Este viernes se cumple una semana de ataques entre Irán e Israel en la que es ya la peor escalada bélica alguna vez registrada entre los dos países y sin ninguna señal de que los bombardeos vayan a cesar por ahora.
No ha habido un solo día en los últimos siete en que no haya caído un misil en tierra iraní e israelí, pero no hay cifras actualizadas del número de muertos y heridos y los dos gobiernos están limitando la información que los medios puedan sacar de los ataques, mientras elevan las acusaciones y el tono beligerante.
Este viernes, miles de personas se manifestaron contra Israel en Teherán después de las oraciones semanales, coreando consignas en apoyo a sus líderes, según imágenes transmitidas por la televisión estatal.
"Este es el viernes de solidaridad y resistencia de la nación iraní en todo el país", dijo el presentador del noticiero.
Según la televisión, hubo manifestaciones en varias ciudades del país, especialmente en Tabriz, en el noroeste de Irán, y en Shiraz, en el sur.

Canciller iraní se niega a negociar con Estados Unidos
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, dijo en una entrevista televisiva difundida este viernes que se niega a negociar con Estados Unidos mientras Israel siga atacando a su país.
"Los norteamericanos han enviado mensajes pidiendo seriamente negociaciones. Pero hemos dejado claro que mientras no termine la agresión, no hay lugar para la diplomacia y el diálogo", dijo el canciller iraní a la televisión estatal de su país. Araqchi prevé hablar este mismo viernes en Ginebra del programa nuclear iraní con sus homólogos de Francia, Reino Unido, Alemania y la UE.
En la misma línea se expresó el el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, que aseguró que la única forma de finalizar a la "guerra impuesta" por Israel es "detener incondicionalmente" los ataques israelíes y advirtió que de lo contrario las respuestas serán "más duras y lamentables".

Desde el pasado 13 de junio, el Ejército de Israel ha atacado infraestructuras militares (sistemas de defensa aérea, almacenes de misiles balísticos…) y plantas nucleares (Natanz, Isfahán y Furdú) en Irán con el objetivo de destruir el programa nuclear iraní, ante el temor de que Teherán consiga la bomba atómica, algo rechazado repetidamente por Irán.
El viernes se produjo una nueva oleada de ataques sobre Irán. Las autoridades iraníes no han actualizado desde le pasado domingo el número oficial de muertos, que se mantiene en 224, una cifra que siguiendo reportes locales de víctimas ya es muy superior a esa cantidad y que la organización iraní HRANA, contraria al régimen y con sede en EE.UU., eleva a 639.
Irán por su parte ha atacado diversas instalaciones militares y también ha golpeado objetivos civiles como el hospital Soroka en Israel. Las autoridades israelíes, por otro lado, también mantienen desde hace días la cifra de muertos en su territorio en 24.
Ministro israelí ordena intensificar los ataques sobre Irán
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó este viernes a las fuerzas armadas intensificar los ataques sobre Irán para, entre otros, "debilitar" al régimen del ayatolá, Ali Jameneí, que rige sobre la república islámica.
En un comunicado, Defensa anuncia las órdenes de Katz "para socavar al régimen y aumentar la disuasión contra el lanzamiento de misiles en el frente interno israelí mientras se siguen atacando instalaciones y científicos para frenar el programa nuclear iraní".
El ministro aseguró que Israel debe atacar "todos los símbolos y mecanismos de represión a la población" y lograr la evacuación expandida de Teherán con tal de debilitar al régimen en una evaluación de la situación junto al jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, y otros altos cargos de las fuerzas armadas.
En este contexto, Katz llamó a atacar lugares simbólicos del régimen como a la milicia islámica Basij (formada por voluntarios y subordinada a la Guardia Revolucionaria), así como a la propia Guardia Revolucionaria.
Las afirmaciones de Katz siguen la línea que tanto él mismo como otras figuras del gobierno israelí sostienen en los últimos días, en busca no sólo de acabar con las capacidades nucleares o militares iraníes, sino también de fomentar un cambio de régimen en la república islámica, con alusiones directas a perseguir al ayatolá o llamados a la población a alzarse contra él.
AFP y EFE
