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Se intensifican las protestas contra la reforma jubilatoria de Emmanuel Macron en Francia

El de ayer en el sexto día de manifestaciones a nivel nacional desde principios de año; el gobierno cifró en 1,28 millones de personas en las calles.

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Multitudinarias manifestaciones en Francia en contra de la reforma jubilatoria del presidente Emmanuel Macron
Multitudinarias manifestaciones en Francia en contra de la reforma jubilatoria del presidente Emmanuel Macron.
Foto: AFP

Las protestas en Francia contra la reforma jubilatoria del presidente Emmanuel Macron entraron en una nueva fase ayer martes con la reanudación de las multitudinarias manifestaciones y el inicio de una huelga prorrogable en sectores claves.

La segunda economía de la Unión Europea (UE) vivió su sexta jornada de huelga desde el 19 de enero convocada por los sindicatos para protestar contra la reforma impulsada por Macron.

Desde primera hora de la tarde, los líderes de las dos grandes centrales del país, Laurent Berger (CFDT) y Philippe Martínez (CGT), reivindicaron una movilización “histórica” en la calle.

Según cifras oficiales del Ministerio del Interior, Francia registró ayer martes la protesta más numerosa contra la reforma jubilatoria de Macron con 1,28 millones de manifestantes.

El sindicato CGT estimó por su parte que 3,5 millones de personas manifestaron contra la reforma. La movilización superó la del 31 de enero, considerada como la mayor protesta contra una reforma social en tres décadas en Francia.

“Hemos logrado mostrar la determinación del mundo del trabajo”, el gobierno “no puede seguir haciendo oídos sordos”, dijo Berger.

Sin embargo, los porcentajes de huelguistas se quedaron por debajo de algunas de las cinco jornadas precedentes de protestas, la primera el 19 de enero, probablemente porque con la inflación y con la consiguiente pérdida de nivel adquisitivo resulta particularmente doloroso perder una jornada de sueldo por hacer paro.

El hecho es que en la Administración estatal estuvieron en huelga cerca de una cuarta parte de la plantilla, frente al 28 % el 19 de enero; y en la compañía estatal EDF fueron un 41,5 % frente al 44,5 % ese mismo 19 de enero.

En la enseñanza, el Ministerio de Educación indicó que habían faltado a su trabajo un 32,71% de los profesores, un 35,89% en primaria y un 30,09% en secundaria.

Más allá de estos porcentajes, lo cierto es que circularon muy pocos ferrocarriles (un 20% de media de los trenes de alta velocidad) y que los paros de controladores aéreos obligaron a anular un 20% de los vuelos en Charles de Gaulle y un 30% en el otro aeropuerto de París, el de Orly, así como en Beauvais, Burdeos, Lille, Lyon, Nantes, Marsella, Montpellier, Niza y Toulouse.

Además, hubo camioneros que obstaculizaron el tráfico y crearon atascos en las vías de acceso a Lille, Perpiñán, Rennes, Saint Brieuc o Cannes.

Aunque las refinerías siguen en funcionamiento, ya que no pueden pararse de golpe, la producción se redujo en varias de ellas. Pero los bloqueos en los depósitos impidieron que salieran camiones con carburante.

Emmanuel Macron. Foto: EFE

Cómo sigue

Tras las protestas previstas para hoy miércoles con motivo del Día Internacional de la Mujer y las de mañana jueves convocadas por los estudiantes, los sindicatos podrían organizar nueva jornada de protestas el sábado.

Macron se juega una parte importante de su crédito político, después que la pandemia le obligara a abandonar una anterior reforma durante su primer mandato, marcado además por la protesta social de los “chalecos amarillos”.

Pero dos de cada tres franceses, según los sondeos, siguen opuestos a su proyecto de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42, como ahora) para cobrar una pensión completa.

La última vez que los franceses lograron frenar una reforma de las pensiones fue en 1995. Los sindicatos paralizaron los servicios de tren y metro durante tres semanas y lograron mantener un apoyo masivo en la opinión pública.

Pero el tiempo apremia. A falta de una mayoría oficialista en el Parlamento, el gobierno escogió un polémico procedimiento que le permite aplicarla, si las dos cámaras no se han pronunciado sobre la misma en los mismos términos para finales de marzo.

La cuestión para los sindicatos ahora es la dirección que van a dar a su protesta, es decir, si apuesta por tratar de continuar y amplificar las huelgas o si privilegian otras jornadas de manifestaciones, sabiendo que la opinión pública está mayoritariamente en contra de la reforma.

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