La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, anunció ayer sábado que el organismo que dirige trabaja en un plan para facilitar el acceso de las industrias europeas a materias primas críticas, en un contexto marcado por las restricciones a las tierras raras chinas y los aranceles estadounidenses, que afecta especialmente a Europa.
“Puedo anunciar hoy que estamos trabajando en un nuevo plan ‘RESourceEU’ en la línea de la iniciativa ‘REPowerEU’, que nos ayudó a superar la crisis juntos después de que (Vladímir) Putin cortara las energías fósiles. El objetivo es asegurar el acceso a fuentes alternativas de materias primas críticas”, dijo Von der Leyen en el Berlin Global Dialogue que acoge la capital alemana.
Von der Leyen aludió así a la crisis que supuso para los países europeos desde un punto de vista energético el contexto geopolítico abierto por la invasión de Rusia contra Ucrania, situación que llevó a que Moscú cerrara el grifo de los hidrocarburos a Europa. “Hemos aprendido la lección de forma dolorosa con la energía y no lo repetiremos con las materias primas críticas”, aseveró la presidenta de la CE en el que fue el discurso más importante ayeren el Berlin Global Dialogue, una cita internacional en la que se dieron destacadas figuras políticas y empresariales para abordar cuestiones de orden geopolítico.
Von der Leyen afirmó desde esta tribuna berlinesa que su plan sobre materias primas críticas, esenciales para el desarrollo de productos tecnológicos relevantes en una amplia gama de sectores, constituye una respuesta a un nuevo contexto geoeconómico de marcada hostilidad. Así, destacó que actualmente hay países que utilizan las cadenas de suministro, los aranceles y otras medidas no comerciales como “vectores de presión”.
En concreto, Von der Leyen aludió a la reciente decisión del Gobierno chino del pasado 9 de octubre por la que restringió la exportación de tecnologías relacionadas con las tierras raras. Von der Leyen se refirió a esas acciones de China como “un riesgo significativo” porque dificultan enormemente que otros países desarrollen una industria de tierras raras.
“Si uno considera que más del 90 % de nuestro consumo de imanes de tierras raras procede de importaciones de China, uno ve el riesgo aquí para Europa y sus sectores industriales más estratégicos, desde el automóvil a la industria de los motores, la defensa, la aeroespacial, la inteligencia artificial o los centros de datos” abundó.
Entre las ideas de dicho plan, según Von der Leyen, figuran tanto encontrar soluciones con los interlocutores de China como el reciclado de materias primas críticas en Europa y la aceleración en los acuerdos sobre esta materia con países como Ucrania, Canadá, Kazajistán, Uzbekistán o Chile, además del territorio autónomo danés de Groenlandia.
Advertencia rusa
En otro orden de temas, Rusia advirtió ayer sábado a la UE que si decide confiscar los activos congelados rusos para ayudar a Ucrania, tendrá que devolverlos en un futuro “con intereses”.
“Los países europeos implicados en ese robo tendrán que pagar sumas mucho mayores, con intereses”, escribió Viacheslav Volodin, presidente de la Duma o cámara de diputados, en su canal de aplicación rusa Max.
Volodin, quien recordó que dichas acciones son una violación del derecho internacional, refutó el argumento de que Rusia haya asumido que nunca recuperará dichos fondos.
“Por esas decisiones no sólo pagarán aquellos que las tomen hoy, sino las futuras generaciones. Nadie les perdonará. Demandaremos la devolución de lo robado”, subrayó.
También propuso que el dinero requisado sea recuperado por Moscú a través de la confiscación de los activos pertenecientes a los individuos que adopten y aprueban dichas decisiones.
La Comisión Europea planteó a finales de septiembre conceder un “préstamo de reparación” a Ucrania de unos 140.000 millones de euros, financiado con el efectivo que generan los activos rusos inmovilizados por las sanciones, que serviría para costear su defensa o necesidades presupuestarias.