EFE.
La fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras Argueta, protagonizó una cruzada muy cuestionada internacionalmente contra Bernardo Arévalo, nuevo presidente de ese país.
Porras Argueta, de 70 años, intentó cancelar el partido “Semilla” del nuevo presidente y planteó anular las elecciones. Arévalo la acusó de encabezar un intento de “golpe de Estado” para evitar su investidura y dijo que pedirá su dimisión.
Porras Argueta llegó a la Fiscalía en 2018, electa por el entonces presidente Jimmy Morales (2016-2020), y paralizó la lucha anticorrupción, congelando procesos penales contra empresarios y funcionarios públicos. Destituyó a decenas de fiscales por su papel en casos de alto impacto, como el fiscal Juan Francisco Sandoval, exiliado en EE.UU. desde 2021. De acuerdo con Sandoval, lo destituyó para detener una investigación que implicaba al expresidente Alejandro Giammattei en una trama de sobornos con empresarios rusos.
Ese hecho le valió a Porras Argueta ser sancionada por EE.UU., dentro de la lista de actores corruptos.
Sin importar esos antecedentes, fue reelecta en 2022 por Giammattei para dirigir el Ministerio Público y ha consolidado un grupo de fiscales que han perseguido penalmente a periodistas y políticos de oposición.
Fiscales de su confianza también se encargaron de detener investigaciones de exfuncionarios implicados en el caso Odebrecht.