El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo ayer que el apoyo de Corea del Norte a Rusia en la guerra de Ucrania refuerza la necesidad de que el resto del mundo permanezca “interconectado” para garantizar la seguridad.
“Creo que en un mundo más impredecible e incierto, es aún más importante que los países que creen en la libertad y la democracia en un orden internacional basado en reglas se mantengan unidos”, dijo Stoltenberg durante su reunión con el canciller surcoreano, Park Jin-in, celebrada ayer en Seúl.
Asimismo dijo que la OTAN “está preocupada por las imprudentes pruebas de misiles y los programas nucleares de Corea del Norte” y añadió que Pionyang “está brindando apoyo militar a los esfuerzos de guerra rusos con cohetes y misiles”.
Las declaraciones del responsable de la OTAN se produjeron después de que un funcionario norcoreano rechazara que su país hubiera proporcionado armas a Rusia y advirtiera a Estados Unidos de un “resultado indeseable” si continúa difundiendo esos rumores.
El viernes, Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, condenó también el envío de tanques por parte de Estados Unidos a Ucrania y dijo que Washington “está cruzando una línea roja”. “Estados Unidos, que ha expuesto a todo el continente europeo al grave peligro de guerra y ha causado grandes y pequeñas preocupaciones, ahora está cruzando aún más la línea roja”, afirmó Kim Yo-jong en un comunicado publicado por la agencia norcoreana KCNA.
El comentario de Pionyang se produjo después de que Estados Unidos decidiera enviar 31 tanques M1 Abrams a Ucrania la semana pasada y de que Alemania diera luz verde al envío de dos batallones de carros de combate Leopard 2 propios y de otros países europeos a ese país.
Durante su estancia de dos días en Seúl, Stoltenberg se reunirá con el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, y otros miembros del gobierno del país.
“Nuestra visita es una expresión de la gran importancia que le damos a la asociación entre Corea del Sur y la OTAN y hay muchas áreas en las que realmente creemos que una asociación aún más fuerte puede ser de beneficio mutuo”, concluyó Stoltenberg.
Rusia e Irán
Por su lado, Rusia e Irán firmaron ayer un acuerdo para conectar sus sistemas bancarios con un sistema similar al de pagos interbancarios SWIFT, del que están excluidas las entidades financieras iraníes y parcialmente las rusas.
Con la firma del acuerdo, 52 bancos iraníes y 106 rusos quedan conectados a través del Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros de Rusia, lo que facilitará las relaciones económicas entre ambos países, dijo el vicegobernador del Banco Central de Irán, Mohsen Karimi.
“Este sistema es inmune a las sanciones ya que está basado en las infraestructuras de ambos países”, dijo Karimi, según la agencia iraní Mehr.
El consorcio global SWIFT, uno de los líderes mundiales de servicios de mensajería financiera, excluyó a los bancos iraníes de su sistema tras la reimposición de sanciones económicas por parte de Estados Unidos a Irán en 2018. Como consecuencia, el sistema bancario iraní está desconectado del internacional, lo que dificulta las transacciones bancarias con otros países. Rusia fue excluida parcialmente del sistema SWIFT el año pasado por su invasión de Ucrania.
Irán y Rusia mantienen cercanos lazos políticos políticos y ambos países hacen frente a sanciones estadounidenses.
Irán vive bajo las sanciones desde que en 2018 Washington abandonase el pacto nuclear de 2015 y Rusia desde su invasión de Ucrania. Tras la invasión de Ucrania, los lazos entre Teherán y Moscú se han estrechado en temas económicos, pero también militares.
Mientras que las relaciones económicas entre ambos países han aumentado hasta los 4.000 millones en los últimos años, Teherán ha vendido drones a Rusia, que ha usado en su invasión de Ucrania.
En los últimos meses se han multiplicado además los viajes oficiales entre los dos países, con la visita en enero de 2022 a Rusia del presidente de Irán, Ebrahim Raisí, o los dos viajes del ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, a la capital rusa en menos de un año. Además, el presidente ruso, Vladimir Putin, visitó Teherán en agosto de 2022.
“No hay guerra entre OTAN y Rusia”
El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, dijo ayer que Alemania no enviará aviones de combate a Ucrania, a pesar de las peticiones de Kiev a Occidente.
Scholz accedió el pasado miércoles a enviar 14 tanques Leopard 2 a Ucrania y a permitir que otros países europeos envíen los suyos, pero aclaró que no accederá a la nueva petición. Scholz advirtió que no se debía aumentar “el riesgo de escalada”, dado que Rusia ya había condenado duramente las promesas de los tanques. “No hay guerra entre la OTAN y Rusia. No permitiremos tal escalada”, aseguró el canciller alemán en una entrevista con el diario Tagesspiegel y dijo que es “necesario” seguir hablando con el presidente ruso Vladimir Putin.
Turquía apoyaría el ingreso de Finlandia
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan dio a entender ayer que Turquía podría aprobar la candidatura de Finlandia a la OTAN, sin hacer lo mismo con Suecia.
“Si es necesario, podemos dar un mensaje diferente sobre Finlandia. Suecia se escandalizará cuando demos un mensaje distinto sobre Finlandia”, dijo el dirigente turco en respuesta a una pregunta sobre la candidatura de los dos países nórdicos a la OTAN, durante un encuentro televisado con jóvenes.
Por primera vez el gobierno dio a entender que está dispuesto a tratar la solicitud de Finlandia por separado de la de Suecia.
Turquía frenó el pasado martes el ingreso en la OTAN de Suecia y Finlandia al aplazar indefinidamente una reunión tripartita prevista inicialmente para principios de febrero para abordar las objeciones turcas. Erdogan advirtió el pasado lunes que Suecia, a la que acusa de dar cobijo a “terroristas” kurdos, no podía seguir contando con el “apoyo” de Ankara después de que un activista de extrema derecha quemara un ejemplar del Corán en Estocolmo. Sin mencionar el incidente, reiteró sus críticas a Suecia por las demandas de extradición de Turquía.