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Rosa María Payá: “Nunca la dictadura en Cuba fue tan vulnerable”

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Rosa María Paya, activista política cubana opositora al régimen cubano. Foto: Leonardo Mainé
Nota a Rosa Maria Paya, activista politica cubana opositora al regimen cubano de Castro, de visita en Montevideo, ND 20080913, foto Leonardo Maine - Archivo El Pais

ECOS DE LAS PROTESTAS

María Rosa es hija de Oswaldo Payá, fundador del Movimiento Cristiano Liberación, que murió en 2012 en un confuso accidente de tránsito.

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Preside la organización Cuba Decide. Con las protestas del 11 de julio, “cualquier máscara de legitimidad, se les ha caído a los Castro y a la dictadura cubana ante su propio pueblo y ante la comunidad internacional”, dice Payá desde Estados Unidos.

María Rosa es hija de Oswaldo Payá, fundador del Movimiento Cristiano Liberación, que murió en 2012 en un confuso accidente de tránsito.

-¿Ve en las movilizaciones en Cuba el germen de una nueva generación de opositores?

-Creo que la movilización es transversal y me refiero no solo a toda la isla, sino que a todas las generaciones; aunque sobre todo fueron los jóvenes los que estaban en las calles y ahora están siendo víctimas principales de la represión. Lo que deja en claro es que al menos la inmensa mayoría del pueblo cubano quiere un cambio de sistema, quiere transformar su vida.

-¿Cuál es la situación de las personas detenidas en el marco de las protestas?

-La situación ha sido horrible y continúa siendo horrible. Las principales ciudades del país están prácticamente militarizadas. Por ponerle un ejemplo, este fin de semana (pasado) militarizaron el Malecón (de La Habana), no se podía ni circular. Hay ciudades donde no se puede caminar de un barrio a otro, aunque signifique cruzar una calle en Santiago de Cuba. (…) Un día después, dos días después de las protestas, inició también un reclutamiento forzoso de jóvenes cubanos en edad militar, que es a los 17 años. Se los estaban llevando de sus casas con la excusa del servicio militar obligatorio y los estaban forzando a ser parte de la represión. (…) El estado de militarización y de violencia que está viviendo ahora mismo la sociedad cubana es dramático y por eso es tan importante el apoyo de la comunidad internacional, para frenar a impunidad con la que se está torturando dentro de las cárceles cubanas.

-La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió al gobierno cubano la liberación de los detenidos en el contexto de las marchas y llamó al diálogo. ¿Cuánto influye efectivamente este tipo de presión internacional al régimen y qué le pediría usted a la alta comisionada?

-Creo que la situación en la isla requiere que la alta comisionada pida entrar a Cuba. Que pida llegar a las cárceles cubanas y pida ver a los jóvenes que están siendo torturados en estos momentos. Que pueda Naciones Unidas verificar de primera mano la situación tan grave de DD.HH. que está teniendo lugar en nuestro país.

-¿Cuánto influye en la cúpula cubana la presión internacional de otros gobiernos o de instancias como la OEA? Una cosa es lo que diga Naciones Unidas, otra son los gobiernos.

-Justamente. Es muy importante la movilización de los Estados miembros de la OEA y también de los Estados miembros de la Unión Europea. El régimen cubano no produce nada, el régimen cubano es una dictadura parásita que depende de la corrupción, de sus actividades criminales y de la comunidad internacional para sobrevivir. Por tanto, la comunidad internacional tiene una gran responsabilidad en dejar de financiar indirectamente al régimen cubano, que es financiar indirectamente las represiones en Cuba. Cada dólar que le llega a la dictadura cubana es un dólar empleado en reprimir cubanos. (…) Ese régimen ha sido ilegítimo durante 62 años, pero el 11 de julio perdió el último vestigio de legitimidad que le quedaba y la comunidad internacional tiene que actuar en consecuencia: tiene que denunciar la ilegitimidad de ese régimen y apoyar la recuperación de la soberanía del pueblo cubano.

-¿Cuánta fuerza tiene el movimiento para seguir presionando con las protestas?

-Estamos hablando de la movilización de la ciudadanía de Cuba, de un movimiento transversal (...) Por supuesto que hay fuerzas para continuar ahora. Hay un régimen que tiene todo el poder de un Estado, que tiene las armas y que las está usando contra los ciudadanos.

-Dice que el régimen es poderoso y está usando toda la fuerza que tiene, pero, a la vez, pareciera que es el momento de mayor debilidad del gobierno...

-¡Absolutamente! El régimen tiene recursos de un Estado, pero en mi historia de vida nunca había visto a la dictadura tan vulnerable como lo está en este momento, por muchos factores. El principal de ellos es que el pueblo cubano ha salido a las calles a decirle ‘no te queremos, queremos un cambio, queremos el fin de la dictadura’. Ese es el centro de este movimiento por la libertad y es también la mayor fortaleza de lo que está pasando en Cuba. Y esa fortaleza es precisamente que la solución y la demanda vienen intrínsecamente del pueblo cubano de manera masiva.

-¿Qué importancia le da usted a que Raúl, el último de los Castro, haya salido de la primera línea, en el papel?

-Exactamente, en el papel. Todo el mundo sabe que la familia Castro, no solamente Raúl Castro, también sus hijos, su círculo cercano, (...) y el resto de los generales que llevan 62 años en el poder en Cuba, se mantienen y todo el mundo entiende que Díaz-Canel es esta especie de títere civil que ha intentado venderle a la comunidad internacional. De una forma u otra, cualquier vestigio de legitimidad, cualquier máscara de legitimidad, se les ha caído a los Castro y a la dictadura cubana ante su propio pueblo y ante la comunidad internacional. Y eso también es un factor que se agrega a la gran vulnerabilidad que tiene el régimen en este momento. Con lo cual no solo el régimen es muy vulnerable, sino que el pueblo cubano y la comunidad internacional tienen la gran oportunidad de que en apoyo y junto con el pueblo cubano, conseguir probablemente lo que es la victoria más importante de la primera mitad del siglo XXI: la libertad de Cuba y con ello, la estabilidad democrática de toda la región.

(Resumen de la entrevista de Carolina Álvarez Peñafiel / El Mercurio/GDA)

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