AFP
El domingo las dos candidatas principales a la presidencia de México sostuvieron su último cara a cara antes de las elecciones del 2 de junio, abordando temas críticos como seguridad, migración y relaciones exteriores, pese a lo cual primaron los ataques y las descalificaciones.
En el tercer y último debate, antes de los comicios, la oficialista Claudia
, cómoda líder según la mayoría de encuestas, planteó a los mexicanos un dilema entre un pasado de “privilegios” y “corrupción” y “el presente y el porvenir” que supone la continuidad del proyecto que encabeza el saliente presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Ellos son los privilegios, nosotros el bienestar y los derechos (...) ellos son el clasismo y el racismo, nosotros somos el humanismo, ellos defienden a unos cuantos, nosotros al pueblo de México”, dijo Sheinbaum, exalcaldesa de Ciudad de México de 61 años.

En contraste, la opositora de centroderecha Xóchitl Gálvez apeló a la “hipocresía” de Sheinbaum por utilizar imágenes religiosas católicas, siendo atea, o a acusaciones de tener vínculos con el narcotráfico, en base a un libro de la periodista mexicana Anabel Hernández, que vincula a López Obrador con el cártel de Sinaloa.
“Eso no es un apodo ni un insulto, sino es una descripción de hechos”, dijo Gálvez, tras referirse a Sheinbaum como “narcocandidata”.
“Aquí dice claramente cómo la señora Sheinbaum y su secretario recibieron sobornos, recibieron drogas, eso lo dice el libro, ella tendría que aclararlo”, agregó Gálvez.
Los ataques de la candidata opositora incluyeron también una acusación en contra de Mario Delgado, presidente de Morena -el partido de Sheinbaum y López Obrador- de estar bajo investigación por parte de una agencia de seguridad estadounidense por tráfico de combustibles.
Aunque la aspirante oficialista evitó responder a los numerosos dardos de su oponente, hizo un llamado a detenerlos. “Los mexicanos no nos merecemos un debate presidencial lleno de calumnias y lleno de mentiras (...) No voy a caer, en este caso, en provocaciones”, dijo Sheinbaum, quien, no obstante, contraatacó a la candidata de la alianza de los partidos PRI, PAN y PRD.

“Entiendo la desesperación del PRIAN (contracción peyorativa de los partidos PRI y PAN), va en un lejano segundo lugar, pero no comparto sus métodos”, agregó la oficialista.
Analistas criticaron la insuficiencia de las candidatas punteras para abordar los temas propuestos y la poca sofisticación de sus planteamientos y explicaciones. “Claudia sigue en la postura de la defensa que de pronto resulta evasiva (...) Habiendo asuntos tan importantes, no forman parte del debate”, opinó el periodista René Delgado, durante una mesa de análisis de la cadena Televisa.
“Lo que más preocupa a los mexicanos es la inseguridad. Ahí tenía una oportunidad muy importante Xóchitl Gálvez (...) pero hoy la sentí incómoda”, señaló el politólogo Leo Zuckerman, en el mismo foro.
México se prepara para organizar el 2 de junio los comicios más grandes de su historia, en los que serán elegidos presidente, congresistas, nueve de 32 gobernadores y miles de funcionarios locales. La intención de voto favorece a Sheinbaum con 56%, seguida por Gálvez con 34% y por Jorge Álvarez Máynez, del minoritario Movimiento Ciudadano, con 10%, según la firma Oraculus.