan, era su deber “supervisar las instituciones” gestionadas por el clero.
Cristina Amaral, una de las tres cofundadoras de la asociación, explicó que también pedirán indemnizaciones al Estado “si hay apertura para eso”, aunque la prioridad es lograr “una reacción de la comunidad política” y del jefe de Estado, Marcelo Rebelo de Sousa, para que la historia “no se vuelva a repetir” y se proteja a los menores de edad.
“Vivimos en un Estado laico y todas las instituciones, como en la que yo estuve, debían ser supervisadas por el Estado, independientemente de estar la Iglesia”, aseveró Amaral, que fue víctima de abusos desde los 5 hasta los 9 años de edad en un colegio católico.
Sin embargo, “en esas instituciones sabemos, incluso en la mía, que no se permitía la entrada de asistentes sociales” sin cita previa, continuó, lo que dificultaba las inspecciones.
Criticó, además, que la actual clase política y Rebelo de Sousa, católico practicante, han “cerrado los ojos” y no han analizado en profundidad la situación para darle una respuesta. “Esto es un cerrar de ojos. Ya basta de la Iglesia y el Estado. ¿El Estado piensa que no tiene responsabilidades? Las tiene”, afirmó Amaral.
Por ello, trabajan con abogados para lanzar “a finales de año” una recogida de firmas entre la población y llevar su iniciativa al Parlamento, para que sean los diputados quienes trasladen la petición a Marcelo Rebelo de Sousa. “Queremos como ciudadanos y en base a nuestra Constitución que el tema sea debatido en el Parlamento para accionar la responsabilidad que el Estado debería haber tenido y no tuvo sobre nosotros”, resumió.
Para que la petición entre en la Asamblea de la República necesitan 7.500 firmas, una cifra que no consideran un reto.
Número de víctimas
Un estudio divulgado en febrero de 2023 realizado por un equipo de expertos reveló que más de 4.800 menores han sido víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia en Portugal en los últimos 70 años.
El Grupo Vita, creado hace cinco meses por la Iglesia portuguesa para prestar apoyo a víctimas de abusos sexuales en la institución, ha derivado 14 casos a la Fiscalía lusa de un total de 62 peticiones de ayuda recibidas desde mayo.
Actualmente, nueve sacerdotes y un laico se mantienen apartados de sus funciones por abusos sexuales sobre menores en el país, según la Conferencia Episcopal de Portugal.
Misión palestina
En otro ordende temas, el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, le dijo a la misión diplomática palestina en Portugal que “no deberían haber empezado” el conflicto con Israel y pidió “calma y prudencia”, según recogieron medios locales.
Durante una visita al Bazar Diplomático en Lisboa, el mandatario conservador charló con el jefe de la misión diplomática palestina, Nabil Abuznaid, a quien le recomendó ser “cautelosos, inteligentes y pacíficos”, ya que “el radicalismo crea un clima de radicalismo” y “esta vez el radicalismo empezó por parte de algunos palestinos”, recogió la agencia Lusa.
“Tienen que ser moderados. De otro modo, pierden la razón”, insistió Rebelo de Sousa en una conversación en inglés frente a la prensa portuguesa.
Cuestionado por Abuznaid sobre la “reacción brutal” de Israel en la Franja de Gaza y el fin de la ocupación del territorio, el presidente portugués alegó que “eso es otra cosa”.
“El hecho de no haber todavía dos Estados no significa que puedan atacar a personas inocentes del modo en el que lo hicisteis algunos de vosotros”, añadió, aunque matizó que no confunde “el ataque terrorista con el deseo de paz del pueblo palestino como un todo”. “Sí, sé que culpáis a Israel por eso, pero esta vez fue alguien de vuestro lado quien comenzó. Y no deberían”, recalcó el jefe de Estado.
Por su parte, Abuznaid calificó la opinión de Rebelo de Sousa como “injusta”.
“Si queremos ser justos, tenemos que condenar la violencia de los dos lados, por lo menos, y condenar la ocupación. Esa es la raíz del problema. Y el presidente repitió cinco veces a la prensa aquí el ataque del 7 (de octubre), pero no mencionó el pueblo de Gaza. Esto es injusto”, alegó Abuznaid a los periodistas.