La candidata demócrata se impuso con holgura, el magnate aventaja en varios estados a sus rivales.
La jornada de primarias del supermartes en EE.UU. ha dejado claro que el problema de los republicanos no es Hillary Clinton, sino la posibilidad cada vez más mayor de que Donald Trump sea su candidato presidencial, mientras que en la contienda demócrata Bernie Sanders no se rinde. Como advertía ayer el diario The Washington Post, la "ventana" para evitar una candidatura presidencial de Trump "se cerró casi completamente" con las victorias del magnate en siete de los once estados en juego y, además, el partido no cuenta en este momento con una estrategia consensuada para rechazar al multimillonario.
"Los republicanos parecen estar vacilando, incapaces o reacios a comprender que un turbio y grandilocuente mentiroso (Trump) está fraguando la imagen de su partido como símbolo de intolerancia y división", sostuvo The New York Times en un duro editorial.
El diario urgió, además, a que las "infames declaraciones" e "ideas superficiales" de Trump sean expuestas a través de "análisis desapasionados y debates inteligentes, estrategias que levantarían" a sus oponentes por la nominación presidencial republicana.
Hasta ahora, los principales líderes republicanos en el Congreso han hilado fino cuando han tratado de distanciarse de Trump y no lo han hecho a menudo. Este martes, tanto el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, como el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, denunciaron de manera velada la negativa de Trump a condenar en una entrevista el apoyo de un antiguo líder del grupo supremacista blanco Ku Klux Klan (KKK) a su campaña. También Ryan criticó en el pasado la propuesta de Trump de prohibir la entrada a EE.UU. a todos los musulmanes, pero lo cierto es que ni él ni otros pesos pesados del partido han declarado su apoyo a ninguno de los rivales del magnate y han anticipado que respaldarán a quien finalmente logre la candidatura.
Anti Trump.
Ayer, Mitt Romney, que fue el candidato presidencial republicano en 2012 y perdió frente al presidente Barack Obama, ofreció un discurso sobre la actual campaña en la Universidad de Utah, aunque no anunció su apoyo a ninguno de los aspirantes. Romney ha sido en los últimos días una de las voces del partido más críticas con Trump, a quien ha acusado de mentir sobre sus finanzas personales y urgido a que presente sus declaraciones de impuestos.
Hillary.
Para los aspirantes demócratas, Hillary Clinton y Bernie Sanders, la siguiente cita electoral también es este fin de semana en Kansas, Luisiana, Maine y Nebraska.
Con sus victorias del supermartes en siete estados (Alabama, Arkansas, Georgia, Tennessee, Texas, Virginia y Massachusetts) más el territorio de Samoa estadounidense, Clinton ya mira hacia un posible duelo con Trump en la pugna por la Casa Blanca y así se vio en su discurso de celebración desde Miami. "Sabemos que tenemos trabajo que hacer. No es hacer grandioso a Estados Unidos, Estados Unidos nunca ha dejado de ser grandioso. Es hacer un solo Estados Unidos", manifestó Clinton, en una clara alusión al lema de campaña de Trump. Pero el senador Sanders, que triunfó en Oklahoma, Minesota, Colorado y Vermont, no se rinde y, según sus estrategas de campaña, todavía tiene opciones de obtener la nominación demócrata si se impone en estados industriales del Medio Oeste y en otros que otorgan muchos delegados para la convención del partido.
Tras el supermartes, la cita más importante de las primarias, el próximo día clave es el 15 de marzo, donde votan estados como Florida y Ohio, con muchos delegados en juego.
Cruz quiere encabezar el bloque anti Trump.
El senador Ted Cruz, vencedor ayer de las primarias en Texas y Oklahoma, pidió a sus rivales que abandonen la carrera presidencial republicana para que sea él quien le dispute la nominación por el partido al magnate Donald Trump. "Mientras el partido siga dividido, la nominación de Trump parece más factible", dijo Cruz en un mensaje dirigido al senador Marco Rubio, al gobernador John Kasich y al neurocirujano Ben Carson. El senador por Texas hizo así un llamado a la "unidad" de los líderes y votantes conservadores para evitar que Trump sea finalmente el elegido, lo que supondría un "desastre", afirmó, para el partido y para el país.
Cruz, que con el 60 % escrutado aventajaba a Trump en Texas por 14 puntos, dijo además que su candidatura es la única capaz de batir al magnate: "Nuestra campaña es la única que le ha ganado, que le puede ganar y que le ganará".
Según Cruz, la visión de Trump difiere con la del conservadurismo en asuntos básicos como las relaciones con Israel, el acuerdo nuclear con Irán o la posibilidad de nominar a un juez progresista para cubrir la vacante en el Tribunal Supremo.
"Estados Unidos no debería tener un presidente cuyas palabras los avergonzarían si las repiten sus hijos", exclamó.
Además, reclamó al magnate que ponga sobre la mesa una grabación que supuestamente está en poder del rotativo The New York Times y que cuestiona las ideas de Trump con respecto a la inmigración.
"Si ustedes están furiosos con Washington, lo entiendo. Pero Donald Trump ha sido parte de la corrupción de Washington durante 40 años", dijo Cruz, al afirmar que el magnate es el candidato favorito de prominentes demócratas. Rubio, por su parte, ha sido declarado vencedor en Minesota, según proyecciones, su primera victoria. EFE

Se perfila una triunfadoraEFE