FORMADA TRAS LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

La tensión entre Rusia y Ucrania llegó al punto máximo en la mañana del jueves, cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó la invasión de su ejército sobre el territorio ucraniano. Con el paso de las horas, las tropas avanzaron y en el ocaso del jueves pusieron en jaque a la capital Kiev. El grupo militar por excelencia que comandó este avance fue el integrado por los Spetsnaz.

Luego de vencer al ejército alemán en 1945 y ponerle fin a la Segunda Guerra Mundial y al Tercer Reich, la agencia de inteligencia KGB y el Ejército ruso decidieron formar y entrenar a un cuerpo de elite. Su nombre significa “unidad de designaciones especiales” y fue integrado por los mejores especialistas de los grupos de seguridad rusos, como la Policía, el Ejército o las brigadas aerotransportadas. En un principio estuvo regido bajo el mando de la KGB y su principal función era guiar la vanguardia de los ataques y romper las líneas enemigas.

Durante aquellos primeros años y misiones, los Spetsnaz fueron destinados a las tareas más difíciles que debían afrontar las tropas de Rusia. Entre sus principales funciones, eran ordenados para desestabilizar y sabotear las tropas enemigas. El grupo fue creciendo en recursos y poder hasta que en 1953 murió el líder de la Unión Soviética, Joseph Stalin a causa de una hemorragia cerebral.

Ese fue un punto de inflexión para las tropas de elite que quedaron a la deriva. A partir de allí, el Ejército ruso y la KGB fueron reorganizados y los Spetsnaz quedaron bajo el mando del Ministerio de Interior. Desde ese momento, pasó a consolidarse como la tropa de elite por excelencia del Kremlin hasta la actualidad.

Si bien su conducción pasó de la KGB (diluida en diciembre de 1991), al Ministerio de Seguridad, sus técnicas, estrategias y entrenamientos mantuvieron su intensidad y rigurosidad. Para formar parte del selecto equipo, los soldados deben superar duras prácticas en las que muchos se doblegarían.

A pesar de que la mayoría de sus actividades se mantiene en secreto y no existen muchos documentos oficiales al respecto, con los años trascendió que los integrantes son sometidos a un entrenamiento de “acciones extremas”.

Entre las pruebas más difíciles que deben sortear se encuentran los ejercicios de asaltos a trenes, colectivos o aviones y, durante sus prácticas, deben enfrentar acciones terroristas, combates urbanos y lucas cuerpo a cuerpo. Por otra parte, son instruidos para manejar a la perfección explosivos letales.

Uno de los puntos más oscuros que afrontan durante sus entrenamientos es el manejo de cadáveres. En muchos de sus retos, los integrantes de los Spetsnaz deben lidiar con la muerte y realizar exhaustivos ejercicios con cuerpos sin vida, con el objetivo de llevar al límite el umbral del dolor.

A partir de estos restos, el cuerpo de elite Spetsnaz fue consolidándose como un ejército inmune a la mayoría de los tormentos que las personas deben enfrentar en la guerra. Estas actividades extremas crearon a un temible equipo de soldados que estuvo a cargo de las acciones rusas que colaboraron con el gobierno de Bashar Al-Assad en su lucha contra los rebeldes y los terroristas del Estado Islámico y, en las últimas horas, comandó la invasión de Rusia en Ucrania.